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sábado, 9 de agosto de 2014

JESUS DE NAZARETH. LA BIOGRAFIA PROHIBIDA

Comentario realizado por Joseph B. Macgregor
La idea de que Jesús de Nazareth fue tan sólo un hombre - despojándolo de su divinidad - es algo que nunca ha sido aceptado por la Iglesia Oficial lógicamente. Ya en el Concilio de Nicea, el obispo Eusebio de Nicomedia fue tachado de blasfemo y hereje por atreverse a exponer una teoría parecida. Y no era el único ya que existía un pequeño grupo de obispos que veían en Jesús un ser humano extraordinario, poseedor de una serie de cualidades que lo convertían en especial, pero sólo eso.
Aunque en este Concilio ya se empiezan a defender la idea de la legitimidad de los cuatro evangelios sobre el resto, no será hasta el Concilio de Trento que la Biblia tomará forma definitiva (Antiguo y Nuevo Testamento), separando los diferentes textos bíblicos en canónigos (o revelados por Dios) y apócrifos (contrarios a la moral y creencia católica).
A partir de la comparación de los textos canónigos con los apócrifos, Antonio Las Herasintenta demostrar que Cristo era un iniciado, es decir, un hombre cuya vida pública fue resultado de un tipo de proceso espiritual y mental.
Los iniciados se integraban en unas escuelas de misterio y sabiduría o "sociedades secretas" para intentar conseguir una armonía espiritual, intelectual y material. Para ello, el iniciado con ayuda del maestro, el sacerdote o el sabio (El Experto y Hermano Terrible) comenzaba una investigación interior que le llevaba a encontrar "la luz" / el Dios Interior. Para ello, éste debía pasar por una serie de pruebas espirituales, morales y físicas, asociadas con distintos rituales de purificación que paulatinamente le llevarían a adquirir la comprensión total del universo; es decir: aquella "luz" que no se consigue a través de la razón y de la percepción.
Este proceso de autoconocimento exigía obediencia y entrega al maestro, incluso cuando este ordene cosas que resulten difíciles de conseguir para el "candidato". Se trataba de que mediante estas misiones o tareas, el iniciado consiguiera enfrentarse a sus miedos y fuera capaz de superarlos. Cada proceso llevaba aparejado varias fases sucesivas, de diferente graduación, que solían ser tres como las tres grandes épocas de la educación humana: nacimiento, crecimiento y producción.
Se piensa que Jesús fue admitido en una escuela esotérica egipcia, en donde se sometería a un primer proceso iniciático que completaría posteriormente permaneciendo en la orden de los Esenios. De esto se puede deducir que Jesús fue un Maestro Iniciado por esta orden, pero que optó por predicar, transformándose en una suerte de "terapeuta errante" (sic). De hecho, muchas de sus afirmaciones, actitudes, métodos de enseñanza poseen una marcada influencia esenia: creía en la reencarnación, utiliza parábolas y metáforas, etc.
De igual modo, muchas anécdotas que aparecen en los evangelios (canónigos y apócrifos) parecen estar bastante relacionadas con "los misterios de Eleusis", una serie de ritos de origen griego que se remontan al año 700 a. C. Estos se celebraban dos veces el año: en marzo (Misterios Menores) y en septiembre (Misterios Mayores) y participaban en ellas también los candidatos a iniciado.
En los Misterios Menores se aprendían fórmulas mágicas, se accedían a estados alterados de conciencia con ayuda de sustancias alucinógenas o se celebran ritos de fecundidad entre los participantes.
En los Misterios Mayores se celebraban rituales de purificación en las aguas de la bahía de Eleusis, se hacían sacrificios, se ayunaba o se llevaban a cabo juegos en honor a los dioses. En estos misterios, los candidatos realizaban una serie de ritos para aprender a esquivar las trampas del mundo material, controlar sus pasiones y desarrollar el poder mental para así, de este modo, conseguir comunicarse con el Dios Interior, que en realidad es el Padre del que siempre hablaba Jesucristo en sus predicaciones.
El autor defiende la teoría que durante las horas previas y durante la crucifixión, Jesús pudo consumir este tipo de drogas - a través de la esponja supuestamente empapada en vinagre, por ejemplo - de tal modo que consiguió sobrevivir a la muerte y posteriormente hacer creer a todos que había resucitado. En esta trama desempeñarían un papel primordial José de Arimatea, Judas Iscariote y en menor medida María Magdalena, esposa de Jesús.

Francisco por radio pide a los jóvenes escuchar la llamada de Jesús

Texto completo de la conversación telefónica del Papa en el Vaticano con dos sacerdotes en una radio de las parroquias más pobres de Argentina


El papa Francisco concedió este viernes una entrevista telefónica a los sacerdotes Joaquín Giangreco y Juan Ignacio Liébana, que fue transmitida en vivo por la radio comunal de Campo Gallo y Huachana, dos parroquias situadas a unos 200 kilómetros de la capital de Santiago del Estero, en la provincia del mismo nombre, una de las más pobres de Argentina.
"Los llevo dentro de mi corazón. El trabajo que hacen ustedes hacen, a mí me hace feliz. Así que empiezo con un saludo muy grande y mi bendición", les dijo el Santo Padre.
Interrogado por sacerdotes sobre la religiosidad popular y su cultura 
dijo:"Tengo una convicción muy grande, que nuestro pueblo no se equivoca y adora solamente a Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo.
 Y junto con esta adoración a Dios, sabe que Jesús dejó a Nuestra Madre la Virgen para que nos cuidara. 
Nuestro pueblo no la adora, la quiere y la honra. Como todos nosotros que queremos y honramos a nuestra mamá, sabe que Ella nos cuida y que está en el cielo. Y nuestro pueblo adorando a Dios que es el único a quien hay que adorar y a Jesucristo que es el único a quien hay que adorar, también se deja cuidar por la Madre. Nuestro pueblo no es guacho, tiene madre y es una de las cosas más hermosas de la devoción a la Virgen, que no es adoración, sino que es cariño de un hijo por su madre. Y este pueblo se reúne para adorar a Dios y para recordar a su madre. Este es el núcleo de la piedad popular latinoamericana. Un hijo sin madre tiene el alma mutilada, un pueblo sin madre es un pueblo guacho, aguachado de soledad, de sequedad, quizás de ideas, sin la ternura que solamente da una mamá. Por eso seguimos siempre las dos cosas en la piedad popular: la adoración a Dios que es Padre, Hijo y Espíritu Santo, y a Él solamente se adora, y el cariño y el respeto, y veneración que no es adoración a Nuestra Madre, porque nosotros no somos guachos, tenemos mamá.
En un lenguaje muy coloquial y del 'vos', estos dos sacerdotes conversaron con el Santo Padre. Le conocían desde hace mucho tiempo y uno de ellos fue ordenado por Bergoglio.

