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miércoles, 2 de julio de 2014

Beato Antonio Rosmini Serbati

Beato Antonio Rosmini Serbati
«Gigante de la cultura, fundador del Instituto de la Caridad, y el Instituto de las Hermanas de la Providencia. El Concilio Vaticano II revocó la condena que pesaba sobre sus obras»

 A punto de ser beatificado en 2007, Benedicto XVI ensalzó su «caridad intelectual», y el cardenal Saraiva lo calificó como un «gigante de la cultura». Rosmini fue un abanderado de la unidad entre fe y razón, y ello le acarreó un singular calvario. Nació en Rovereto, Italia, el 24 de marzo de 1797. Pertenecía a una noble y acomodada familia. El hecho de ser bautizado al día siguiente, en la festividad de la Anunciación, tuvo gran relieve para él: «Con el darme Dios el privilegio de nacer a la gracia en la festividad de María, mostró el querer dármela por mi Madre y Protectora. Pueda yo corresponderle y amarla, como me propongo por la eternidad». Este signo rubricó momentos específicos de su vida.
En el hogar reinaba la piedad. Dios bendijo a los padres con el compromiso religioso de la primogénita, que fue canossiana, y el beato, segundo en orden de nacimiento. El último, más distante de la fe, no le faltó la comprensión de sus hermanos. Para Antonio, su tío paterno Ambrogio, un reputado arquitecto y pintor, fue un referente importante en su formación, aunque él a los 5 años sabía leer y escribir; aprendió con la Biblia, las actas de los mártires y las vidas de santos. Sus padres alentaron su afán por el estudio y la investigación, ya notorios cuando tenía 7 años. A los 15, aunando este amor a los libros con la vida espiritual, fundó la academia «Vannettiana»; en ella los niños compartían estudio, caridad y oración.
A los 16 años se despertó su vocación sacerdotal, un ideal que mantuvo aunque no fue compartido por su familia inicialmente. Estudió en la universidad de Padua y allí mostró unas cualidades excepcionales para penetrar en los entresijos de la ciencia y de las humanidades. Era experto conocedor de un amplio abanico de disciplinas que incluían: filosofía, política, derecho, educación, ciencia, psicología y arte. Precisamente su vasto conocimiento le mostró con nítida claridad que ninguna de ellas constituía un peligro para la fe, sino que, más bien, eran «unas aliadas necesarias», como subrayó Juan Pablo II en 1998.
Fue ordenado sacerdote en 1821. Asumió su ministerio con claras y santas ideas. «El sacerdote debe ser un hombre nuevo: vivir en el cielo con el corazón y la mente, conversando siempre con Cristo; regresar del altar un santo, un apóstol, un hombre lleno de Dios. Debe avanzar en todas las virtudes, ser el primero en amar el trabajo duro, la humillación, el sufrimiento..., un modelo de perfecta obediencia, debe vivir la caridad para con el prójimo como una llama que prende fuego a todo el mundo». Oración, estudio, caridad… fue la tónica de sus jornadas. Pío VIII le animó a que se dedicara a escribir y dejase en segundo lugar la vida activa. Alessandro Manzini, escritor y poeta, entrañable amigo de Antonio, no ocultó su admiración por él. Dijo que «era una de las cinco o seis más altas inteligencias filosóficas que Dios había brindado a la Humanidad». Además, no solo tenía talento. Era un hombre prudente, íntegro, dispuesto, sobre todo, a cumplir la voluntad de Dios; daba pruebas de su vocación y vivía en comunión con la Sede Apostólica; todo ello fue resaltado por Gregorio XVI en su Carta In sublimi de 1839.
Impulsó la Enciclopedia cristiana, que contrapuso a la francesa, y la Sociedad de los amigos para la animación cristiana de la sociedad. Aunque estas obras no tuvieron excesiva trascendencia, de algún modo ratificaron su anhelo de poner al servicio de los demás todo lo que poseía, esperando que pudiera servirles de ayuda. Ello incluía su asistencia espiritual, la donación de los bienes materiales y su bagaje intelectual, porque, sin duda, sabía que era un fecundo instrumento apostólico. Es decir, una magnífica trilogía en la que su caridad evidenciaba destellos espirituales, materiales e intelectuales. Mantuvo una ingente correspondencia epistolar que ha sido recogida en trece volúmenes. Su actividad era admirable. No solo fundó dos institutos masculino y femenino, el de la Caridad, y el de las Hermanas de la Providencia; su intensa labor intelectual le condujo a la creación de un nuevo sistema filosófico. En 1848 desempeñó una misión diplomática para el gobierno piamontés ante la Santa Sede, pero renunció debido a su rotunda discrepancia con los intereses políticos de aquél.
