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jueves, 19 de junio de 2014

Comencemos con el origen de la palabra Dios, God en inglés.
¿Cuál es la significación verdadera y primitiva de este término? Sus significados etimológicos son tan numerosos como variados. Según uno de ellos, la palabra se deriva de un término persa antiquísimo y muy místico: Goda el cual quiere decir “El mismo”, o algo emanante por sí mismo del Principio absoluto. La raíz de esa palabra es Godan de donde se derivan Wotan, Woden y Odín; de forma que la radical oriental no ha sido casi alterada por las razas germánicas que formaron con ella la voz Gotz, de la cual derivaron el adjetivo Gut, “Good” (bueno en inglés) y el término Goda o ídolo. Las palabras Zeus y Theos de la antigua Grecia dieron origen a la palabra latina Deus. Goda, la emanación, no es ni puede ser idéntica a aquello de lo que emana y, por consiguiente, es tan sólo su manifestación periódica y finita. Cuando el antiguo Arato dijo que “Todos los caminos y mercados frecuentados por los hombres están llenos de Zeus; llenos de El están los mares y también los puertos”, no limitaba la Idea de Dios a un mero reflejo temporal suyo sobre nuestro plano terrestre, como lo es Zeus o su antecedente Dyao, sino que daba a la palabra la extensión de un Principio universal y omnipresente. Antes de que Dyao, el deslumbrante dios (el cielo) hubiera atraído la atención del hombre, existía ya el védico Tat –”aquello”– (that en inglés), el cual no tiene ni para el filósofo ni para el iniciado nombre alguno definido, porque es la noche absoluta, oculta bajo toda la radiante luz manifestada. Pero no se pudo evitar que el Sol, primera manifestación en el mundo de Maya e hijo de Dyao, fuese llamado por los ignorantes “El Padre” como lo fue también el mítico Júpiter, última y significativa reflexión de Zeus–Surya.
De manera que el sol llegó rápidamente a ser sinónimo de Dyao y fue confundido con él.
Para unos, era el Hijo; para otros, “el Padre”, que mora en el radiante cielo. Sin embargo, Dyao–Pitar, el Padre en el Hijo y el Hijo en el Padre, tiene origen finito, puesto que le fue concedida la Tierra como esposa. Durante la gran decadencia de la filosofía metafísica fue cuando comenzó a representarse a Dyâvâ–prithivî, “el Cielo y la Tierra”, en forma de padres universales y cósmicos, no sólo de los hombres, sino también de los dioses. El poético y abstracto concepto original de la causa Ideal acabó por corromperse. Dyao, el Cielo, llegó a ser rápidamente Dyao el Paraíso, la morada del “Padre” y, finalmente, el mismo Padre. En seguida el Sol fue transformado en símbolo del Padre y recibió el título de Dína Kara “el que crea el día”, y de Bhâskara “el que crea la luz”, siendo desde ese momento el Padre de su Hijo y viceversa.
A partir de entonces se estableció el reino del ritualismo y del culto antropomórfico que terminó por envilecer al mundo entero, extendiendo su supremacía hasta nuestra época llamada civilizada.
Una vez se ha visto que éste es el origen común, sólo nos resta establecer el contraste entre los dos dioses –el dios de los gentiles y el de los judíos– y deducir intuitivamente, basándonos en su propia revelación y juzgándoles de acuerdo con su definición, cuál de los dioses se encuentra más cerca del ideal más sublime.
Citemos al coronel Ingersoll el cual ha establecido un paralelismo entre Jehová y Brahma. Jehová, oculto tras las nubes y tinieblas del Sinaí, dice a los judíos:
“No tendrás dioses ajenos delante de mí. No te prosternarás delante de sus imágenes, ni las
honrarás, porque yo soy Jehová, tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos, hasta la tercera y cuarta generación de aquellos que me aborrecen, a fin de que me teman”.
Compárense estas palabras con las que pone un hindú en boca de Brahma: “Yo soy el mismo para todos los seres. Quienes sirven honradamente a los otros dioses, me adoran involuntariamente. Yo soy el que participa en toda adoración; yo, la recompensa de todos los adoradores”. Compárense ambos párrafos, El primero es un lugar oscuro en que se insinúan cosas que nacen del fango: el otro, grande como el firmamento, cuya bóveda está sembrada de soles.
El primero es el dios que atormentaba la imaginación de Calvino, cuando añadía a su doctrina de la predestinació n la del infierno tapizado de cráneos de niños no bautizados. Las creencias y los dogmas de nuestras iglesias son tan blasfemas por las ideas que implican como las de los paganos que se hallan sumergidos en las tinieblas…Ya pueden disfrazar y enjalbegar cuanto quieran al Dios de Abraham y de Isaac, que nunca serán capaces de refutar las palabras de Marción, quien niega que el Dios del odio pueda ser el mismo Dios que el “Padre de Jesús”. Sea como sea, herejía o no, el “Padre que está en los cielos” ha seguido siendo, a partir de esa época, una criatura híbrida, una mezcolanza del Jave  (Júpiter) de los paganos con el “Dios celoso” de Moisés, Dios que, exotéricamente, es el sol, cuya morada se encuentra en los cielos y, esotéricamente, es el cielo.
¿No da El nacimiento a la luz “que brilla en las tinieblas”, al día, al brillante Dyao, al Hijo, y no es El, acaso, el Altísimo Deus coelun? ¿Y no es Terra, la Tierra, la Virgen eternamente inmaculada que, engendrando sin descanso, fecundada por el ardiente abrazo de su “Señor”– los vivificantes rayos solares – se convierte en madre de todo cuanto vive y respira en el vasto seno de la esfera terrestre? Esto explica el carácter sagrado que tiene en el ritual lo que ella produce: o sea, el pan y el vino. De ahí también la antigua messis, el gran sacrificio ofrendado a la diosa (Ceres Eleusina, es decir, la tierra) de las cosechas (de la mies): messis para los iniciados, missa para los profanos1 que ha llegado a ser hoy en día la misa o liturgia cristiana. La antigua ofrenda de los frutos de la Tierra hecha al Sol, al Deus Altissimus, el símbolo del G.A.D.U. de los francmasones contemporáneos, llegó a ser la base más importante del ritual entre las ceremonias de la nueva religión. Las parejas místicas2 Osiris e Isis (el sol y la tierra) de los egipcios, Bel y la cruciforme Astarté de los babilonios; Odín o Thor y Freya, de los escandinavos; Belén y la Virgo Paritura de los celtas; Apolo y la Magna Mater de los griegos, las cuales tenían idéntica significación, pasaron como representació n corporal a los cristianos y fueron transformadas por ellos en el Señor–Dios o el Espíritu Santo que desciende sobre la Virgen María.El Deus Sol o Solus, o sea el Padre, llegó a confundirse con el Hijo: el “Padre” que brilla deslumbrador en la hora del Mediodía, se transformaba al amanecer en “Hijo”, en cuyo momento se decía el que “había nacido”. Esta idea recibía su gran apoteosis anualmente el día 25 de diciembre, durante el solsticio de Invierno, cuando, según se decía, el sol –acabado de nacer– era igual para los dioses solares de todas las naciones. Natalis solis invicte. Y el “precursor” del Sol resucitado, crece y se fortalece hasta el equinoccio de primavera, que es cuando el Dios–Sol comienza su curso anual bajo el reinado de Ram o del Carnero (Aries), la primera semana lunar del mes.
