La
Teosofía es un asunto de vida. Se refiere a la Sabiduría Divina y
puede traducirse como Brahma.vidyã. Está en todas partes, en cada plano
de la existencia desde el subplano más elevado hasta el más bajo,
penetrándolo todo. Cada persona de acuerdo con su capacidad ― esto es,
su capacidad para funcionar en términos de la sabiduría divina ― puede
incorporarla en alguna medida. Nadie puede incorporarla plenamente, en
parte porque tenemos que funcionar a través del cerebro físico, y actuar
dentro de las limitaciones del cuerpo físico.
En
primer lugar tenemos que comprender que puesto que la sabiduría divina
penetra todas las cosas, vive y se mueve en cada uno de acuerdo con el
lugar que se le dé. El ser humano está compelido por naturaleza, a
pesar de la densidad del cuerpo físico, a expresar algo de vida.
Incluso los minerales, la tierra, etc., están expresando algo de la
sabiduría que es Teosofía. Pero la expresan en diferentes maneras. Una
tradición dice que el diamante, por ejemplo, es superior entre los
minerales porque puede expresar la belleza de la sabiduría más que
muchos otros minerales. En el mundo vegetal un gran árbol baniano como
el de Adyar da asilo a muchas aves, belleza a todos los seres humanos
que son capaces de apreciarlo, sombra aun a aquellos que no les importa
su belleza, y así sucesivamente. Si llegamos a la etapa animal, un
animal como un elefante es más sabio con sus muchas extraordinarias
cualidades, y otras criaturas, como perros y otros, han alcanzado la
cima del campo animal.
En
el ser humano la sabiduría divina puede funcionar y puede aparecer en
toda su gloria en seres como el Señor Buda, Jesucristo, Sankarãchãryã,
quienes desde su nacimiento fueron admirables. Así el mineral llega a
ser el bello diamante, el ave puede llegar a ser un pavo real, en el
reino vegetal una planta puede llegar a ser un gran árbol baniano u otro
de esos árboles que viven por muchos años y florecen, y el animal puede
llegar a ser un elefante o un perro muy inteligente. Y en el nivel
humano, si la sabiduría divina pasando a través de seres humanos es
extraordinaria, todas sus acciones expresan esa sabiduría divina.
Nosotros también podemos convertirnos en canales para ella.
Nosotros
somos responsables de hacer que la Teosofía fluya libremente, como en
el caso del Buda. Nosotros podemos ser pequeños Budas, o podemos
bloquearla y convertirnos en seres humanos estúpidos. Depende de
nosotros permitir que la Sabiduría fluya. Algunas actividades llevan
más de esta cualidad que otras, y nosotros podemos alentar esas
actividades y poner atención a ellas y al ímpetu que ellas dan para el
progreso del mundo, dependiendo de las actividades a las cuales estamos
dedicados.
La Sociedad
Teosófica y todas sus ramas existen ahora porque se espera que se
convertirán en centros desde los cuales la Teosofía expandirá su
influencia en la máxima extensión posible, y la hará útil para las
personas en el área. Todos tenemos que considerar cómo nuestra Logia,
nuestra Federación, nuestra Sección, puede ser un canal para la
Teosofía, la Sabiduría Suprema. Ella no puede ser plenamente expresada
por ninguna actividad en el nivel físico, pero puede expresarse de una
manera que la hará destacarse, como Sankarãchãryã lo hizo, como Jesús lo
hizo, y como lo hicieron miles de personas que los siguieron a ellos.
Debido a la Teosofía algunos llegan a ser sabios y otros parcialmente
sabios. Las Logias Teosóficas debieran incorporar tanto como sea
posible de la sabiduría, de tal modo que la gente comience a elevarse
hacia esas alturas.
Si una Logia tiene un aura, uno imagina
que ella tiene una influencia. Si ustedes consideran el aura de una
Logia, tanto física como no física, ¿cuánto de ella está siendo usado
para difundir un mensaje sabio, de tal manera que cada Logia llegue a
ser un representante de la Sabiduría Antigua? Eso depende de ustedes y
de mí que participamos en la Logia. Somos seres humanos. (Estamos
destinados a cometer errores, porque no somos perfectos; por tanto la
Logia no puede ser perfecta). Pero en la máxima extensión posible las
actividades de la Logia debieran hacer más sabia a la gente. ¿Puede ser
nuestra Logia un instrumento para que la sabiduría llegue a través de
ella, en cualquier medida posible? Para hacer eso, nosotros que somos
miembros de la Sociedad Teosófica, debiéramos ser personas interesadas
en conocer los elementos esenciales de la vida.
El
propósito de una Logia es proveer un lugar para toda clase de sabiduría
que llegue de cualquier parte del mundo, cualquiera que sea su nombre:
Vedãnta, Islam, Cristianismo o el que sea. Ella presenta la verdad que
se encuentra en todas las religiones. Todas las religiones se han
corrompido, pero algunas partes de ellas son ciertas y como se enseñaron
originalmente. Esa parte central es la que las Logias Teosóficas
debieran estar interesadas en hacer conocer de las gentes.
Alguien
puede preguntar: ¿La religión Islámica tiene algo que decir a la
gente? Sí, lo tiene, pero no lo que algunos musulmanes dicen; ellos
pueden ser no muy musulmanes en su actitud agresiva, mientras que el
Profeta Mahoma era muy bondadoso. Igualmente hay gente necia en el
cristianismo, en el hinduismo y en otros grupos. Pero si ustedes dejan
eso de lado, y hablamos solamente de lo que nos lleva a profundidades de
sabiduría que aún tenemos que alcanzar, eso será útil. Por tanto esto
es una cosa que pueden hacer las Logias en nuestra Sociedad: hacer que
la gente sea consciente de la Sabia Enseñanza que se está dando.