Su creación intelectual estuvo en el punto de mira del Magisterio de la Iglesia, y ello motivó su exilio a Gaeta ese mismo año de 1848 junto a Pío IX, del que fue su consejero. En 1849 cayó en desgracia ante el pontífice y regresó al norte de Italia. Supo por el camino que dos de sus obras se habían incluido en el Índice de libros prohibidos; detrás hubo un maquiavélico entramado de rencillas. Sufrió humillaciones y persecución con el espíritu de un fiel hijo de Dios y de la Iglesia, viviendo heroicamente la caridad y la humildad. Según sus palabras: solía «mirar las cosas desde lo alto». Había sido designado cardenal, pero nunca fue consagrado como tal. El centro de su espiritualidad, de innegable influencia mariana, fue: «el Principio de disponibilidad» a la voluntad de Dios en un doble movimiento: 1) No hacer obra exterior alguna por mi cuenta, sino purificarme, orar y esperar el signo que es voluntad de Dios. 2) No rechazar nada de todo lo que la voluntad de Dios me pide a través de las circunstancias. Bíblicamente: «Dejarme llevar por el Espíritu de Dios» (Rm 8,14).
El proceso sobre su obra le acompañó hasta el final. Mostró su convencimiento de que todo estaba en manos de Dios, asegurando que él se sentía «bastante inútil». Murió en Stresa el 1 de julio de 1855. En 1887 cuarenta proposiciones suyas contenidas en diversas obras publicadas e inéditas fueron condenadas con el decreto doctrinal, Post obitum, de la Sagrada Congregación del Santo Oficio. Pero su obra fue valorada en el Concilio Vaticano II y su condena se revocó en 2001. Benedicto XVI lo beatificó el 18 de noviembre de 2007.

domingo, 22 de junio de 2014

El Cáliz de Plata de Calera de Tango

Cuando a comienzos del siglo XVIII, algunos jesuitas y teólogos de la Universidad de Munich, y de la zona de Baviera, deseaban avanzar hacia campos de la investigación hasta entonces no explorados, se producen algunos roces entre los grupos mas conservadores y los más entusiastas, de modo que el Padre General de la Orden estima no continuar con estudios mas profundos, en campos que pudiesen ser sensibles dentro del seno de la Iglesia Católica, y para el Tribunal de la Inquisición, que había estado bastante activo hasta 1668, aunque ahora estaba avocado a los nuevos cristianos o conversos.
Lo concreto es que, algunos de estos jesuitas mas osados planifican penetrar organizaciones que gusten de los temas secretos, y de las llaves, y de los temas ocultistas.
Es así como algunos agudos estrategas jesuitas alemanes vieron que los gremios de los canteros y albañiles formaban grupos bastante "cerrados", con códigos y simbolismos para guardar algunos de sus aportes técnicos a la construcción de edificios e iglesias, pero que no revestían peligro alguno, ya que estos gremios sólo buscaban proteger sus secretos de construcción frente a otros gremios, tener trabajo para todos los miembros de la Logia, y realizar grandes actividades sociales.
Este simplicidad y debilidad de los grupos canteros, en inglés masones, fue utilizado por los jesuitas para "ingresar" o "penetrar" a dichas logias con todo el conocimiento y la erudición de siglos de saber, en sus exploraciones tanto hacia América como en dirección a los países de Oriente, donde Francisco Javier y Mateo Ricci habían sido los precursores.
En comparación a los Jesuitas del siglo XVIII, los Masones de esa época eran locales, simples, amantes de las actividades sociales, departir una "buena mesa", pero sin ambiciones otras que "tener trabajo y dinero para ellos y sus familias". Los jesuitas, en cambio, con su natural "peso histórico" y sus avanzados estudios lingüísticos, y el saber de antiguas civilizaciones y culturas, no tardaron en subyugar a los cándidos e ingenuos Masones y a todas sus cofradías, y ni siquiera las Logias de Londres y de Irlanda pudieron "escapar" al "empuje" jesuita.
Los propios japoneses y chinos, de una prestigiosa cultura ancestral, habían sucumbido al arte y a las ciencias de los misioneros de la Cia de Jesús, ¿podrían los Masones haberse resistido a estos conocimientos, que se les abría ante sus ojos gratuitamente? . Evidentemente, No.