En toda la Grecia pagana se conmemoraba el día primero de marzo, cuyas neomenia se consagraban a Diana. Por idéntica razón, las naciones paganas celebran su fiesta de Pascua el primer domingo siguiente a la luna llena del equinoccio de primavera. El cristianismo, no sólo ha copiado las fiestas del paganismo, sino también las vestimentas canónicas, cosa que es imposible negar. Eusebio confiesa en su Vida de Constantino, diciendo quizás la única verdad proferida en su vida, que “con el fin de hacer que el cristianismo fuera más atrayente para los gentiles, los sacerdotes (del Cristo) adoptaron las vestimentas externas y los ornamentos utilizados en el culto pagano, y podría haber añadido que habían hecho lo mismo con sus rituales y sus dogmas.
1 De pro, “delante” y fanum, “el templo”; es decir, los que no están iniciados, los que se encuentran ante el templo sin atreverse a entrar.2 La Tierra y la Luna su pariente, son similares. Por eso todas las diosas lunares eran también símbolos representativos de la Tierra.

Lucifer – Luciferismo y Baphomet

L U C I F E R
Lucifer es un personaje triste, que carece de historia propia, ni tan siquiera podemos encontrar ya mención alguna a su nombre en la actual Biblia católica..¡Ha sido borrado!, tan solo nos queda el Eco apagado del Mito que una vez existió, pero no como nos lo contaron.
La palabra Lucifer es de raíz latina y significa El Portador de la Luz. Realmente nació por primera vez al mundo conocido, debido a su empleo por parte de San Jerónimo, con motivo de la Traducción de la Biblia al latín, nos referimos a la famosa Vulgata.
San Jerónimo al traducir la palabra hebraica Helel, que literalmente significa “Resplandeciente”, encontrada en un texto de Isaías, junto con diversas connotaciones, fue cuando dio nacimiento a dicho término.
En la Mitología greco romana, fue asociado a Heósforo, un dios menor e hijo de la diosa Aurora. Y..entre la Aurora, el Portador de la Luz, el Resplandeciente, junto a ideas antiguas de Lucífero o Venus, San Jerónimo parió un lindo niño en la figura de Lucifer, inexistente antes de dicho evento.
Es muy curiosa la lectura del texto de Isaías, en donde se hace referencia a este Helel (Lucifer por sincretismo), ya que el Profeta lo recoge de una sátira entre Yahvé y el Rey de Babilonia derrotado:
¿Cómo has caído del Cielo, astro rutilante, Hijo de la Aurora, y has sido arrojado a la Tierra, Tú que vencías a las Naciones?…..Tú dijiste en tu corazón..El Cielo escalaré, por encima de las estrellas de El, elevaré mi trono y me sentaré en la montaña del encuentro, en los confines de Safón; escalaré las alturas de las nubes, me igualaré a Elyón (El Altísimo)..Por el contrario, al Sol has sido precipitado, al hondón de la fosa.
(Isaías, 14, 12 11)
Así, de esta forma queda asociado Lucifer como Hijo de la Aurora, dando lugar a un Mito inexistente anteriormente.El del Ángel Rebelde Lucifer. Pero, de esta forma los Padres de la Iglesia Trinitaria, creyeron encontrar el Principio del Mal Personificado..He inventaron la asociación:
Lucifer = Satanás
Y, es que la Iglesia Trinitaria y en general sus sectas, no dejan de ser una continuación adaptada del propio judaísmo, y tenemos que recordar que este pueblo, el judío, originalmente aceptaba de pleno la existencia de otros dioses (El Antiguo Testamento, así lo atestigua), aunque eso si, sometidos todos a la voluntad de un Jefe, de nombre Yahvé, nombre por cierto que en otras zonas se denominaba Baal (Señor), con lo que incluso no debemos de extrañarnos, cuando encontramos en las Sagradas Escrituras, términos como Baal Yahvé.
Además existía otro Dios al que llamaban EL (Especialmente una parte del pueblo judío y los cananeos), mas tarde EL se sincretizó con Yahvé, a pesar de no ser lo mismo
Abraham y Melquisedec, adoraban al mismo Dios bajo el nombre de EL Elyón, totalmente distinto al Dios Yahvé, aunque como anteriormente he dicho, algunos Padres de la Iglesia (los inventores del catolicismo por el siglo tres de nuestra era) terminan por asociar como a la misma persona Yahvé y El Elyón.
Con dicha asociación, aquellos Padres, arrastraron un gran problema, por cierto aún mayor que la diferencia en sí, ya que EL Elyón para los cananeos, era el padre de Sahar, cuya traducción correcta es precisamente.
¡Aurora!
O dicho de otra forma, emparentado en la terminología de Isaías, como Lucifer, al que llama:
Helel ben Sahar.
Según el propio Yahvé, es decir: Lucero, Hijo de la Aurora De esta forma según la propia mitología cananea, Lucifer es un descendiente directo e hijo de El-Elyón, que los Patriarcas dicen ser el mismo Yahvé, o dicho de otra forma.
Lucifer es Hijo de Dios, por pura lógica. (¿)
Si leemos el Deuteronomio, nos podemos encontrar con un curioso comentario:
< Cuando Elyón repartió las naciones, cuando distribuyó a los hijos de Adán, fijó las fronteras de los pueblos según el número de los Sene´EL (Los Hijos del Dios EL), mas la porción de Yahvé que fue de su pueblo>
De lo que se desprende que Lucifer era dueño de una parte de la tierra y que Yahvé tan solo era Dios de un Pueblo.A no ser, que siendo el Elyón el propio Yahvé como quiere hacernos creer la Iglesia, Este dio a sus Hijos la Tierra, salvo Canaan e Israel que se la queda personalmente.
Este embrollo, tan solo significa, que todos estos personajes, incluido Lucifer, no eran ni mas ni menos, que reyezuelos de taifas, de aquella época y sus luchas mas o menos intestinas por el poder, pues da la casualidad de que Baal termina también por ser otro personaje, igualmente Hijo de Yahvé, que por cierto, en una ocasión le arrebata a este Yahvé el Trono, motivo precisamente, de que este Dios vengativo (Yahvé), utilice a Abraham para invadir el territorio cananeo, para de esta forma obtener de nuevo el culto a su persona, declarándose por ello, Dios de los Dioses
Sin embargo.