"Cada uno --prosiguió el Papa-- tiene una función, cada uno tiene un trabajo que hacer, una vocación. Ustedes dos Dios les llamó a irse allá, a dejar sus familias, la ciudad de Buenos Aires que es tan linda, y se fueron a acompañar a ese pueblo. Junto con ustedes hay mucha gente que no está viviendo allá, y que desde lejos quiere estar con ustedes. A esa gente le agradezco".
"La Iglesia --continuó el Santo Padre-- se sostiene con la piedad de los fieles. Por la plegaria, por la misa, por la eucaristía. Esa gente que va a misa, que recibe la eucaristía pidiendo por ustedes, es la que les sostiene a ustedes y a la parroquia. A ellos mi primer agradecimiento. También a quienes se privan de algún bien, de algún dinero para dárselo a ustedes. Para ellos mi cariño también. No interesa con cuánto les ayudan, lo que interesa es que les ayudan, porque los miman, y se preguntan: ¿Cómo puedo yo acompañar a estos dos curas que están tan lejos de Buenos Aires? y también de otras ciudades desde donde les ayudan. A esos hombres y mujeres les hago llegar un gran saludo y mi gratitud. Y de manera especial quiero mencionar a dos tipos de personas que son los que Jesús mira con más cariño: las abuelas y los abuelos, y los chicos. Cuántas abuelas y abuelos rezan por ustedes, cuántos chicos rezan por ustedes y sostienen el trabajo de su pueblo. A ellos les envío un gran cariño, junto con mi bendición”.
En el diálogo retransmitido por varios medios locales y puesto en youtube, en el que se siente el sonido un poco metálico de una radio pequeña, el Papa destacó la importancia de la Iglesia como institución.
“El peregrino --dijo el papa Francisco-- es una imagen de lo que es la Iglesia, porque la Iglesia es peregrina. Jesús fundó una Iglesia en camino, una Iglesia peregrina. Cuando la Iglesia está quieta, deja de ser Iglesia y es una asociación civil. Nuestra Iglesia es Iglesia en doble salida: con la adoración a Dios y la oración; y otra salida hacia los hermanos, para ayudarlos, acompañarlos y cumplir las obras de misericordia que Jesús nos enseño, y que están en el capítulo 25 de san Mateo. El peregrino que visita un templo para gloria de Dios y adorar a Dios, y para venerar y honrar a la Madre, ese peregrino tienen la vocación de caminar que tiene la Iglesia. Que nuestra Iglesia no se canse nunca de caminar porque en el camino encontramos ese sentido que Dios quiere de su pueblo: un pueblo en camino".
Porque "cuando una comunidad cristiana está quieta le pasa como al agua estancada, que es la primera que se corrompe. Cuando una comunidad no peregrina, no sólo a pié sino con el corazón, y no tiene un corazón peregrino más allá de si mismo, sea para adorar a Dios o para ayudar a sus hermanos, esa iglesia está moribunda y hay que resucitarla rápido. Así que a aquellos que están trabajando para construir una casa de Dios, que sea meta de peregrinación, sepan que eso es símbolo de la Iglesia que camina. Y esa peregrinación que hacen una vez al año allí, es un peregrinaje que tienen que hacer todos los días en la vida cotidiana. Un peregrinaje a Dios para adorarlo, un peregrinaje hacia la Virgen, para venerarla y quererla y hacia los más necesitados de nuestro pueblo”.
Respondiendo a otras inquietudes de uno de los sacerdotes, el Papa invitó a evitar las críticas destructivas.
 "Trabajar por la unidad siempre va a ser importante. Siempre va a haber diferencias, va a haber peleas, el asunto es no dejarlas crecer. Hacer que las cosas se arreglen entre hermanos, hay que hablarlas sí, pero con Dios. No hay que sacarle el cuero al otro. Lo que más le hace daño a la Iglesia, a los pueblos y a la Nación es la crítica destructiva. O sea andar sacándose el cuero. Eso no es cristiano".
Interrogado por la escasez de sacerdotes en la diócesis de Añatuya dijo: 
"Como dijo Jesús, recen para que Dios mande pastores a la mies. El corazón de Dios no es indiferente a la oración de su pueblo. Recen al Señor para que mande pastores. Y a los jóvenes les diría que si sienten el llamado de Jesús no tengan miedo. Que vean todo el bien que pueden hacer, todo el consuelo que pueden dar, todo elmensaje cristiano que pueden transmitir y no tengan miedo. La vida es para jugarla, no es para guardarla. Jesús dice, el que cuida mucho su vida acaba perdiéndola. La vida es para darla. Y así uno es fecundo. Si alguno siente que Dios le pide dar la vida en el sacerdocio, que no tenga miedo. Hay que apostar a cosas grandes y no a pequeñas cositas. Y si siente que Jesús lo llama a formar una familia, que sea una familia cristiana, grande, linda, con muchos hijos que lleven adelante la fe".