Con el adiestramiento que los jesuitas y clérigos católicos hicieron sobre las logias masónicas, también existieron algunos Masones que se interesaron en algo mas que "comer y beber, y tener trabajo seguro".
Estos masones fueron enseñados secretamente por eximios jesuitas principalmente alemanes, en las ciencias y las artes que dentro de la Iglesia Católica estaban prohibidas, de modo que ya hacia 1750 los conocimientos de la Masonería se acercaban fuertemente a los que hasta hacía unas décadas atrás les eran propios sólo a los Altos Miembros de la Cia. de Jesús. Hasta los simbolismos entre ambas corrientes fueron idénticos.
Por ejemplo, el Ojo inscrito sobre un Triángulo fue un símbolo netamente usado por los Jesuitas, y sólo por ellos interpretado. Con las disenciones surgidas al interior de la Orden Jesuita, los jesuitas bávaros trasladaron todo este lenguaje simbólico hacia las Logias Masónicas inglesas e irlandesas, propagándose hacia el 1760 al resto de Europa.
Por ello, cuando Adam Weishaupt, educado e instruido por jesuitas en instituciones también de la Compañía, funda en 1776 la Orden de los Iluminati de Bavaria, en realidad lo que forma es sólo un atisbo o "punta de Iceberg" del proceso de migración secreta de muchos jesuitas desde seno de la Iglesia hacia las Logias Masónicas también ahora controladas por ellos.
Así, parte de los secretos guardados por siglos y que eran de propiedad de los Jesuitas, quedan ahora en manos de las Logias Masónicas, resultando en una "pérdida de memoria" para los nuevos miembros de la Orden de Jesús que ingresan luego de ser nuevamente autorizada en 1815.
Estos nuevos jesuitas y los que seguirían durante todo el siglo XIX y XX, ya no poseían los grandes conocimientos y los secretos de sus pares de antaño, quienes con su muerte o expulsión en 1767, y luego excomulgados por el papa en 1772, quedaron fuera del recuerdo de la Historia.

Se dice que una de las actividades famosas y secretas de los jesuitas de Baviera, Suiza y Holanda (desconocidas por los Jesuitas de España, Francia e Inglaterra) era la de grabar sus importantes descubrimientos en los cálices y copones de Misa, o en las Custodias.
El procedimiento era aparentemente simple:
  1. Se confeccionaba una masa de metal, acero o fierro de gran pureza, se procedía a grabar la información en clave y algunos dibujos (generalmente relacionando ciertos aspectos geológicos o formaciones naturales distinguibles) . Las imágenes grabadas o los textos, o siglas, dibujos de llaves, etc. imposibles de interpretar para cualquiera, podían ser perfectamente leídas por otros jesuitas con similares conocimientos, y por ejemplo, ubicar la zona o la montaña a la que se hacía alusión sin necesidad de intercambiar una sólo palabra.
  2. Finalizado el lento y laborioso copiado-grabado en la superficie metálica maciza del Cáliz, el jesuita procedía a recubrir toda la superficie externa con plata (nunca con oro, pera evitar su robo), recubriendo también las figuras grabadas, en dicho Copón, para finalmente proceder nuevamente a grabar sobre la película de plata, figuras sólo decorativas y con alusión a motivos bíblicos.
De esta manera, cuando un sacerdote era trasladado de un país a otro, podía llevarse su Misal, su Patena, y su Cáliz para consagración. Y en caso que el Cáliz fuera robado, que era sólo de metal con recubrimiento en plata, pocos se atreverían a fundirlo (si es que podían), y sólo lograrían extraer la plata, pero el metal de acero quedaría intacto, no existiendo en aquel entonces tecnología para refundir el material acerado, a excepción del Horno donde se forjó. Así, la información perduraría con el tiempo, aún después de la muerte del fraile o sacerdote.
Es así como, en la Hacienda de Calera de Tango, por un espacio de 19 años, pacientemente un hermano jesuita, entre 1748 y 1767, confeccionó lo que se conocería como la Obra de Arte más Perfecta jamás efectuada en toda América (norte y sur de América); Cáliz que se confeccionó en un Horno de Platería que hoy puede ser visitado en la Hacienda de Calera de Tango, y que se ubica en el extremo sur-este de dicha propiedad.