¡Abraham, se arrodilla ante Melquisedec que no es seguidor de Yahvé! y así reconoce a los Dioses de Melquisedec y con ello al propio. ¡Lucifer!
Todo esto, aclara de forma fehaciente, ciertos conceptos, como que Yahvé no es ningún dios Único, pues es demasiado hombre, y que realmente representa al Jefe de los Jefes, o más bien diría al Mandamás de las Tribus de la época.
Que Lucifer no es mas que un hombre, y por supuesto nada de endiosamiento, guerrero y conquistador, como Jehová, que encima a nivel mitológico, están directamente emparentados, representando al Lucero del Alba, a la Luz, a Venus.etc., dando un prototipo en nuestra época y a nivel arquetípico de
Rebeldía, Sabiduría y Misterio
Y que.Simplemente, y por error histórico (ignorancia), asociado por aquellos cristianos, con Satanás, inventaron una supuesta fuerza del mal, un infierno que tampoco aparece ni siquiera en el Antiguo Testamento, sus diablos y toda la parafernalia diabólica tan del gusto supersticioso de algunos.
Conceptos mal copiados de mitologías y ritos caldeos y babilónicos, porque al fin de cuentas, el verdadero Demonio, es el que portamos todos en nuestro interior, como parte intrínseca de nuestros instintos, nuestros egos., etc.
De Lucifer como Portador de la Luz se han escrito ríos de tinta. A los antiguos Agapetas españoles y sus seguidores, representados en la figura de Prisciliano, se les llamó precisamente Los Luciferianos.
Pero el absurdo llegó aun mas lejos, pues así denominaron también a las organizaciones ocultistas como a los alumbrados españoles y a los Charitatis, aun siendo esta última una asociación cristiana.
Realmente, este término se utilizaba simplemente, para representar
Al Heterodoxo
Y, por supuesto por la postura Rebelde de algunos ante dogmas impuestos por el poder de turno. El Lucifer identificado con Satanás, es algo tan ridículo y simple, como su propio invento en sí, utilizado, para el interés de unos pocos, para dominar bajo el imperio del miedo.
Satán nunca fue concebido como algo personalizado, ni tan siquiera se pensó en ello, como un Ser, ni semejante, ni opuesto ni paralelo a Dios. Simplemente pertenece a los mitos y doctrinas basados en la propia Naturaleza, reflejando en ello a la Agricultura, sus fechas Lunares, la Procreación y la Fertilidad, o en conceptos mas desmitificados, y descascarillando el sentido esotérico que no posee. Representando el Ying y Yang, el Sat, Sot y Atma, Kundalini, el Chi el Ki.,etc.
No olvidemos que el término Sat, de raíz indo, significa Naga El Todo Ilimitado, es por tanto la Oscuridad Ilimitada que existió, anterior al Cosmos, o Fuerza Oscura (por desconocida) que permea y motiva a toda la Naturaleza y a todo el Cosmos, sea animado o inanimado. Es por tanto; Fuerza equilibradota del Universo, el llamado Cosmocrator de los Pitagóricos. La Fuerza de adhesión, la del blanco y negro, lo dual, nacimiento, muerte.., etc.
Y, como Fuerza y Fuerza Satánica, es parte de la Creación, no dejando de ser, por tanto, una Emanación simple de la Propia Unidad, y por ello incluso, traducido más claramente: Parte del mismo Dunia (Maya) ¡Simples desvíos esotéricos que hoy por hoy, han perdido totalmente su sentido de Ser! Antes, era indiscutible que los términos Luciferianos o Satánicos, tenía un sentido, ante una sociedad en la que había que enquistarse so pena de ser torturado, quemado o asesinado, el mismo hecho de la rebeldía y de la estructura de un librepensador, ya representaba en sí a un Luciferiano y para los que ostentaban el poder persecutorio, el satánico.
Indudablemente ambos conceptos quedaban rellenos de grandes símbolos para atemorizar o encandilar, o simplemente para comunicar mensajes cifrados entre Hermanos, hermanos en rebeldía civil, política e incluso religiosa, lo que hoy llamaríamos unos libertarios, sabios, filósofos, etc. O, simplemente
Heterodoxos
Pero hoy, ¿Qué sentido le queda?… ¡Ninguno! Ya que esos secretismos, en esta época, dejan de serlo, bajo el amparo de la libre circulación de ideas e información; hasta carece de sentido en Países más o menos sometidos o en vías de democratización.
Los misterios Luciferinos, como representación de la Heterodoxia que busca en libertad y por voluntad ¡La Sabiduría!, solo tiene el sentido, como nombre y etiqueta de un cajón que, aparte de simbolismos que hoy en día son solo útiles al pobre que se deja encandilar por ellos, la intención de Búsqueda del Conocimiento y posiblemente, si así se desea, incluso.
¡La Sabiduría!
Otro concepto asociado al Luciferianismo es la palabra Baphomet, término ya muy manido, en especial entre ciertas Ordenes y Pseudo ordenes, mas o menos esotéricas de personas serias y a veces de colgados mentales, no precisamente muy ligado al término Luciferiano (está hoy mal visto), como es lógico, pues incluso en la propia Masonería, por ejemplo, existe la Heterodoxia..
Unos dicen que el nombre le viene del Islam, ya que al fin de cuentas, todos sabemos que fue éste el que influyó realmente al ocultismo occidental, desde los Rosacruces (siendo su fuente) a los grupos Masónicos ingleses, formados a través de los constructores sufíes.
Y, como en los nacimientos de grupos Masónicos y esotéricos en las figuras de sus Maestros, mayoritariamente ligados al sufismo o al exotismo árabe o islámico, bien desde Egipto o desde otro lugar de Oriente Medio.
Otros dicen que Baphomet es una corrupción de Abufihamat, ya que Idris Shah, un Maestro Sufí, así lo sugería, basándose en la forma de pronunciación, quedando casi como..Baufiumat, que curiosamente significa:
Fuente del Entendimiento.
Otros dicen que viene del griego, de palabras compuestas por Baph y Metis, cuyo significado sería:
Iniciación por medio del agua
Otros que procede de la antigüedad babilónica, de las palabras Bahu Mid. Otros que lo trajeron los Templarios, como símbolo mágico del Islam, lo cual lógicamente, y sin mas, es totalmente falso, ya que precisamente el Islam Prohíbe toda representación mas o menos simbólica hacia la divinidad o similar.