Algunas veces es llamada Sufi, otras misticismo Cristiano, otras
Advaita, pero todas ellas tienen verdad que transmitir.
Debemos
permanecer libres de prejuicio para encontrar lo que es verdadero,
bello y recto en religión. La esencia de la religión puede encontrarse
en muchas religiones, pero debemos tener mentes perceptivas y abiertas
para comprenderla. La bondad debe llegar a ser la norma
Una
de las cosas que tenemos que hacer es erradicar de nuestro carácter y
condición mental el deseo de tener a otros bajo nuestro control
forzándolos a comportarse como nos gustaría. Ésta es una forma de
crueldad, y existe en muchas formas. Está en completa contradicción con
la manera teosófica de vivir. Por consiguiente debiéramos tratar de
erradicarla de nuestra naturaleza inferior; la superior, naturalmente,
no tiene una predilección por forzar a las personas de ninguna manera.
Podemos complacer nuestros propios intereses en diferentes maneras, pero
debemos estar seguros de que la tendencia a la crueldad esté
completamente anulada.
‘La
crueldad es el trabajo del demonio; así es como lo ve un Maestro,’ dice
C. W. Leadbeater. La inquisición, por ejemplo, creía en imponer la
conversión, una acción que daba satisfacción externa a los
perpetradores. Acostumbraban matar y torturar a muchas personas que no
estaban de acuerdo con lo que ellos decían. Numerosas personas de
África y otras regiones, por ejemplo indígenas suramericanos, fueron
atrozmente tratados porque suponían que ellos no tenían alma. La
enseñanza islámica dada por una persona que era un bondadoso santo, fue
llevada a otros países por medio de la espada. Hoy ‘la espada’ es usada
para subordinar políticamente y de modos similares a las gentes que no
desean someterse, y para ayudar a dictar lo que debieran ser sus
maneras, creencias, etc.
El
acto de la vivisección, por quienes usan animales para sus propios
propósitos, sin consideración a cómo sufre la pobre víctima y tal vez
muera, es deliberada crueldad. Con frecuencia se supone que es para
asegurar el bienestar de vidas humanas. Pero el animal a quien se le
practica la vivisección es tan importante en el sistema evolutivo como
el ser humano que es totalmente indiferente a su bienestar. Hay
cualquier cantidad de personas en el momento actual que justifica el uso
de animales para propósitos ¿pero no es mejor buscar otros remedios
para los seres humanos y evitar toda la crueldad incluso si se dice que
es por razones altruistas? Unos pocos pasos han sido dados en esta
dirección, por ejemplo, por la Unión Europea aprobando nuevas leyes
contra la crueldad con los animales, que tienen que ser aplaudidas,
¿pero son suficientes?
Hay
crueldad mundial practicada sobre niños, porque sucede que están bajo
el control de sus padres u otros adultos como sus maestros en la
escuela. Muy a menudo con la mejor de las intenciones hay el deseo de
obligar a un niño a meterlo dentro de un patrón ― el patrón de la
sociedad. Pero el niño puede tener talentos que no son los que el padre
desea o impone el maestro. Puede ser que estos talentos produzcan
menos dinero más tarde en la vida; pero no se beneficia el niño que es
forzado a seguir lo que los adultos piensan que es mejor.
Escribiendo
acerca de esto, C. W. Leadbeater dijo que el amor y la libertad son
grandes factores en el desarrollo del alma. El amor es un requisito
previo. No importa si el cuerpo no tiene todas las comodidades e
importancia que los padres desearían, pero es esencial que los talentos
innatos del niño no deban ser inhibidos. El niño debiera crecer
sintiéndose libre y desde sus días tempranos debiera dársele la
oportunidad para que se desarrolle naturalmente. Este es el propósito
de la educación, y seguramente también es el camino que debiera ser
tratado por padres y otras personas mayores.
Al
explorar este tema de la libertad, debemos tener en cuenta que cada
persona es un alma (no meramente un cuerpo) que necesita desarrollar lo
que justamente son sus propias virtudes particulares. Éstas deben ser
cultivadas a lo que el mundo considera que es un precio, pero que desde
el punto de vista del crecimiento real del niño puede ser muy
importante. Por consiguiente el papel del maestro es sagrado, y siempre
debe actuar con amor ― una gran responsabilidad. Pero aun si el
maestro falla en alguna medida, siempre y cuando trate, es lo mejor que
puede hacer. Este es el sello de la educación teosófica.
Los
mismos principios se aplican a los que están trabajando bajo alguien;
ellos deben ser tratados bondadosamente, tomando en cuenta su
crecimiento como seres humanos, y no meramente la ayuda que puedan dar
en el momento. Todo es parte de la vida, y necesita ser pensado
cuidadosamente por quienquiera que esté interesado en su propio
crecimiento espiritual. El crecimiento de uno nunca puede separarse de
la acción que es ejecutada en relación con otros ― seres humanos, niños,
animales, plantas y todo lo demás.
Esto
es parte de la comprensión de lo que es la vida Una. El asunto de la
crueldad es importante, aun desde un punto de vista egoísta, porque
incluye toda vida, cómo sentimos hacia otros, lo que hacemos a un esposo
o a una esposa, a los niños o animales, incluso a las cosas
aparentemente sin importancia como la vida que está creciendo bajo
nuestros pies; todas estas cosas son importantes en la vida de cada
uno. La bondad debe llegar a ser la norma.