Aunque muchos se admiran del trabajo arduo del hermano jesuita que confeccionó el Cáliz, y por la belleza de los grabados efectuados en el recubrimiento de plata del mismo por espacio de 19 años, algunos piensan que la explicación puede ser otra que la de solamente efectuar una obra de arte: la batalla que se libraba desde el Vaticano en contra de los sacerdotes y clérigos que habían abrazado la Masonería estaba por alcanzar el territorio del Reino de Chile, y quizá los hermanos albañiles y plateros, y arquitectos, traídos en 1748 por Karl von Haimbhausen a territorios del Reino de Chile, no eran del agrado de muchos obispos y cardenales que para entonces ya comenzaban a ver con malos ojos la tremenda expansión de la Compañía de Jesús por todo el Mundo.
El padre Haimbhausen debió conocer lo sucedido, mas de un siglo antes, en 1616, cuando el General de la Orden, el jesuita Mucio Vitellechi, quemó toda la documentación de la Compañía, para evitar un ataque sobre ella, y preservar la continuidad de la misma.
Evidentemente, la envidia y el resentimiento hacia quienes tenían grandes conocimientos en las ciencias y en las artes, además de grandes sumas de dinero, no era desconocida por el padre Haimbhausen, quien provenía de una familia noble, y quizá en forma muy inteligente planificó cuidadosamente la acción de ocultar la información obtenida, por él y su grupo selecto de hombres, de toda esta Región de las Indias, y decidió entonces escribir textos impresos haciendo uso de la Imprenta traída en 1748 y cuyas copias se confeccionaban tanto en Chile como en Córdoba.
Cuando "la Caída de los Jesuitas" estaba por concretarse, para entonces los padres bávaros Haimbhausen y Juan Nepomuceno Walther ya habían asegurado sus libros y enciclopedias en diversos puntos y en terrenos probablemente subterráneos y secos, sin humedad que deterioren los textos. Lo que quedaría en las estanterías de las Haciendas Jesuitas serían sólo material común, y sin gran importancia, tales como copias de tratados de matemáticas, física, astronomía, medicina, etc., todas traídas de Europa.
Como una biblioteca vacía sería sospechoso para los Ministros y Oficiales encargados de la incautación e inventario de los bienes de los jesuitas, éstos se habrían asegurado con al menos dos años de antelación, del ocultamiento de las cosas y piezas importantes, reemplazándolas por cosas y libros de menos valor, o de poco interés.
Por ello, cuando el Cáliz de Plata fabricado en Calera de Tango terminó en la Catedral de Santiago, junto con la Custodia y otros numerosos objetos recubiertos en plata, nadie probablemente sospechó que bajo el recubrimiento de plata de dicho Copón estaría guardada cierta información que el padre Haimbhausen no comentó con la comunidad entera, y que probablemente le costó sacrificar su vida por tal silencio (como veremos en el siguiente subtítulo).
En la superficie del acero, bajo el recubierto, podría haber estado las indicaciones geográficas de los lugares explorados por los misioneros jesuitas, como Curicó y la Laguna de Nahuel-Huapi, o las posiciones de cerros donde buscar la documentación oculta.
Habiendo transcurrido casi 215 años desde la Expulsión de los Jesuitas, hacia el año 1982 pocos podrían interesarse en el Cáliz de Plata Jesuita, custodiado en el Museo de la Catedral, sometido a la legislación del Consejo de Monumentos Nacionales, como no sea un eximio conocedor de las técnicas jesuitas bávaras traspasadas a la Masonería Británica.

LA VIDA TEOSÓFICA


Para comprender las profundidades ocultas en el aspecto místico de la Teosofía necesitamos introducir la Teosofía en nuestra vida diaria. Tenemos la tendencia a ser criaturas de tiempo lineal y de espacio tridimensional, pero estas limitaciones deben superarse antes de que podamos empezar a apreciar la sublime Verdad Eterna que estamos buscando. Como nuestro difunto Presidente, Sri Ram dijo :
Vive en el eterno ahora, como pájaro al que no le preocupa el mañana. Libérate de las cadenas nacidas de recuerdos desgraciados, lo mismo que de las esperanzas de satisfacciones preconcebidas, libérate de todo aquello que es producto del aspecto mecánico de la mente.
Esto no significa dejar de pensar- sino que significa pensamiento profundo que busca intensamente la motivación de nuestra vida y su misterio. La sabiduría profunda que descubre la Eternidad en medio del Tiempo señala al verdadero teósofo.