Los musulmanes no creen ni en ningún hombre dios, lo cual ya de por sí es aberrante y signos de superstición arcaica, ni en estatuas, dibujos o imágenes que representen a Dios, ya que es imposible el que sea representado ni nombrado, cosa que cualquier persona que se pare un poco a pensar, vera con toda y simple lógica; siempre, claro está que no se deje esclavizar ni condicionar con ideas preconcebidas religiosas. Lo que no quita que dichos Templarios tuviesen al final una clara convivencia Islámica, por sus valores esotéricos, filosóficos y científicos.
Escrito al leves, de derecha a izquierda Tem Oph AB Representa realmente a la Serpiente o Dragón Alado, y volvemos con ello a símbolos puramente representativos de lo.
Heterodoxo.
Sin más misterio.Podríamos decir que representa realmente:
Entendimiento.Sabiduría.Inteligencia.Voluntad
El propio Eliphas Levi, dibujó al Baphomet, siguiendo el canon de Mendes, y dio una curiosa interpretación de su palabra leída también al revés (costumbre árabe y judía), y separando sus sílabas:
Tem Oph Ab
Que en latín significa: Templi Omnium Hominum Pacis Abbas
El Dios del Templo de la Paz Entre Todos Los Hombres
Posiblemente como Leví era judío, lo simbolizaba también como la Salvación por Dios, a través de un Templo, que para él, este Templo era el de Jerusalén o el de Salomón, dando a entender que una posible y futura salvación estaría sustentada en dicha creencia, y tal templo era un símbolo espiritual, pero claro está, dentro de la ideología judía.
Idea bastante ridícula y absurda, que en su época incluso, supo introducirse equívocamente en grupos masónicos y en ciertos grados, por mediación del propio cristianismo rebelde, nostalgias del simbolismo antiguo.
¡¡Jamás, ningún Templo de Salomón!!
Ni simbólico, ni real, traerá paz alguna a este Mundo, salvo los propios seres humanos unidos en hermandad y contra los manipuladores de religiones y etnias, en contra de nuestra innegable
Igualdad
Por otra parte el Dr. Hugo Schonfield, uno de los Doctores que colaboraron en el estudio de los Documentos del Mar Muerto, decía que Baphomet era una palabra codificada y sometió dicha palabra al descodificador cabalístico denominado Atbash. Sistema que consiste en sustituir la primera letra del alfabeto por la ultima, la segunda por la penúltima, y así sucesivamente.
Al aplicar este código a la palabra Baphomet.
¡O misterio!
Aparece la palabra:
Sophia
Que aunque griega, significa:
Saber o Sabiduría
Si observamos las distintas significaciones que hemos encontrado para esta palabra, nos daremos cuenta que todas, en cierta manera, son sinónimas o parecidas, igualándose en un significado de:
Heterodoxos
Sería, terminando; como palabra que correspondería a; Shekinah, Baphe Metis¿Iniciación en el Saber?….Y, otra vez como símbolo de Energía, de parte de la Unidad, de la Kundalini, del Ying y del Yang,etc.
Por si aun quedan algunas dudas, sobre Baphomet, debemos recordar que éste Puro símbolo, está basado en la Cabra de Mendes. Mendes viene del griego Mendesios, en Egipto representaba al Dios Carnero Ammon (Sagrado Espíritu viviente de Rá) y Ammón Rá, más o menos significa:
El Vacío o Vía de la Mano Izquierda, o Sendero Siniestro
Algo así como la representación, repetimos, de un concepto de Heterodoxia, al mas puro estilo del Dios Pan, de Prometeo, etc. Rebeldía al fin de cuentas Oposición a lo establecido Voluntad de saber, aun en contra del esclavismo impuesto religioso/político
Esclavismos e imposiciones para controlar y tener Poder sobre las masas ignorantes y aterrorizadas, con castigos divinos y demonios e infiernos, parafernalias de cosas que jamás existieron, salvo en la imaginación enfermiza humana.
El Santuario de Ammón Rá, se llamaba:
Pa Bi Neb Nat, o bien. Ba Neb Tettu
Los asirios, lo simplificaban con Binedi, los griegos como Bandes y por deformación, se quedó en Mendes. Aproximadamente el significado es:
Alma del Carnero.Señor de Tettu
El simbolismo del Carnero, siempre representó, desde la antigüedad una idea chamánica representativa del ansia por lo oculto, por el saber, al fin de cuentas.
Y, recordemos que Baal, que quiere decir Señor o Dios, en un principio se utilizaba para representar, precisamente al Dios Baal Yahve, y su forma, realizada por Aarón, hermano de Moisés, fue precisamente de un Carnero de oro.
Realmente, al mas puro estilo Luciferiano, representaba Restos Ritualísticos de la antigüedad, Ritos de la Procreación y de la Fertilidad. También como Cabra de Mendes está unida al famoso Mito de Osiris Set (Ritos de Fertilidad Solares) (Agricultura).Recordemos que el falo de Osiris se perdió y fue engullido por un pez, y el pez se convierte en símbolo del cristianismo y los Setianos una de las innumerables sectas cristianas, representados por Clemente de Alejandría, que afirmaban que Set era una encarnación previa del propio Jesucristo. (¿)
¡Vamos!, un gran cacao mental y confusionismo simbólico, intentando encontrar, lo que no hay. Luego, después de Mendes, fue en realidad de donde surgió el Baphomet actual, del cual ya escribí un artículo, que aconsejo volver a leerlo.
Simplemente recordar que en la construcción simbólica del mismo, aparece la estrella de cinco puntas, llevando el Baphomet, las dos puntas hacia abajo, formando el Adan Kadmon, símbolo Blanco y por supuesto de la Heteodoxia, y cuando esta estrella dicen, que está invertida, representa lo satánico, yo ante semejante absurdo, diría, que representa lo Hetero de la Heterodoxia o mejor explicado:
Rizar el rizo.
Tendríamos que parar a pensar, por nosotros mismos..Con un poco de relajamiento y sin condicionamientos: ¿Acaso no nos damos cuenta, que todo esto, como conocimiento es divertido y está bien?, ¿Pero que no lleva a ninguna parte? ¿Acaso no nos damos cuenta, que en otra época, si es cierto que existía y había motivo para ocultar ciertas ideas en símbolos, que hoy están superados y mas bien diríaQue son ridículos? La verdad es mucho más sencilla, y el camino hacia la Sabiduría, se encuentra realmente en la: ¡¡¡Simplificación!!! Un gran Maestro, decía a sus alumnos: >A Dios, hay tres cosas que le encantan del hombre, y esta son:
Sencillez..SencillezSencillez.
Por tanto, Baphomet no es ni mas ni menos que un símbolo ¡Humanista!, una representación de la búsqueda sincera del conocimiento como uno de los posibles caminos, y su final, en la sabiduría, y que esto pasa por ser un librepensador, que es lo que antiguamente denominaban los Maestros del Engaño Religioso, como Heterodoxos o Luciferianos
Francamente. ¿Alguien, hoy en día, cree en el diablo o en Satanás? ¿Acaso el mismo hombre no manda sobre este concepto del Mal, mas que el Mal mismo?