El Santo Padre concluyó con una bendición y repitió el lema de la radio que dice 'si el 666 es el diablo, la 99.9 es de Jesús” y les recordó “simplemente esto: Jesús es muy bueno. Jesús nos quiere. Dios nos ama. Dios nos espera siempre. Dios no se cansa de perdonarnos. Solamente que seamos humildes y pidamos perdón, y así poder seguir adelante. Dios nos hizo para que seamos felices. Y Él nos acompaña. Cuando pasamos momentos difíciles, de cruz, de dolor, Él los pasó primero y nos comprende de corazón. Yo le pido al Señor que a todos los que están escuchando les bendiga mucho, les dé fuerza, les dé ganas de vivir, y el coraje de no dejarse robar la esperanza y sobretodo les dé una caricia y les haga sonreír, y que la bendición de Dios todo poderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo descienda sobre todos y cada uno de ustedes y permanezca para siempre".

El Papa pide que protejan de la violencia a los cristianos en Irak

El Santo Padre describe a los cristianos como 'un pueblo en fuga' y reitera su cercanía a quienes 'están siendo despojados de todo'


El director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, padre Federico Lombardi, leyó hoy un comunicado en el que indicó: “El Santo Padre sigue con viva preocupación las dramáticas noticias que llegan desde el norte de Irak y que afectan a la población desarmada”. Lo hizo al término de la presentación a la prensa internacional del viaje del papa Francisco a Corea.
dicó que “se ven particularmente afectadas las comunidades cristianas: es un Pueblo en fuga de sus propios lugares debido a la violencia que en estos días está golpeando y desarticulando la región”.
Recordó que “durante la oración del ángelus del pasado 20 de julio, el papa Francisco había exclamado con dolor: «Nuestros hermanos son perseguidos, expulsados, tienen que dejar sus casas sin la tener la posibilidad de llevarse nada consigo. A estas familias y a estas personas quiero expresar mi cercanía y mi constante oración. ¡Queridos hermanos y hermanas que están siendo perseguidos, sé lo que sufren y sé que están siendo despojados de todo. Estoy con ustedes en la fe de Aquel que venció el mal!».
«A la luz de estos angustiantes eventos, el Santo Padre renueva su cercanía espiritual a todos aquellos que están sufriendo esta dolorosísima prueba y se une a los acorazonados llamados de los obispos locales, pidiendo junto a ellos y por sus comunidades en tribulación, que se eleve de toda la Iglesia una oración coral para invocar del Espíritu Santo el don de la paz».
En el comunicado el italiano Lombardi precisó que “Su Santidad dirige además a la comunidad internacional un apremiante llamado, para que se active de manera que se ponga fin al drama humanitario en acto, y se emplee en proteger a cuantos están afectados o amenazados por la violencia, y para asegurar las ayudas necesarias, especialmente las más urgentes a tantos desplazados, cuya suerte depende de la solidaridad de los demás".
El director de la Oficina de Prensa, concluyó indicando: “El papa hace un llamado a la conciencia de todos y a cada creyente repite: «El Dios de la Paz suscite en todos un auténtico deseo de diálogo y de reconciliación. ¡La violencia no se vence con la violencia. La violencia se vence con la paz! ¡Recemos en silencio pidiendo la paz: todos en silencio... María Reina de la Paz, ruega por nosotros».

viernes, 8 de agosto de 2014


 
50.1) La Sabiduría en Israel
50.2) El Juicio Universal
50.3) El Dogma de la Resurrección de la Carne; Dotes del Cuerpo Resucitado
50.4) Los Nuevos Cielos y la Nueva Tierra
 