Como también dijo Sri Ram :
La forma perfecta o cáliz que es nuestra individualidad eterna está oculta a nuestra visión imperfecta por el velo del tiempo tejido en el telar de oro de Dios.
La Teosofía mística, pues, es real y verdadera Teosofía; aquello que trata de las verdades eternas, así como de sus imágenes temporales,; y como tal, es una Verdad intelectualmente incomprensible pero más real que cualquier experiencia nuestra de cada día. ¡El misticismo es la Realidad!.
Al abordar el trabajo de nuestra vida diaria deberíamos actuar, vivir y amar con esta Verdad mística interna irradiando a través de cada acción, e inspirándonos para reflexionar sobre el misterio de la vida.
Haciéndose eco de la eterna verdad de la Teosofía, Krishnamurti habla de la Realidad última y de su experiencia :
Hay una montaña, mucho más allá
de las llanuras y de las colinas,
cuya gran cima domina la oscuridad
del valle y de los mares abiertos.
Ninguna nube ni espesa niebla
ocultan nunca su serena apariencia.
Está por encima de las sombras
del día y de la noche.
Desde la vasta planicie ningún
hombre puede avistarla.
Algunos la han visto, pero pocos
son los que han llegado hasta sus
pies.
Uno en muchos miles de años
hace acopio de fuerza y gana
esa morada de eternidad.
Hablo de aquella cima de la
montaña serena, infinita, más
allá del pensamiento.
Estallo en gozo

Permite que fluya la sabiduria


La Teosofía es un asunto de vida.  Se refiere a la Sabiduría Divina y puede traducirse como Brahma.vidyã.  Está en todas partes, en cada plano de la existencia desde el subplano más elevado hasta el más bajo, penetrándolo todo.  Cada persona de acuerdo con su capacidad ― esto es, su capacidad para funcionar en términos de la sabiduría divina ― puede incorporarla en alguna medida.  Nadie puede incorporarla plenamente, en parte porque tenemos que funcionar a través del cerebro físico, y actuar dentro de las limitaciones del cuerpo físico. 
En primer lugar tenemos que comprender que puesto que la sabiduría divina penetra todas las cosas, vive y se mueve en cada uno de acuerdo con el lugar que se le dé.  El ser humano está compelido por naturaleza, a pesar de la densidad del cuerpo físico, a expresar algo de vida.  Incluso los minerales, la tierra, etc., están expresando algo de la sabiduría que es Teosofía.  Pero la expresan en diferentes maneras.  Una tradición dice que el diamante, por ejemplo, es superior entre los minerales porque puede expresar la belleza de la sabiduría más que muchos otros minerales.  En el mundo vegetal un gran árbol baniano como el de Adyar da asilo a muchas aves, belleza a todos los seres humanos que son capaces de apreciarlo, sombra aun a aquellos que no les importa su belleza, y así sucesivamente.  Si llegamos a la etapa animal, un animal como un elefante es más sabio con sus muchas extraordinarias cualidades, y otras criaturas, como perros y otros, han alcanzado la cima del campo animal. 
En el ser humano la sabiduría divina puede funcionar y puede aparecer en toda su gloria en seres como el Señor Buda, Jesucristo, Sankarãchãryã, quienes desde su nacimiento fueron admirables.  Así el mineral llega a ser el bello diamante, el ave puede llegar a ser un pavo real, en el reino vegetal una planta puede llegar a ser un gran árbol baniano u otro de esos árboles que viven por muchos años y florecen, y el animal puede llegar a ser un elefante o un perro muy inteligente.  Y en el nivel humano, si la sabiduría divina pasando a través de seres humanos es extraordinaria, todas sus acciones expresan esa sabiduría divina.  Nosotros también podemos convertirnos en canales para ella. 
Nosotros somos responsables de hacer  que la Teosofía fluya libremente, como en el caso del Buda.  Nosotros podemos ser pequeños Budas, o podemos bloquearla y convertirnos en seres humanos estúpidos.  Depende de nosotros permitir que la Sabiduría fluya.  Algunas actividades llevan más de esta cualidad que otras, y nosotros podemos alentar esas actividades y poner atención a ellas y al ímpetu que ellas dan para el progreso del mundo, dependiendo de las actividades a las cuales estamos dedicados. 