De existir el tal Satanás, el hombre lo sometería de inmediato, pues entre otras cosas, le superaría en su propia maldad..Y, si no
¡Miremos la Historia!
Con este artículo, y se que me enemistaré con mas de un romántico, admirador del símbolo, pretendo quitar la venda de los ojos, hacia un esoterismo barato, que pretende sustituir un poder por otro, pues por desgracia, aquí hemos llegado
¡A manipular a la propia Heterodoxia!
Y, para terminar, en el Apocalipsis, se lee: >Yo soy el Alfa y el Omega< Curiosamente, en el texto en griego, en lugar de omega en palabra, pone solo el símbolo de la omega. Si damos el valor cabalístico a sus letras, tendríamos para
¡Esta Exclamación de Dios!
1332 = 666 +666 = 666 y 666 Y, como tambien 666 es la suma de los números consecutivos hasta el 36, podemos sustituir 36 y 36 por el valor de 72 (su suma) y nos encontraríamos con la gran curiosidad de la coincidencia en el Tetragramón de la palabras de Dios: YHWH, siendo 10,5,6,5 y como el 6 es una llave cabalística, quedaría 10 =5 y 5 que simplifando
Nota* el numero de la Bestia es 616 en realidad, el 666 se hizo como manera contradictoria al numero original.

LOS MAGICOS REGALOS DE LOS REYES MAGOS

Muchas veces comento con personas si saben el real significado de los regalos de los reyes Magos al Niño Jesús, en la mayoría de casos no tienen ni idea del significado real o mágico que ellos tienen; es muy curioso como el mundo Cristiano ha llegado a celebrar ciertas fechas sin conocer su importancia o significado. Según la tradición cristiana los tres Reyes Magos: Melchor, Gaspar y Baltazar, llegaron hace más de 2.000 años a celebrar el nacimiento del niño Jesús portando tres regalos: oro, incienso y mirra.
El evangelio de San Mateo (Mt2: 1-12) cuenta de unos Magos que vinieron de Oriente guiados por una estrella buscando al nuevo Rey que habría de nacer. Si bien no existen muchos datos específicos de estos personajes se asume que eran "sabios" o Astrónomos. Asimismo; tampoco se especifica el porque de los regalos; existen muchas interpretaciones inclusive al respecto. Estos Magos pueden no haber sido otros que miembros de la casta sacerdotal como lo sugiere Tertuliano que los nombra como Magos de "estirpe Real". La religión de los Magos era fundamentalmente la de Zoroastro y prohibía la hechicería; su astrología y habilidad para interpretar sueños fue quizás la ocasión para su  encuentro con Cristo. En algunos escritos de la época se menciona el número tres en alusión a las tres familias descendientes de Noé.
La narración evangélica no menciona el número de Magos, y no hay una tradición cierta sobre esta materia. Varios textos cristianos hablan de tres Magos; en realidad se hallan influenciados por el número de regalos. En el Oriente, la tradición habla de doce obsequios.
Como fuere; estos tres Reyes Magos venían de países lejanos y fueron guiados por la Estrella de Belén; que también es atribuible a la triple conjunción de Marte, Júpiter y Saturno ; es allí que Melchor entregó la mirra, Gaspar el incienso y Baltasar el oro.¿Pero que utilidades o propiedades tenían el oro, el incienso y la mirra? ¿Porque precisamente esos tres regalos?
Pues los tres regalos siguen teniendo grandes poderes medicinales hoy en día y ya desde la antigüedad se conocía sus poderes curativos; entonces podríamos decir que lo que en realidad los Reyes Magos le trajeron al niño Jesús fueron elementos para cuidar su cuerpo y su salud. Hoy en día inclusive el deseo de todo padre al momento de nacer su hijo por encima de cualquier cosa  es que este "sano".
EL ORO
La importancia del oro era tan obvia hace más de 2.000 años como lo es ahora; sin embargo tiene un significado mágico que el día de hoy también lo tiene. Pero además del valor que se le ha otorgado en todas las culturas y épocas, el metal ha sido utilizado desde hace miles de años también en algunos tratamientos medicinales.
En la antigüedad algunos creían que ingerir sus alimentos diarios servidos en platos de oro podría prolongar su tiempo de vida y retardar el envejecimiento. También durante la gran peste negra en Europa algunos alquimistas pensaron que podrían curar a los enfermos haciéndoles ingerir oro finamente pulverizado, cosa que no fue tan cierta.
Los primeros registros del uso del oro datan del 1500 antes de Cristo; algunos enfermos en la antigüedad masticaban finísimas láminas o polvo de oro. En determinadas ocasiones se echaba una pizca de este metal en guisos fortalecedores;  el mismísimo Rey francés Luis XII bebía grandes cantidades de oro líquido, brebaje reconstituyente que le preparaban los alquimistas de la corte para fortalecer su maltratada salud.
El Oro en la Alquimia es una vía hacia el autoreconocimiento esencial. Es información sobre nuestro camino, sobre nuestra vida. Es la transmutación del alma, con la medicina de la sabiduría, con la intuición y sobretodo con el corazón; es la búsqueda de la piedra filosofal.
En las últimas décadas se ha descubierto que el oro interfiere inhibiendo algunas moléculas causantes de algunas enfermedades inflamatorias e infecciosas, incluido el VIH. El uso de oro en medicina es conocido como crisoterapia
EL INCIENSO
El incienso del latín incensum o encender, es una preparación de resinas aromáticas vegetales, a las que a menudo se añaden aceites esenciales de origen animal o vegetal, de forma que al arder desprenda un humo aromático con fines religiosos, terapéuticos o estéticos.
El principal objetivo de los budistas tibetanos, donde intervienen los aromas y las vibraciones armónicas de los inciensos es para invocar el apoyo de los espíritus benefactores que están en el ambiente.
Hoy en día el incienso es algo que no puede faltar en las vidas de los budistas, así como en sus fiestas, ceremonias. Es una costumbre quemar el incienso en todas sus celebraciones. Aplicando así la "aromaterapia"
En China y Japón se ha usado en los rituales de adoración de deidades, porque se piensa que el humo puede llevar las oraciones al cielo.
Se dice que el incienso tiene propiedades calmantes y en la antigüedad se le usaba para tratar la melancolía hoy en día la llamada "depresión".
En la medicina ayurvédica usa para tratar la artritis y ha sido muy estudiado para comprobar su potencial curativo en asma, osteoartritis, enfermedad de Crohn y colitis.
Aunque no se ha podido comprobar los beneficios del incienso para estas enfermedades en humanos, de igual manera se sabe que es efectivo como repelente de mosquitos.