50.1 Parusía y Transformación del Mundo
En la primitiva comunidad cristiana se vivía la expectación definitiva, gloriosa de la venida de Jesús. Esto es obvio en el N.T. Toda la vida de los cristianos se orienta hacia una especie de evento finalizado que da su sentido a la historia y la termina, este acontecimiento se llama Parusía (pareimi) -Adsum- Presencia. Tiene un sentido de llegar, llegada o presencia de personas o sucesos.
La palabra preexiste en el helenismo y se usa para referirse a la manifestación de personas divinas a la tierra y visitas de reyes a sus ciudades, con un sentido tanto sacro como profano y siempre tiene una nota de triunfo.
Los escritos neotestamentarios designan siempre con la palabra parusía la llegada gloriosa de Cristo al final de los tiempos, presencia porque ha habido llegada. Esta llegada de Cristo se conecta con tres ideas:
1. El fin del mundo: 1 Tes 2,19; Mt 24,3 ¿cual será la señal de tu venida y del fin del mundo?
2. Resurrección de los muertos: 1 Cor 15, 23; 1 tes 4,15 "Los que vivamos hasta la venida del Señor no nos adelantaremos a los que murieron".
3. Juicio final universal: 1 Tes 5,23 "Que todo vuestro ser se conserve sin mancha hasta la venida del Señor J.C.".
La Parusía tiene un carácter revelador, hay una oscuridad -la de la fe- que se iluminará, pero esto no agota el contenido de la Parusía. Esta trae algo nuevo con respecto a lo que ahora experimentamos, el cristiano aguarda no simplemente un revelamiento sino un cumplimiento de algo que ya está incoado, pues de lo contrario ¿para que servirá el tiempo entre la revelación y la Parusía? Sería un tiempo neutro, aparte de que la consumación entraña novedades como son: La resurrección, el juicio y la nueva creación.
Si se tiene de esto una visión simbólica (protestante) la Parusía no añade nada, pero la Escritura nos habla de los acontecimientos que se aglutinan en torno a la Parusía:
- Aparición de Cristo, correlativo al aparecer nosotros gloriosos con El. (Cor 3,4)
- Una nueva creación (Rom 8,19).
La Parusía completa la revelación, no es solo desvelar, el escatón posee un carácter cristológico nos desvela la capitalidad ontológica y salvífica que tiene Cristo. La Parusía elimina la distancia ontológica que separa todavía a Cristo y el mundo, porque la humanidad y el mundo no son todavía lo que deben ser, ni yo soy todavía lo que debo ser. Desde el punto de vista cristológico, la Parusía es el último estadio de nuestra transformación en Cristo, es metahistórica, hace saltar el marco histórico.
Los signos escatológicos que aparecen en el N.T. no pueden nunca interpretarse como indicaciones cronológicos, todas las épocas si quisieran podrían rastrear signos que presagian el fin, esto ya relativiza los signos.
La Iglesia de los signos habla poquísimo y cuando lo hace es en plan positivo -signos de los tiempos- la Parusía tendrá desde luego unos signos que inquietan nuestra existencia pero no son indicaciones cronológicas, el signo escatológico ayuda a los cristianos a no mundanizarse y a trabajar porque este mundo tiene consistencia. 
50.2 El Juicio Universal
La Parusía lleva consigo el juicio escatológico, toda intervención de Dios en la historia tiene siempre un cierto sentido de juicio, pues ante toda oferta divina los hombres tienen que escoger, pero el último es el definitivo. "Cuando yo predico tiemblo", decía Orígenes pensando en el juicio de Dios.
Los hombres no podemos juzgar, Dios sí. Porque conoce los corazones, es un juicio sobre el hombre porque es retribuidor. El juicio divino tiene una doble vertiente salvífica y judicial. Es una manifestación del poder divino y la llegada definitiva del reino, juzga el que puede juzgar.
Venturus - el que ha de venir (referencia parusiaca)
Iudicare vivos et mortuos - A juzgar a los vivos y a los muertos.
1 Jn 4,17-18: "En esto ha llegado el amor a su plenitud en nosotros: en que tengamos confianza en el día del juicio, no hay temor en el amor, sino que el amor perfecto expulsa el temor".
Perspectiva de gloria, del poder de Cristo, de misericordia y de gracia y junto a eso de una decisión que puede ser de condenación, puede ser el "dies irae". Siempre en el juicio hay una incertidumbre, en este caso es la incertidumbre máxima porque es la separación entre buenos y malos, la hora de la verdad porque el juicio incluye una discriminación - ovejas y cabritos (Cf. Mt)- Dios sí discrimina porque elige a los hombres, da a algunos más gracia que a otros predestina a algunos al Cielo. ¿Cómo lo hace? no sabemos. Es una consecuencia del obrar en esta vida y tiene mucho de auto juicio, pero esto supone el juicio particular. Cada hombre después de morir, recibe en su alma inmortal su retribución eterna en un juicio particular que refiere su vida en Cristo (Catecismo 1022).
El juicio final sucederá cuando vuelve Cristo glorioso, solo el Padre conoce el día y la hora en que tendrá lugar; solo El decidirá su advenimiento. Entonces, El pronunciará por medio de su Hijo JC, su palabra definitiva sobre la historia. Nosotros conoceremos el sentido último de toda la obra de la creación y de toda la economía de la salvación y comprenderemos los caminos admirables por los que su Providencia habrá conducido todas las cosas a su fin último. El juicio final revelará que la justicia de Dios triunfa de todas las injusticias cometidas por sus criaturas y que su amor es más fuerte que la muerte (Cat. 1040).
50.3 El Dogma de la Resurrección de la Carne; Dotes del Cuerpo Resucitado
La resurrección viene como a ratificar las esperanzas de los hombres y mujeres del N.T.: "Si Cristo no ha resucitado vana es nuestra fe y somos los mas desgraciados de los hombres". Es como la piedra de toque de que el cristiano ha elegido bien y Dios no abandona al hombre en la muerte. Al discípulo le ocurre lo que al Maestro, el cristiano sigue los pasos de Jesús.
La resurrección es un tema típicamente cristiano, en otros pensamientos filosóficos y religiosos se da la inmortalidad: reabsorción en la sustancia divina, o metempsicosis, pero la respuesta de la Resurrección es típicamente cristiana. El N.T. habla constantemente de la Resurrección.
Hay algunos precedentes un poco oscuros en Dt., salmos místicos -Ps 16- y sobre todo en 2 Macabeos. Con estos precedentes algunos grupos judíos mas estancados doctrinalmente -saduceos- no admitían la resurrección. No así los fariseos.
Todos los sinópticos pero especialmente Jn. en la resurrección de Lázaro hacen una conexión entre la resurrección de Lázaro y la auténtica resurrección, "Tu hermano resucitará: ya se que resucitará en el último día" (Jn 11,24). Se ve también en Hech. 23,6,8 la polémica ante el Sanedrín y la defensa de Pablo ante el procurador Félix a quien atemoriza hablando del juicio, de la continencia y de la resurrección (Hech 24, 14-15).
Sinópticos:
-Mc 12,8 (La mujer que tuvo 7 maridos): "Dios no es Dios de muertos sino de vivos". Teniendo en cuenta que no se puede concebir una vida verdadera que no sea encarnada.
S. Juan:
-5, 25-29: "Todos oirán la voz del Hijo, unos resucitarán para la vida y otros para el juicio".
-5, 25: habla de la resurrección de los justos.
-6: Hace la conexión entre la Eucaristía y la Resurrección, la Euc. rompe las barreras entre el tiempo y la eternidad.
San Pablo:
En Pablo el tema de la Resurrección es un tema cardinal y ya hay una elaboración, pero a diferencia de S. Jn., S. Pablo habla exclusivamente de la resurrección de los justos, nunca de los pecadores, el texto más antiguo es 1 Tes 4, 13-17. Los tesalonicenses aguardaban una parusía inminente y temen que sus hermanos muertos queden fuera del influjo salvador de Cristo glorioso. Pablo responde que ese temor es propio de los que no tienen esperanza, la fe en la Resurrección de Cristo debe extenderse a los que murieron en Jesús, resucita el Cristo total porque Dios resucitó a Jesús y también resucitará a sus hermanos, somos hijos de Dios por ser hermanos de Cristo, somos hijos en el Hijo (v. 14). La resurrección de Jesús es la única respuesta al misterio de la muerte, hay una vinculación en ese estar en el cuerpo de Jesús -la Iglesia- y resucitar.
Otro testimonio es 1 Cor 15. Aquí hay problemas de tipo gnóstico que hablaban no de una resurrección corporal sino de tipo neumático o espiritual.
vv 1-11: Desarrolla las consecuencias negativas de negar la resurrección (somos los más desgraciados de los hombres).
v 12: Sin resurrección no hay salvación, la salvación cristiana solo puede ser encarnada y escatológica.
vv 20-28: Cristo resucitó como primicias de los que durmieron, o sea que Cristo no resucita para sí mismo, sino como abriendo brecha hay una conexión entre el destino de Cristo y el de los cristianos.
vv35ss: ¿Con qué cuerpo resucitan los cuerpos?
El cuerpo actual es la semilla del definitivo, cómo salga no se atreve a decirlo.
Resucitaremos con un cuerpo espiritual, quiere insistir en el soma neumático, o sea, estrecha unidad entre lo espiritual y lo material. La salvación del hombre no consiste en la liberación del soma sino en su transformación (alusión en 2 Cor 5,1-5).
Este cristocentrismo de Pablo indica un carácter corporativo, o sea, la referencia a Cristo no es solo porque Cristo abre brecha, sino que es el cuerpo de Cristo el que resucita y alcanza así su plenitud, los individuos resucitan en tanto miembros del cuerpo de Cristo, dado que resucita el cuerpo en su conjunto, es el tema de la solidaridad Cristo-cristianos.
Esto significa que la resurrección es algo que acontece en un solo momento para todos. La constitución del cuerpo de Cristo se consuma comunitariamente una vez completados todos sus miembros.
Col 3,4: "Cuando aparezca Cristo Vida vuestra, entonces también vosotros apareceréis con El".
La plenitud de gozo se produce cuando hay dos requisitos:
a) el cuerpo
b) El número de los salvados, el cuerpo de Cristo.
De todo esto junto con el testimonio de los símbolos y Padres se deduce:
1. La Resurrección es escatológica, o sea, tendrá lugar en el último día.
2. Será un evento universal, afectará a justos y pecadores.
3. Habrá una identidad somática, resucitarán con sus cuerpos, en esta carne en la que ahora vivimos, no es una carne aérea o síquica, se afirma la identidad personal que no se puede separar de la identidad somática.
Los cuerpos resucitados (todos, justos y condenados) serán inmortales, espirituales e incorruptibles.
Además los cuerpos gloriosos de los justos tendrán las siguientes dotes: impasibilidad, sutileza, agilidad y claridad. A imagen de Cristo resucitado.
50.4 Los Nuevos Cielos y la Nueva Tierra
La tierra, igual que el hombre es glorificada, hay datos bíblicos y además es exigencia de una antropología bien entendida.
La Nueva Creación es un dato de la escritura (Apoc.). La inteligencia se ha plateado la razón de una estructura cósmica que sea correlativa a la nueva estructura del resucitado que necesita un marco de corporeidad porque el hombre nunca puede ser comprendido al margen de lo mundano, al hombre es un ser en el mundo siempre, y eso es un aspecto constitutivo de la nueva humanidad dada la enorme solidaridad que existe entre el hombre y el cosmos.
La triple relación del hombre con Dios, el otro y la naturaleza también reaparece en el más allá; reaparece Dios que resucita a Cristo. Reaparece "el otro", se salva el Cristo total, el número de los elegidos y reaparece la nueva creación, los cielos nuevos y la nueva tierra.
Esta solidaridad del hombre con la tierra es una tesis de la S.E., de la antropología y de la escatología, pues solamente la creación entera puede expresar las perfecciones divinas. El hombre ha nacido en el mundo y ya siempre tendrá que ver con el mundo. La consumación del hombre también repercute en la del cosmos que tiene un destino que se alcanza cuando alcanza el suyo la humanidad, el cosmos es subsidiario del hombre, la tierra no es un escenario neutro o indiferente de la historia humana, las intervenciones de Dios en la historia alcanzan cierta resonancia cósmica:
- El pecado del hombre contamina la tierra y la hace objeto de la maldición divina (Gen 3,17).
- La primera alianza de Dios con Noe (Gen 8, 21-22) es un pacto ecológico (mientras dure la tierra habrá ritmos).
- Los profetas muestran como el pecado del hombre contamina el medio ambiente que sufre por eso la ira de Dios y a veces se desata en sus aspectos destructivos.
El N.T. habla de que el mundo material se incluye en el cuadro de la salvación definitiva (2 Pt 3,12; Ap 21,1ss).
Mt 19,28 habla de una regeneración de la tierra (una nueva creación).
Pablo une cosmología y antropología en un marco cristológico porque Cristo es el mediador de la creación y de la salvación. Pablo, Juan y Hebreos amplían hacia atrás la misión de Cristo -Cristo preexistente- hablan de la función creadora de Cristo.
-1 Cor 8,6:La acción salvífica de Cristo tiene las mismas dimensiones que su acción creadora, todo lo que es creado es salvado, por eso, Cristo ha de reconciliar, recapitular todas las cosas.
-Rom 19-23: "La ansiosa espera de la creación" -la creación es personificada y desea vivamente la manifestación gloriosa de los hijos de Dios-.
Podemos en vista de esto afirmar:
1. La suerte del universo está vinculada a la del hombre, el hombre arrastra el universo a su corrupción y también le hará participar de su liberación (vv 19-21).
2. La redención del universo depende del rescate de nuestro cuerpo, o sea la resurrección (v 23).
3. La redención del universo no es solo la resurrección de los muertos, el mismo universo será liberado de lo que hay en El ahora de vanidad, esclavitud y corrupción. El universo gime con dolores de parto que espera la manifestación gloriosa de los hijos de Dios.
Vaticano II habla de este tema y dice:
-L.G. 48: Se habla de la restauración de todas las cosas, perfecta instauración en Cristo del universo mundo. La renovación del mundo está irrevocablemente decretada y se refuerza con una cita de 2 Cor 5,9 -"Nos esforzamos por agradar a Dios en todo", se alude a que la nueva creación venidera no debe desinteresar a los cristianos en el mundo presente.
-G.S. 39: contiene tres ideas fundamentales:
1. El hecho de la nueva creación: "Dios nos prepara una nueva morada y una tierra donde habita la justicia", o sea, certeza del hecho e incertidumbre del cuando y del como.
2. La expectación de una nueva tierra no debe agotar sino mas bien estimular la solicitud por perfeccionar esta tierra. Por eso, aunque el progreso temporal ha de distinguirse cuidadosamente del desarrollo del Reino de Cristo, interesa mucho el progreso temporal por cuanto puede ayudar en gran medida a ordenar la sociedad humana.
3. Los frutos de nuestro esfuerzo volveremos a encontrarlos finalmente limpios de toda mancha iluminados y transfigurados.
La actividad humana es cooperación a la creación de Dios y por tanto responde al propósito divino (G.S. 34) el trabajo humano perfecciona la creación.
El orden de la creación tiene valor propio (G.S.36) las cosas libres de mancha pueden participar entonces de la nueve creación.
"El creyente sabe que el inmenso esfuerzo de transformación del mundo dispone las materiales con que Dios levantará la nueva creación" (Ruiz de la Peña).