La Sociedad Teosófica y todas sus ramas existen ahora porque se espera que se convertirán en centros desde los cuales la Teosofía expandirá su influencia en la máxima extensión posible, y la hará útil para las personas en el área.  Todos tenemos que considerar cómo nuestra Logia, nuestra Federación, nuestra Sección, puede ser un canal para la Teosofía, la Sabiduría Suprema.  Ella no puede ser plenamente expresada por ninguna actividad en el nivel físico, pero puede expresarse de una manera que la hará destacarse, como Sankarãchãryã lo hizo, como Jesús lo hizo, y como lo hicieron miles de personas que los siguieron a ellos.  Debido a la Teosofía algunos llegan a ser sabios y otros parcialmente sabios.  Las Logias Teosóficas debieran incorporar tanto como sea posible de la sabiduría, de tal modo que la gente comience a elevarse hacia esas alturas. 
Si una Logia tiene un aura, uno imagina que ella tiene una influencia.  Si ustedes  consideran el aura de una Logia, tanto física como no física, ¿cuánto de ella está siendo usado para difundir un mensaje sabio, de tal manera que cada Logia llegue a ser un representante de la Sabiduría Antigua?  Eso depende de ustedes y de mí que participamos en la Logia.  Somos seres humanos.  (Estamos destinados a cometer errores, porque no somos perfectos; por tanto la Logia no puede ser perfecta).  Pero en la máxima extensión posible las actividades de la Logia debieran hacer más sabia a la gente.  ¿Puede ser nuestra Logia un instrumento para que la sabiduría llegue a través de ella, en cualquier medida posible?  Para hacer eso, nosotros que somos miembros de la Sociedad Teosófica, debiéramos ser personas interesadas en conocer los elementos esenciales de la vida.
El propósito de una Logia es proveer un lugar para toda clase de sabiduría que llegue de cualquier parte del mundo, cualquiera que sea su nombre: Vedãnta, Islam, Cristianismo o el que sea.  Ella presenta la verdad que se encuentra en todas las religiones.  Todas las religiones se han corrompido, pero algunas partes de ellas son ciertas y como se enseñaron originalmente.  Esa parte central es la que las Logias Teosóficas debieran estar interesadas en hacer conocer de las gentes. 
Alguien puede preguntar: ¿La religión Islámica tiene algo que decir a la gente?  Sí, lo tiene, pero no lo que algunos musulmanes dicen; ellos pueden ser no muy musulmanes en su actitud agresiva, mientras que el Profeta Mahoma era muy bondadoso.  Igualmente hay gente necia en el cristianismo, en el hinduismo y en otros grupos.  Pero si ustedes dejan eso de lado, y hablamos solamente de lo que nos lleva a profundidades de sabiduría que aún tenemos que alcanzar, eso será útil.  Por tanto esto es una cosa que pueden hacer las Logias en nuestra Sociedad: hacer que la gente sea consciente de la Sabia Enseñanza que se está dando.  Algunas veces es llamada Sufi, otras misticismo Cristiano, otras Advaita, pero todas ellas tienen verdad que transmitir. 
Debemos permanecer libres de prejuicio para encontrar lo que es verdadero, bello y recto en religión.  La esencia de la religión puede encontrarse en muchas religiones, pero debemos tener mentes perceptivas y abiertas para comprenderla. 
La bondad debe llegar a ser la norma
Una de las cosas que tenemos que hacer es erradicar de nuestro carácter y condición mental el deseo de tener a otros bajo nuestro control forzándolos a comportarse como nos gustaría.  Ésta es una forma de crueldad, y existe en muchas formas.  Está en completa contradicción con la manera teosófica de vivir.  Por consiguiente debiéramos tratar de erradicarla de nuestra naturaleza inferior; la superior, naturalmente, no tiene una predilección por forzar a las personas de ninguna manera.  Podemos complacer nuestros propios intereses en diferentes maneras, pero debemos estar seguros de que la tendencia a la crueldad esté completamente anulada. 
‘La crueldad es el trabajo del demonio; así es como lo ve un Maestro,’ dice C. W. Leadbeater.  La inquisición, por ejemplo, creía en imponer la conversión, una acción que daba satisfacción externa a los perpetradores.  Acostumbraban matar y torturar a muchas personas que no estaban de acuerdo con lo que ellos decían.  Numerosas personas de África y otras regiones, por ejemplo indígenas suramericanos, fueron atrozmente tratados porque suponían que ellos no tenían alma.  La enseñanza islámica dada por una persona que era un bondadoso santo, fue llevada a otros países por medio de la espada.  Hoy ‘la espada’ es usada para subordinar políticamente y de modos similares a las gentes que no desean someterse, y para ayudar a dictar lo que debieran ser sus maneras, creencias, etc. 