LA MIRRA
La mirra es una resina que se obtiene a través de los cortes practicados en la corteza del árbol oriundo de Somalia. Por los cortes fluye un jugo lechoso de color amarillento que al entrar en contacto con el aire forma bolas y granos irregulares, se oscurece y despide un intenso aroma. La composición de esta resina de mirra es diversa. Sus componentes más activos son: aceites esenciales y mucílago. En tiempos pasados se tomaba sencillamente un trocito de esta resina del tamaño aproximado de un frijol y se masticaba con el fin de curar las inflamaciones bucofaríngeas o para protegerse de posibles infecciones; es decir que se le atribuían ya desde la antigüedad propiedades antisépticas y antiinflamatorias.
Mirra significa "amargo" en árabe. En la medicina china se le ha usado durante siglos para curar heridas, cicatrices, sangrado y para aliviar la inflamación.
Los antiguos egipcios lo usaban también para embalsamar a sus muertos y durante mucho tiempo fue considerado un producto más valioso que el mismo oro.
La mirra, sin embargo, sigue siendo muy usada en la industria cosmética, que afirma que el producto tiene propiedades antienvejecimiento.
De hecho, el incienso y la mirra son la base de los productos de belleza más utilizados actualmente; hay quienes las incluyen en los tratamientos antienvejecimiento o anti-age;  ya que se pueden encontrar en algunas cremas, bálsamos y lociones inclusive en tratamientos revitalizantes en algunos de los "Spa" mas conocidos del mundo.
Quizás pues si entrelazamos estos tres regalos estaríamos hablando de que le entregaron al niño Dios herramientas para que su cuerpo en esta vida terrenal este sano. Si bien esta es una interpretació n libre de los regalos de los Reyes Magos, pues no esta muy lejos de la realidad ya que el mensaje real de aquellos Sabios era de que: "debemos cuidar nuestro cuerpo ya que en el Mora el Espíritu de Dios".

Origen de la Palabra Dios

Comencemos con el origen de la palabra Dios, God en inglés.
¿Cuál es la significación verdadera y primitiva de este término? Sus significados etimológicos son tan numerosos como variados. Según uno de ellos, la palabra se deriva de un término persa antiquísimo y muy místico: Goda el cual quiere decir “El mismo”, o algo emanante por sí mismo del Principio absoluto. La raíz de esa palabra es Godan de donde se derivan Wotan, Woden y Odín; de forma que la radical oriental no ha sido casi alterada por las razas germánicas que formaron con ella la voz Gotz, de la cual derivaron el adjetivo Gut, “Good” (bueno en inglés) y el término Goda o ídolo. Las palabras Zeus y Theos de la antigua Grecia dieron origen a la palabra latina Deus. Goda, la emanación, no es ni puede ser idéntica a aquello de lo que emana y, por consiguiente, es tan sólo su manifestación periódica y finita. Cuando el antiguo Arato dijo que “Todos los caminos y mercados frecuentados por los hombres están llenos de Zeus; llenos de El están los mares y también los puertos”, no limitaba la Idea de Dios a un mero reflejo temporal suyo sobre nuestro plano terrestre, como lo es Zeus o su antecedente Dyao, sino que daba a la palabra la extensión de un Principio universal y omnipresente. Antes de que Dyao, el deslumbrante dios (el cielo) hubiera atraído la atención del hombre, existía ya el védico Tat –”aquello”– (that en inglés), el cual no tiene ni para el filósofo ni para el iniciado nombre alguno definido, porque es la noche absoluta, oculta bajo toda la radiante luz manifestada. Pero no se pudo evitar que el Sol, primera manifestación en el mundo de Maya e hijo de Dyao, fuese llamado por los ignorantes “El Padre” como lo fue también el mítico Júpiter, última y significativa reflexión de Zeus–Surya.
De manera que el sol llegó rápidamente a ser sinónimo de Dyao y fue confundido con él.
Para unos, era el Hijo; para otros, “el Padre”, que mora en el radiante cielo. Sin embargo, Dyao–Pitar, el Padre en el Hijo y el Hijo en el Padre, tiene origen finito, puesto que le fue concedida la Tierra como esposa. Durante la gran decadencia de la filosofía metafísica fue cuando comenzó a representarse a Dyâvâ–prithivî, “el Cielo y la Tierra”, en forma de padres universales y cósmicos, no sólo de los hombres, sino también de los dioses. El poético y abstracto concepto original de la causa Ideal acabó por corromperse. Dyao, el Cielo, llegó a ser rápidamente Dyao el Paraíso, la morada del “Padre” y, finalmente, el mismo Padre. En seguida el Sol fue transformado en símbolo del Padre y recibió el título de Dína Kara “el que crea el día”, y de Bhâskara “el que crea la luz”, siendo desde ese momento el Padre de su Hijo y viceversa.
A partir de entonces se estableció el reino del ritualismo y del culto antropomórfico que terminó por envilecer al mundo entero, extendiendo su supremacía hasta nuestra época llamada civilizada.
Una vez se ha visto que éste es el origen común, sólo nos resta establecer el contraste entre los dos dioses –el dios de los gentiles y el de los judíos– y deducir intuitivamente, basándonos en su propia revelación y juzgándoles de acuerdo con su definición, cuál de los dioses se encuentra más cerca del ideal más sublime.
Citemos al coronel Ingersoll el cual ha establecido un paralelismo entre Jehová y Brahma. Jehová, oculto tras las nubes y tinieblas del Sinaí, dice a los judíos:
“No tendrás dioses ajenos delante de mí. No te prosternarás delante de sus imágenes, ni las
honrarás, porque yo soy Jehová, tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos, hasta la tercera y cuarta generación de aquellos que me aborrecen, a fin de que me teman”.
Compárense estas palabras con las que pone un hindú en boca de Brahma: “Yo soy el mismo para todos los seres. Quienes sirven honradamente a los otros dioses, me adoran involuntariamente. Yo soy el que participa en toda adoración; yo, la recompensa de todos los adoradores”. Compárense ambos párrafos, El primero es un lugar oscuro en que se insinúan cosas que nacen del fango: el otro, grande como el firmamento, cuya bóveda está sembrada de soles.
El primero es el dios que atormentaba la imaginación de Calvino, cuando añadía a su doctrina de la predestinació n la del infierno tapizado de cráneos de niños no bautizados. Las creencias y los dogmas de nuestras iglesias son tan blasfemas por las ideas que implican como las de los paganos que se hallan sumergidos en las tinieblas…Ya pueden disfrazar y enjalbegar cuanto quieran al Dios de Abraham y de Isaac, que nunca serán capaces de refutar las palabras de Marción, quien niega que el Dios del odio pueda ser el mismo Dios que el “Padre de Jesús”. Sea como sea, herejía o no, el “Padre que está en los cielos” ha seguido siendo, a partir de esa época, una criatura híbrida, una mezcolanza del Jave  (Júpiter) de los paganos con el “Dios celoso” de Moisés, Dios que, exotéricamente, es el sol, cuya morada se encuentra en los cielos y, esotéricamente, es el cielo.