Es una gentileza de http://www.servicato.com para la
BIBLIOTECA 

50.3) El Dogma de la Resurrección de la Carne; Dotes del Cuerpo Resucitado
50.4) Los Nuevos Cielos y la Nueva Tierra
 
50.1 Parusía y Transformación del Mundo
En la primitiva comunidad cristiana se vivía la expectación definitiva, gloriosa de la venida de Jesús. Esto es obvio en el N.T. Toda la vida de los cristianos se orienta hacia una especie de evento finalizado que da su sentido a la historia y la termina, este acontecimiento se llama Parusía (pareimi) -Adsum- Presencia. Tiene un sentido de llegar, llegada o presencia de personas o sucesos.
La palabra preexiste en el helenismo y se usa para referirse a la manifestación de personas divinas a la tierra y visitas de reyes a sus ciudades, con un sentido tanto sacro como profano y siempre tiene una nota de triunfo.
Los escritos neotestamentarios designan siempre con la palabra parusía la llegada gloriosa de Cristo al final de los tiempos, presencia porque ha habido llegada. Esta llegada de Cristo se conecta con tres ideas:
1. El fin del mundo: 1 Tes 2,19; Mt 24,3 ¿cual será la señal de tu venida y del fin del mundo?
2. Resurrección de los muertos: 1 Cor 15, 23; 1 tes 4,15 "Los que vivamos hasta la venida del Señor no nos adelantaremos a los que murieron".
3. Juicio final universal: 1 Tes 5,23 "Que todo vuestro ser se conserve sin mancha hasta la venida del Señor J.C.".
La Parusía tiene un carácter revelador, hay una oscuridad -la de la fe- que se iluminará, pero esto no agota el contenido de la Parusía. Esta trae algo nuevo con respecto a lo que ahora experimentamos, el cristiano aguarda no simplemente un revelamiento sino un cumplimiento de algo que ya está incoado, pues de lo contrario ¿para que servirá el tiempo entre la revelación y la Parusía? Sería un tiempo neutro, aparte de que la consumación entraña novedades como son: La resurrección, el juicio y la nueva creación.
Si se tiene de esto una visión simbólica (protestante) la Parusía no añade nada, pero la Escritura nos habla de los acontecimientos que se aglutinan en torno a la Parusía:
- Aparición de Cristo, correlativo al aparecer nosotros gloriosos con El. (Cor 3,4)
- Una nueva creación (Rom 8,19).
La Parusía completa la revelación, no es solo desvelar, el escatón posee un carácter cristológico nos desvela la capitalidad ontológica y salvífica que tiene Cristo. La Parusía elimina la distancia ontológica que separa todavía a Cristo y el mundo, porque la humanidad y el mundo no son todavía lo que deben ser, ni yo soy todavía lo que debo ser. Desde el punto de vista cristológico, la Parusía es el último estadio de nuestra transformación en Cristo, es metahistórica, hace saltar el marco histórico.
Los signos escatológicos que aparecen en el N.T. no pueden nunca interpretarse como indicaciones cronológicos, todas las épocas si quisieran podrían rastrear signos que presagian el fin, esto ya relativiza los signos.
La Iglesia de los signos habla poquísimo y cuando lo hace es en plan positivo -signos de los tiempos- la Parusía tendrá desde luego unos signos que inquietan nuestra existencia pero no son indicaciones cronológicas, el signo escatológico ayuda a los cristianos a no mundanizarse y a trabajar porque este mundo tiene consistencia. 
50.2 El Juicio Universal
La Parusía lleva consigo el juicio escatológico, toda intervención de Dios en la historia tiene siempre un cierto sentido de juicio, pues ante toda oferta divina los hombres tienen que escoger, pero el último es el definitivo. "Cuando yo predico tiemblo", decía Orígenes pensando en el juicio de Dios.
Los hombres no podemos juzgar, Dios sí. Porque conoce los corazones, es un juicio sobre el hombre porque es retribuidor. El juicio divino tiene una doble vertiente salvífica y judicial. Es una manifestación del poder divino y la llegada definitiva del reino, juzga el que puede juzgar.
Venturus - el que ha de venir (referencia parusiaca)
Iudicare vivos et mortuos - A juzgar a los vivos y a los muertos.
1 Jn 4,17-18: "En esto ha llegado el amor a su plenitud en nosotros: en que tengamos confianza en el día del juicio, no hay temor en el amor, sino que el amor perfecto expulsa el temor".
Perspectiva de gloria, del poder de Cristo, de misericordia y de gracia y junto a eso de una decisión que puede ser de condenación, puede ser el "dies irae". Siempre en el juicio hay una incertidumbre, en este caso es la incertidumbre máxima porque es la separación entre buenos y malos, la hora de la verdad porque el juicio incluye una discriminación - ovejas y cabritos (Cf. Mt)- Dios sí discrimina porque elige a los hombres, da a algunos más gracia que a otros predestina a algunos al Cielo. ¿Cómo lo hace? no sabemos. Es una consecuencia del obrar en esta vida y tiene mucho de auto juicio, pero esto supone el juicio particular. Cada hombre después de morir, recibe en su alma inmortal su retribución eterna en un juicio particular que refiere su vida en Cristo (Catecismo 1022).