El acto de la vivisección, por quienes usan animales para sus propios propósitos, sin consideración a cómo sufre la pobre víctima y tal vez muera, es deliberada crueldad.  Con frecuencia se supone que es para asegurar el bienestar de vidas humanas.  Pero el animal a quien se le practica la vivisección es tan importante en el sistema evolutivo como el ser humano que es totalmente indiferente a su bienestar.  Hay cualquier cantidad de personas en el momento actual que justifica el uso de animales para propósitos ¿pero no es mejor buscar otros remedios para los seres humanos y evitar toda la crueldad incluso si se dice que es por razones altruistas?  Unos pocos pasos han sido dados en esta dirección, por ejemplo, por la Unión Europea aprobando nuevas leyes contra la crueldad con los animales, que tienen que ser aplaudidas, ¿pero son suficientes? 
Hay crueldad mundial practicada sobre niños, porque sucede que están bajo el control de sus padres u otros adultos como sus maestros en la escuela.  Muy a menudo con la mejor de las intenciones hay el deseo de obligar a un niño a meterlo dentro de un patrón ― el patrón de la sociedad.  Pero el niño puede tener talentos que no son los que el padre desea o impone el maestro.  Puede ser que estos talentos produzcan menos dinero más tarde en la vida; pero no se beneficia el niño que es forzado a seguir lo que los adultos piensan que es mejor. 
Escribiendo acerca de esto, C. W. Leadbeater dijo que el amor y la libertad son grandes factores en el desarrollo del alma.  El amor es un requisito previo.  No importa si el cuerpo no tiene  todas las comodidades e importancia que los padres desearían, pero es esencial que los talentos innatos del niño no deban ser inhibidos.  El niño debiera crecer sintiéndose libre y desde sus días tempranos debiera dársele la oportunidad para que se desarrolle naturalmente.  Este es el propósito de la educación, y seguramente también es el camino que debiera ser tratado por padres y otras personas mayores. 
Al explorar este tema de la libertad, debemos tener en cuenta que cada persona es un alma (no meramente un cuerpo) que necesita desarrollar lo que justamente son sus propias virtudes particulares.  Éstas deben ser cultivadas a lo que el mundo considera que es un precio, pero que desde el punto de vista del crecimiento real del niño puede ser muy importante.  Por consiguiente el papel del maestro es sagrado, y siempre debe actuar con amor ― una gran responsabilidad.  Pero aun si el maestro falla en alguna medida, siempre y cuando trate, es lo mejor que puede hacer.  Este es el sello de la educación teosófica. 
Los mismos principios se aplican a los que están trabajando bajo alguien; ellos deben ser tratados bondadosamente, tomando en cuenta su crecimiento como seres humanos, y no meramente la ayuda que puedan dar en el momento.  Todo es parte de la vida, y necesita ser pensado cuidadosamente por quienquiera que esté interesado en su propio crecimiento espiritual.  El crecimiento de uno nunca puede separarse de la acción que es ejecutada en relación con otros ― seres humanos, niños, animales, plantas y todo lo demás.
Esto es parte de la comprensión de lo que es la vida Una.  El asunto de la crueldad es importante, aun desde un punto de vista egoísta, porque incluye toda vida, cómo sentimos hacia otros, lo que hacemos a un esposo o a una esposa, a los niños o animales, incluso a las cosas aparentemente sin importancia como la vida que está creciendo bajo nuestros pies; todas estas cosas son importantes en la vida de cada uno.  La bondad debe llegar a ser la norma.

sábado, 21 de junio de 2014

LA REGRESIÓN CURA LAS HERIDAS DEL ALMA

Brian Weiss  Psiquiatra y escritor.
Es presidente honorífico del Departamento de Psiquiatría del Hospital Mount Sinai, de Miami (E.E.U.U.).
En su participación en el III Fórum de la Excelencia, celebrado en Barcelona, Weiss nos habló de cómo las experiencias del pasado pueden servirnos de aprendizaje para gozar de un presente más feliz.
¿Qué son las regresiones?
Regresión significa ir atrás en el tiempo.  Cuando una persona está en un estado de relajación profunda o hipnosis, es más fácil llegar a la raíz, a la causa que origina el síntoma, independientemente de que el trauma se haya producido en la infancia, en el útero materno o en vidas pasadas.