¿No da El nacimiento a la luz “que brilla en las tinieblas”, al día, al brillante Dyao, al Hijo, y no es El, acaso, el Altísimo Deus coelun? ¿Y no es Terra, la Tierra, la Virgen eternamente inmaculada que, engendrando sin descanso, fecundada por el ardiente abrazo de su “Señor”– los vivificantes rayos solares – se convierte en madre de todo cuanto vive y respira en el vasto seno de la esfera terrestre? Esto explica el carácter sagrado que tiene en el ritual lo que ella produce: o sea, el pan y el vino. De ahí también la antigua messis, el gran sacrificio ofrendado a la diosa (Ceres Eleusina, es decir, la tierra) de las cosechas (de la mies): messis para los iniciados, missa para los profanos1 que ha llegado a ser hoy en día la misa o liturgia cristiana. La antigua ofrenda de los frutos de la Tierra hecha al Sol, al Deus Altissimus, el símbolo del G.A.D.U. de los francmasones contemporáneos, llegó a ser la base más importante del ritual entre las ceremonias de la nueva religión. Las parejas místicas2 Osiris e Isis (el sol y la tierra) de los egipcios, Bel y la cruciforme Astarté de los babilonios; Odín o Thor y Freya, de los escandinavos; Belén y la Virgo Paritura de los celtas; Apolo y la Magna Mater de los griegos, las cuales tenían idéntica significación, pasaron como representació n corporal a los cristianos y fueron transformadas por ellos en el Señor–Dios o el Espíritu Santo que desciende sobre la Virgen María.El Deus Sol o Solus, o sea el Padre, llegó a confundirse con el Hijo: el “Padre” que brilla deslumbrador en la hora del Mediodía, se transformaba al amanecer en “Hijo”, en cuyo momento se decía el que “había nacido”. Esta idea recibía su gran apoteosis anualmente el día 25 de diciembre, durante el solsticio de Invierno, cuando, según se decía, el sol –acabado de nacer– era igual para los dioses solares de todas las naciones. Natalis solis invicte. Y el “precursor” del Sol resucitado, crece y se fortalece hasta el equinoccio de primavera, que es cuando el Dios–Sol comienza su curso anual bajo el reinado de Ram o del Carnero (Aries), la primera semana lunar del mes.
En toda la Grecia pagana se conmemoraba el día primero de marzo, cuyas neomenia se consagraban a Diana. Por idéntica razón, las naciones paganas celebran su fiesta de Pascua el primer domingo siguiente a la luna llena del equinoccio de primavera. El cristianismo, no sólo ha copiado las fiestas del paganismo, sino también las vestimentas canónicas, cosa que es imposible negar. Eusebio confiesa en su Vida de Constantino, diciendo quizás la única verdad proferida en su vida, que “con el fin de hacer que el cristianismo fuera más atrayente para los gentiles, los sacerdotes (del Cristo) adoptaron las vestimentas externas y los ornamentos utilizados en el culto pagano, y podría haber añadido que habían hecho lo mismo con sus rituales y sus dogmas.
1 De pro, “delante” y fanum, “el templo”; es decir, los que no están iniciados, los que se encuentran ante el templo sin atreverse a entrar.2 La Tierra y la Luna su pariente, son similares. Por eso todas las diosas lunares eran también símbolos representativos de la Tierra.

Sabiduría Divina

Quién mira afuera, sueña; quién mira adentro, despierta.
(Carl Gustav Jung)
Los grandes espíritus siempre han encontrado oposición violenta de los mediocres. Éstos últimos no pueden entender cuando un hombre no se rinde sin pensar a prejuicios hereditarios, sino que franca y valientemente usa su inteligencia.
(Albert Einstein)
Todas las verdades son fáciles de entender una vez que son descubiertas; el punto es descubrirlas.
(Galileo)
No intentes estudiar la más elevada de todas las ciencias si no has decidido de antemano entrar en el sendero de la Virtud, porque aquellos que no son capaces de sentir la Verdad no comprenderán mis palabras.
Únicamente aquellos que entren en el Reino de los Cielos comprenderán los Misterios Divinos, y cada uno de ellos aprenderá la Verdad y la Sabiduría sólo en la medida de su capacidad para recibir en el corazón la Luz Divina de la Verdad. Para aquellos cuya vida consiste únicamente en la mera luz de su ego intelectual, los Misterios Divinos de la Naturaleza no serán comprensibles, porque las palabras que pronuncia la Luz no son oídas por sus Almas; únicamente aquel que se desliga de su ego o propio yo puede Conocer la Verdad, porque la Verdad sólo es posible conocerla en la Región del Bien Absoluto.
Todo cuanto existe es producto de la actividad del Espíritu. La más elevada de todas las Ciencias es aquella por cuyo medio aprende el hombre a conocer el lazo de unión entre la inteligencia espiritual y las formas corpóreas. Entre el Espíritu y la Materia no existen las líneas de separación marcadas, pues entre ambos extremos se presentan todas las gradaciones posibles.
Dios es Fuego, emitiendo la Luz más pura. Esta Luz es Vida, y las gradaciones existentes entre la Luz y las Tinieblas se hallan fuera de la concepción humana. Cuanto más nos aproximamos al centro de la Luz, tanta mayor es la fuerza que recibimos, y tanto mayor poder y actividad resultan. El destino del hombre es elevarse hasta aquel Centro Espiritual de Luz, por sus propios medios. El hombre primordial era un Hijo de aquella Luz. Permanecía en un estado de Perfección Espiritual muchísimo más elevado que en el presente, en que ha descendido a un estado más material asumiendo una forma corpórea y grosera. Para ascender de nuevo a su altitud primera, tiene que volver atrás en el sendero por el cual descendió.
Cada uno de los objetos animados de este mundo obtiene su vida y su actividad gracias al Poder del Espíritu; los elementos groseros hállanse regidos por los más sutiles, y estos a su vez por otros que lo son todavía más, hasta llegar al poder puramente espiritual y divino, y de este modo, Dios influye en todo y lo gobierna todo. En el hombre existe un germen de Poder Divino, germen que desarrollándose, puede llegar a convertirse en un árbol del cual cuelguen frutos maravillosos. Pero este germen puede únicamente desenvolverse gracias a la influencia del calor que radia en torno del Centro Flamígero del Gran Sol Espiritual, y en la medida en que nos aproximamos a la Luz, es este calor sentido.