El juicio final sucederá cuando vuelve Cristo glorioso, solo el Padre conoce el día y la hora en que tendrá lugar; solo El decidirá su advenimiento. Entonces, El pronunciará por medio de su Hijo JC, su palabra definitiva sobre la historia. Nosotros conoceremos el sentido último de toda la obra de la creación y de toda la economía de la salvación y comprenderemos los caminos admirables por los que su Providencia habrá conducido todas las cosas a su fin último. El juicio final revelará que la justicia de Dios triunfa de todas las injusticias cometidas por sus criaturas y que su amor es más fuerte que la muerte (Cat. 1040).
50.3 El Dogma de la Resurrección de la Carne; Dotes del Cuerpo Resucitado
La resurrección viene como a ratificar las esperanzas de los hombres y mujeres del N.T.: "Si Cristo no ha resucitado vana es nuestra fe y somos los mas desgraciados de los hombres". Es como la piedra de toque de que el cristiano ha elegido bien y Dios no abandona al hombre en la muerte. Al discípulo le ocurre lo que al Maestro, el cristiano sigue los pasos de Jesús.
La resurrección es un tema típicamente cristiano, en otros pensamientos filosóficos y religiosos se da la inmortalidad: reabsorción en la sustancia divina, o metempsicosis, pero la respuesta de la Resurrección es típicamente cristiana. El N.T. habla constantemente de la Resurrección.
Hay algunos precedentes un poco oscuros en Dt., salmos místicos -Ps 16- y sobre todo en 2 Macabeos. Con estos precedentes algunos grupos judíos mas estancados doctrinalmente -saduceos- no admitían la resurrección. No así los fariseos.
Todos los sinópticos pero especialmente Jn. en la resurrección de Lázaro hacen una conexión entre la resurrección de Lázaro y la auténtica resurrección, "Tu hermano resucitará: ya se que resucitará en el último día" (Jn 11,24). Se ve también en Hech. 23,6,8 la polémica ante el Sanedrín y la defensa de Pablo ante el procurador Félix a quien atemoriza hablando del juicio, de la continencia y de la resurrección (Hech 24, 14-15).
Sinópticos:
-Mc 12,8 (La mujer que tuvo 7 maridos): "Dios no es Dios de muertos sino de vivos". Teniendo en cuenta que no se puede concebir una vida verdadera que no sea encarnada.
S. Juan:
-5, 25-29: "Todos oirán la voz del Hijo, unos resucitarán para la vida y otros para el juicio".
-5, 25: habla de la resurrección de los justos.
-6: Hace la conexión entre la Eucaristía y la Resurrección, la Euc. rompe las barreras entre el tiempo y la eternidad.
San Pablo:
En Pablo el tema de la Resurrección es un tema cardinal y ya hay una elaboración, pero a diferencia de S. Jn., S. Pablo habla exclusivamente de la resurrección de los justos, nunca de los pecadores, el texto más antiguo es 1 Tes 4, 13-17. Los tesalonicenses aguardaban una parusía inminente y temen que sus hermanos muertos queden fuera del influjo salvador de Cristo glorioso. Pablo responde que ese temor es propio de los que no tienen esperanza, la fe en la Resurrección de Cristo debe extenderse a los que murieron en Jesús, resucita el Cristo total porque Dios resucitó a Jesús y también resucitará a sus hermanos, somos hijos de Dios por ser hermanos de Cristo, somos hijos en el Hijo (v. 14). La resurrección de Jesús es la única respuesta al misterio de la muerte, hay una vinculación en ese estar en el cuerpo de Jesús -la Iglesia- y resucitar.
Otro testimonio es 1 Cor 15. Aquí hay problemas de tipo gnóstico que hablaban no de una resurrección corporal sino de tipo neumático o espiritual.
vv 1-11: Desarrolla las consecuencias negativas de negar la resurrección (somos los más desgraciados de los hombres).
v 12: Sin resurrección no hay salvación, la salvación cristiana solo puede ser encarnada y escatológica.
vv 20-28: Cristo resucitó como primicias de los que durmieron, o sea que Cristo no resucita para sí mismo, sino como abriendo brecha hay una conexión entre el destino de Cristo y el de los cristianos.
vv35ss: ¿Con qué cuerpo resucitan los cuerpos?
El cuerpo actual es la semilla del definitivo, cómo salga no se atreve a decirlo.
Resucitaremos con un cuerpo espiritual, quiere insistir en el soma neumático, o sea, estrecha unidad entre lo espiritual y lo material. La salvación del hombre no consiste en la liberación del soma sino en su transformación (alusión en 2 Cor 5,1-5).
Este cristocentrismo de Pablo indica un carácter corporativo, o sea, la referencia a Cristo no es solo porque Cristo abre brecha, sino que es el cuerpo de Cristo el que resucita y alcanza así su plenitud, los individuos resucitan en tanto miembros del cuerpo de Cristo, dado que resucita el cuerpo en su conjunto, es el tema de la solidaridad Cristo-cristianos.
Esto significa que la resurrección es algo que acontece en un solo momento para todos. La constitución del cuerpo de Cristo se consuma comunitariamente una vez completados todos sus miembros.
Col 3,4: "Cuando aparezca Cristo Vida vuestra, entonces también vosotros apareceréis con El".
La plenitud de gozo se produce cuando hay dos requisitos:
a) el cuerpo
b) El número de los salvados, el cuerpo de Cristo.
De todo esto junto con el testimonio de los símbolos y Padres se deduce:
1. La Resurrección es escatológica, o sea, tendrá lugar en el último día.
2. Será un evento universal, afectará a justos y pecadores.