¿Cómo puede ayudarnos?
El principal agente curativo es muy similar al del psicoanálisis y al de la psicoterapia tradicional. Retrocedemos hacia una memoria dramática y liberamos las emociones.  Cuando la persona recuerda el trauma, los síntomas mejoran. Entonces tiene lugar el cambio, y ni el terapeuta ni el paciente necesitan creer en la reencarnación para que funcione. Hay datos suficientes que confirman que los recuerdos y las vivencias de otras vidas son algo más que un producto de la imaginación.
¿Por qué no tenemos conciencia de esos recuerdos?
Muchas personas sí recuerdan esas memorias de manera espontánea, especialmente los niños.  El profesor Ian Stevenson, del Departamento de Psiquiatría de la Universidad de Virginia, investigó y publicó 2.000 casos de niños con memorias de vidas pasadas que fueron verificadas.  Eso sucede también con adultos, a veces los déja vu son recuerdos de vidas pasadas, pero los descartamos.
¿Las regresiones nos liberan del miedo a la muerte?
Si, la gente pierde el miedo porque experimentan lo que ocurre después de la muerte, y es una sensación agradable.  No me relatan vivencias negativas sino que me hablan de la luz, de la unión, del amor….
¿Algún paciente en regresión le ha hablado del infierno?
He trabajado con más de 4.000 pacientes y solo unos pocos me han relatado tales experiencias. Esas personas vivieron una situación en la que creían y sintieron que la merecían, pero no permanecieron allí durante mucho tiempo porque no era real.  A medida que su ilusión mental se desvanecía, aparecía el amor, la compasión, la luz,…nuestra verdadera esencia.
Entonces, ¿por qué volvemos a un mundo lleno de sufrimiento?
Porque aquí se produce un tipo de aprendizaje por el hecho de estar en cuerpos físicos.  En esta dimensión sentimos emociones, hacemos elecciones, sufrimos pérdidas, separaciones.  Es como ir a la escuela. Como adultos sabemos que hay que ir al colegio, pero el niño no quiere asistir porque está muy bien en casa.  Sin embargo, es así como nos educamos, como avanzamos y aprendemos.
…y es posible que debamos recuperar alguna “asignatura”.
Sí. Los hindúes o los budistas siempre han aceptado el concepto del karma, que quiere decir causa y efecto.  Todo lo que hacemos tiene consecuencias y, a veces, necesitamos compensar determinadas situaciones.  Así que si has sido cruel en otra vida, tu labor en esta es aprender a ser compasivo y amable.  Estamos aquí para aprender lecciones como la compasión, la no violencia, la paciencia…Todos conocemos estos valores, pero a veces nos toma muchas vidas aprenderlos.
¿Nos graduamos algún día?
Sí, finalmente un día acabamos nuestros estudios y no necesitamos regresar, seguimos evolucionando en otras dimensiones más elevadas.  Algunas personas escogen volver voluntariamente para ayudar a la humanidad, pero ya no están atrapadas en la ilusión de este mundo. Son personas sabias, maestros, cuya intensión es ayudarnos a crecer.
Usted también practica las proyecciones al futuro. ¿qué beneficios nos aporta hacerlo?
Si sabemos que nuestro futuro depende de las decisiones que tomamos ahora, nos haremos más conscientes de nuestras elecciones. Si escogemos ser compasivos, bondadosos y abrir nuestro corazón, nuestras vidas futuras serán más fáciles. No hay castigo, sólo hay lecciones, y nosotros escogemos lo rápido o lo lento y difícil que vamos a hacer el camino.
TRES PASOS PARA LA SANACIÓN
Soltar los miedos  Hay creencias, actitudes y miedos inconscientes que nos bloquean y nos impiden avanzar. La terapia regresiva permite que salgan a la superficie para que podamos enfrentarnos y, en consecuencia, resolverlos.
Cambiar valores  Según Weiss, necesitamos redefinir lo que significa para nosotros tener éxito en la vida. ¿Queremos dinero, fama, reconocimiento o ansiamos sentirnos bien interiormente, siguiendo los valores de nuestro corazón?
Conectar con el Alma  Nuestra alma forma parte de una energía global que lo abarca todo y a todos.  Por eso, según Brian Weiss, no estamos solos porque nunca estamos separados de ella.  Sentirlo así tiene unos profundos efectos sanadores.