Desde el centro o causa suprema y original, radian continuamente poderes activos, difundiéndose a través de las formas que su actividad eterna ha producido, y desde estas formas radian otra vez hacia la causa primera, dando lugar con esto a una cadena ininterrumpida en donde todo es actividad, luz y vida. Habiendo el hombre abandonado la radiante esfera de luz, se ha hecho incapaz de contemplar el pensamiento, la voluntad y la actividad del Infinito en su unidad, y en la actualidad tan sólo percibe la imagen de Dios en una multiplicidad de imágenes varias. Así es que él contempla a Dios bajo un número de aspectos casi infinito, pero el mismo Dios permanece uno. Todas estas imágenes deben recordarle la exaltada situación que un tiempo ocupó y a la reconquista de la misma deben tender todos sus esfuerzos.
A menos que se esfuerce en elevarse a mayor altura espiritual, ira sumiéndose cada vez más profundamente en la sensualidad, y le será entonces mucho más difícil el volver a su estado primero.
Durante nuestra vida terrestre actual nos encontramos rodeados de peligros, y para defendernos nuestro poder es bien poco. Nuestros cuerpos materiales nos mantienen encadenados al reino de lo sensual y un millar de tentaciones se lanzan sobre nosotros todos los días. De hecho, sin la reacción del espíritu, la acción del principio animal en el hombre rápidamente lo arrastraría al cieno de la sensualidad, en donde su humanidad desaparecería en último resultado. Sin embargo, este contacto con lo sensual es necesario para el hombre, pues le proporciona la fuerza sin la cual no sería capaz de elevarse. El poder de la voluntad es el que permite al hombre elevarse, y aquel en quien la voluntad ha llegado a un tal estado de pureza que es una y la misma con la voluntad de Dios, puede, incluso durante su vida en la tierra, llegar a ser tan espiritual que contemple y comprenda en su unidad al reino de la inteligencia.
Un hombre tal puede llevar a cabo cualquier cosa; porque unido con el Dios universal, todos los poderes de la naturaleza son sus propios poderes, y en él se manifestarán la armonía y la unidad del todo. Viviendo en lo eterno, no se halla sujeto a las condiciones de espacio y de tiempo, porque participa del poder de Dios sobre todos los elementos y poderes que en los mundos visible e invisible existen, y comparte y goza de la gloria (conciencia) de lo que es eterno. Diríjanse todos tus esfuerzos a alimentar la tierna planta de virtud que en tu seno crece. Para facilitar su desarrollo purifica tu Voluntad y no permitas que las ilusiones de la sensualidad y del tiempo te tienten y te engañen; y cada uno de los pasos que des en el sendero que a la vida eterna conduce, te encontrarás con un aire más puro, con una vida nueva, con una luz más clara, y a medida que asciendas hacia lo alto aumentará la expansión de tu horizonte mental.
La inteligencia sola no conduce a la sabiduría. El espíritu lo conoce todo, y sin embargo ningún hombre le conoce. La inteligencia sin Dios enloquece, empieza a adorarse a sí misma y rechaza la influencia del Espíritu Santo. ¡Ah, cuán poco satisfactoria y engañosa es una tal inteligencia sin espiritualidad! ¡Cuán pronto perecerá! El espíritu es la causa de todo, ¡y cuán pronto cesará de brillar la luz de la más brillante de las inteligencias una vez abandonada por los rayos de vida del sol del espíritu!
Para comprender los secretos de la sabiduría no basta el especular y el inventar teorías acerca de los mismos. Lo  que principalmente se necesita es sabiduría. Solamente aquel que se conduce sabiamente es en realidad sabio, aunque no haya recibido jamás la menor instrucción intelectual. Para poder ver necesitamos tener ojos, y no podemos prescindir de los oídos si queremos oír. Para poder percibir las cosas del espíritu necesitamos el poder de la percepción espiritual. Es el espíritu y no la inteligencia quien da la vida a todas las cosas, desde el ángel planetario hasta el molusco del fondo del océano. Esta influencia espiritual siempre desciende de arriba abajo, y nunca asciende de abajo arriba, en otras palabras: siempre radia desde el centro a la periferia, pero jamás de la periferia al centro. Esto explica por qué siendo tan sólo la inteligencia del hombre el producto o efecto de la luz del espíritu que brilla en la materia no puede nunca elevarse por encima de su propia esfera de la luz, que procede del espíritu.
La inteligencia del hombre será capaz de comprender las verdades espirituales. Únicamente con la condición de que su conciencia entre en el reino de la luz espiritual. Esta es una verdad que la gran mayoría de las personas científicas e ilustradas no querrán comprender. No pueden elevarse a un estado superior al de las esferas intelectuales creadas por ellas mismas, y consideran todo lo que se halla fuera de ellas como vaguedades y sueños ilusorios. Por lo tanto, su comprensión es oscura, en su corazón residen las pasiones, y no se les permite a ellos el contemplar la luz de la verdad. Aquel cuyo juicio es determinado por lo que percibe con sus sentidos extremos no puede realizar las verdades espirituales. Un hombre dominado por los sentidos se mantiene adherido a su yo individual, el cual es una ilusión, y naturalmente, odia la verdad, porque el conocimiento de la misma destruye su personalidad. El instinto natural del yo inferior del hombre le impulsa a considerarse a sí mismo como un ser aislado, distinto del Dios universal. El conocimiento de la verdad destruye aquella ilusión, y por lo tanto, el hombre sensual odia la verdad.
El hombre espiritual es un hijo de la Luz. La regeneración del hombre y su restauración a su primer estado de perfección, en el cual sobrepasa a todos los demás seres del universo, depende de la destrucción y remoción de todo cuanto oscurece o vela su verdadera naturaleza interna. El hombre es, por decirlo así un fuego concentrado en el interior de una cascara material y grosera. Es su destino el disolver en este fuego las porciones materiales y groseras (del alma) y unirse de nuevo con el flamígero centro, del cual es a manera de centella durante su vida terrestre. Si la conciencia y la actividad del hombre hállanse continuamente concentradas en las cosas externas, la luz que radia de la centella divina desde el interior del corazón va debilitándose poco a poco, y desaparece finalmente. Pero si el fuego interno se cultiva y alimenta, destruye los elementos groseros, atrae otros principios más etéreos, hace al hombre más y más espiritual y le concede poderes divinos.
No sólo cambia el estado del alma (la actividad interna), cambia también el estado receptivo más perfecto para las influencias puras y divinas, y ennoblece por completo la constitución del hombre hasta que se convierte en el verdadero Señor de la creación. La Sabiduría Divina o «Teosofía» no consiste en conocer intelectualmente muchas cosas, en ser sabio en pensamientos, palabras y acciones. No puede existir ninguna Teosofía especial ni cristiana. La Sabiduría en absoluto (Sabiduría Divina) no posee calificaciones. Es el reconocimiento practico de la verdad absoluta, y esta verdad es sólo UNA