3. Habrá una identidad somática, resucitarán con sus cuerpos, en esta carne en la que ahora vivimos, no es una carne aérea o síquica, se afirma la identidad personal que no se puede separar de la identidad somática.
Los cuerpos resucitados (todos, justos y condenados) serán inmortales, espirituales e incorruptibles.
Además los cuerpos gloriosos de los justos tendrán las siguientes dotes: impasibilidad, sutileza, agilidad y claridad. A imagen de Cristo resucitado.
50.4 Los Nuevos Cielos y la Nueva Tierra
La tierra, igual que el hombre es glorificada, hay datos bíblicos y además es exigencia de una antropología bien entendida.
La Nueva Creación es un dato de la escritura (Apoc.). La inteligencia se ha plateado la razón de una estructura cósmica que sea correlativa a la nueva estructura del resucitado que necesita un marco de corporeidad porque el hombre nunca puede ser comprendido al margen de lo mundano, al hombre es un ser en el mundo siempre, y eso es un aspecto constitutivo de la nueva humanidad dada la enorme solidaridad que existe entre el hombre y el cosmos.
La triple relación del hombre con Dios, el otro y la naturaleza también reaparece en el más allá; reaparece Dios que resucita a Cristo. Reaparece "el otro", se salva el Cristo total, el número de los elegidos y reaparece la nueva creación, los cielos nuevos y la nueva tierra.
Esta solidaridad del hombre con la tierra es una tesis de la S.E., de la antropología y de la escatología, pues solamente la creación entera puede expresar las perfecciones divinas. El hombre ha nacido en el mundo y ya siempre tendrá que ver con el mundo. La consumación del hombre también repercute en la del cosmos que tiene un destino que se alcanza cuando alcanza el suyo la humanidad, el cosmos es subsidiario del hombre, la tierra no es un escenario neutro o indiferente de la historia humana, las intervenciones de Dios en la historia alcanzan cierta resonancia cósmica:
- El pecado del hombre contamina la tierra y la hace objeto de la maldición divina (Gen 3,17).
- La primera alianza de Dios con Noe (Gen 8, 21-22) es un pacto ecológico (mientras dure la tierra habrá ritmos).
- Los profetas muestran como el pecado del hombre contamina el medio ambiente que sufre por eso la ira de Dios y a veces se desata en sus aspectos destructivos.
El N.T. habla de que el mundo material se incluye en el cuadro de la salvación definitiva (2 Pt 3,12; Ap 21,1ss).
Mt 19,28 habla de una regeneración de la tierra (una nueva creación).
Pablo une cosmología y antropología en un marco cristológico porque Cristo es el mediador de la creación y de la salvación. Pablo, Juan y Hebreos amplían hacia atrás la misión de Cristo -Cristo preexistente- hablan de la función creadora de Cristo.
-1 Cor 8,6:La acción salvífica de Cristo tiene las mismas dimensiones que su acción creadora, todo lo que es creado es salvado, por eso, Cristo ha de reconciliar, recapitular todas las cosas.
-Rom 19-23: "La ansiosa espera de la creación" -la creación es personificada y desea vivamente la manifestación gloriosa de los hijos de Dios-.
Podemos en vista de esto afirmar:
1. La suerte del universo está vinculada a la del hombre, el hombre arrastra el universo a su corrupción y también le hará participar de su liberación (vv 19-21).
2. La redención del universo depende del rescate de nuestro cuerpo, o sea la resurrección (v 23).
3. La redención del universo no es solo la resurrección de los muertos, el mismo universo será liberado de lo que hay en El ahora de vanidad, esclavitud y corrupción. El universo gime con dolores de parto que espera la manifestación gloriosa de los hijos de Dios.
Vaticano II habla de este tema y dice:
-L.G. 48: Se habla de la restauración de todas las cosas, perfecta instauración en Cristo del universo mundo. La renovación del mundo está irrevocablemente decretada y se refuerza con una cita de 2 Cor 5,9 -"Nos esforzamos por agradar a Dios en todo", se alude a que la nueva creación venidera no debe desinteresar a los cristianos en el mundo presente.
-G.S. 39: contiene tres ideas fundamentales:
1. El hecho de la nueva creación: "Dios nos prepara una nueva morada y una tierra donde habita la justicia", o sea, certeza del hecho e incertidumbre del cuando y del como.
2. La expectación de una nueva tierra no debe agotar sino mas bien estimular la solicitud por perfeccionar esta tierra. Por eso, aunque el progreso temporal ha de distinguirse cuidadosamente del desarrollo del Reino de Cristo, interesa mucho el progreso temporal por cuanto puede ayudar en gran medida a ordenar la sociedad humana.
3. Los frutos de nuestro esfuerzo volveremos a encontrarlos finalmente limpios de toda mancha iluminados y transfigurados.
La actividad humana es cooperación a la creación de Dios y por tanto responde al propósito divino (G.S. 34) el trabajo humano perfecciona la creación.
El orden de la creación tiene valor propio (G.S.36) las cosas libres de mancha pueden participar entonces de la nueve creación.
"El creyente sabe que el inmenso esfuerzo de transformación del mundo dispone las materiales con que Dios levantará la nueva creación" (Ruiz de la Peña).