Entrada destacada

ADORACIÓN EUCARÍSTICA ONLINE 24 HORAS

Aquí tienes al Señor expuesto las 24 horas del día en vivo. Si estás enfermo y no puedes desplazarte a una parroquia en la que se exponga el...

sábado, 30 de julio de 2016

Me gustaría saborear en esta tierra algo de esa intimidad que tendré con él en  el cielo  



A Dios le gusta estar conmigo. Pero a veces rezo desde mi coraza. Hablo sin parar y no le dejo espacio y tampoco dejo espacio para que mi alma respire.

A veces rezar se convierte en una obligación, un punto en mi carnet de buen cristiano, en lugar de ser para mí lo más necesario. Sucede cuando no busco en Él mi descanso, mi roca para apoyarme, mi barca para que calme mi tempestad. A veces mi oración es egoísta, y me quejo de otros y pido para mí.

Quiero que Dios ensanche mi corazón al orar. Por eso le pido que me enseñe. Quiero tener sus ojos y que abra mis puertas cerradas. Miro a Jesús. Quiero aprender a orar a su manera. Dios está tan cerca de mí y yo a veces no sé cómo buscarlo, cómo hablar con Él.

Mi oración no tiene que ser perfecta. Basta con que sea mi oración pobre y sencilla, nada más.

¿Cómo rezo? ¿Qué lugares me dan vida para rezar? ¿Cuál es el estilo entre Dios y yo? ¿Cómo me busca Dios? ¿Cómo le busco yo? La vida en la tierra es buscarnos mutuamente Dios y yo. Esperarnos y encontrarnos.

Me gustaría saborear en esta tierra algo de esa intimidad que tendré con Dios en el cielo. Orar desde el alma, desde quien soy, desde el momento en el que estoy, sin recordar con nostalgia momentos místicos que pueden haber pasado.

¿Le hablo a Dios de lo que siento, o sólo hablo desde mi mente? Orar en profundidad. Haciendo que al orar, mi vida tenga hondura y sentido. Ese sentido que le da caminar con Dios, vivir en sus manos. Orar desde la entrega de hijo, como Jesús. Desde mi pequeñez. Desde ese nombre que Dios pronunció al crearme.

Y al orar, lo escucho de nuevo en mi oído. Orar sintiéndome amado profundamente. Eso es orar. Así era la oración de Jesús. Escuchar que soy el hijo amado. Así quiero orar para sentirme amado, para saberme hijo. Para amar con torpeza, pero dando la vida.

Sé que sólo es posible desde Dios. Sólo orando puedo amar en plenitud. Sólo amando puedo orar como Jesús oró. Con silencios. Con palabras. Con miradas. Con todo mi ser. Quiero vivir junto a Él. En cada paso de mi vida.

Recuerdo a Jesús orando toda la noche antes de elegir a sus apóstoles. Era Dios, y estuvo toda la noche entregando esa decisión tan importante. ¿Yo cuento con Dios en mis decisiones? ¿O se las cuento cuando ya he decidido para que las haga realidad?

Me gusta ver a Jesús buscando en la oración la voluntad del Padre. Me gustaría ser así. Modelar mi voluntad a la de Dios. Escucharlo, aprender a tener el alma sensible a sus más leves deseos. Él sólo busca mi felicidad. Y yo confío y descanso. ¿Qué vieron ese día en Jesús? ¿Vieron su alegría, su paz, su fuego, sus ojos? Quiero aprender a rezar como Jesús.

viernes, 29 de julio de 2016

¿Quién era María Magdalena?

María Magdalena, el rostro de la Misericordia que Francisco presenta a los jovenes



Un vídeo para redescubrir la actualidad de la mujer que tanto amó a Jesús

Para ayudar a los jóvenes a comprender la experiencia de la Misericordia, Francisco presenta la belleza del rostro de María Magdalena, la prostituta que se convirtió en la “apóstol de los apóstoles”.

El Papa ha querido que la Jornada Mundial de la Juventud sea precedida por la creación de la fiesta litúrgica en su honor, el 22 de julio. Una de las iniciativas litúrgicas más importantes de este pontificado.

Francisco está convencido de que en la belleza del rostro de esta mujer todo joven puede experimentar la fuerza por el perdón de Dios.

La vida de María Magdalena cambió cuando Jesús la miró como no la había mirado ningún otro hombre. Este vídeo redescubre la vida de las María Magdalenas de hoy.

¿Quieres orar con todo tu ser? Reza esta oración

Háblale a Dios también de lo que sientes, no sólo hables desde tu mente...


No quiero dejar pasar los detalles de mi vida sin dar gracias. Quiero mirar con hondura mi camino para reconocer su mano y sus pies a mi lado. Quiero acabar este curso renovando mis “síes” a la voluntad de Dios en mi vida y agradeciendo. Alabarlo en los momentos bellos y en los difíciles, porque estuvo conmigo. En la luz y en la oscuridad.

Dios está también en mi oscuridad. Me gustaría aprender de Jesús a vivir mis miedos, mis límites, mis fracasos, atado a Él. A veces en el dolor o en lo que no comprendo o me desconcierta, me alejo de Dios. Pienso que Dios sólo está cuando soy perfecto. Pero Él todo lo usa para acercarme a Él, si yo me dejo.

Una persona rezaba: “Señor enséñame a orar, con tu humildad, con tu sinceridad, con tu entrega, con tu hondura. Enséñame a orar con todo mi ser, no sólo con mi mente. Con mi voluntad. Con mi corazón. Con mis pies. Con mis silencios. No tengo que esperar el momento perfecto. Enséñame a orar en medio de lo que ahora mismo estoy viviendo. A abrirme en la oración. A dejar asomar mi fragilidad. Mi nombre. El nombre que sólo pronuncias Tú. Enséñame a pasear contigo por mi alma y conocer mis valles y mis montes, mis fuentes y mi sed, mis desiertos y mis bosques”.

Cuando no hay palabras…

Papa Francisco ofrece silencio y oración ante las víctimas del Holocausto


Papa Francisco visitó hoy Auschwitz. Un emotivo acto basado en el silencio y la oración. No hay palabras que puedan definir lo vivido en los campos de concentración, ni palabras para definir el sentimiento del Papa Francisco en su visita.

Si te gusta el canto gregoriano, te encantará el canto visigótico

Asociado a la llamada "liturgia hispánica" , este tipo de canto recoge una tradición oral previa a la invasión árabe



Se le conoce más comúnmente como “canto mozárabe”, pero esta definición es, en más de un sentido, errónea. Es tanto más adecuada la de “liturgia hispánica“, como también se le ha llamado.

Si bien es cierto que los manuscritos que componen el canon de este tipo de canto litúrgico son todos posteriores a la invasión árabe de la Península Ibérica, también lo es que estos textos recogen una tradición oral que ya el mismo san Isidoro de Sevilla había descrito en sus textos sobre la liturgia (De ecclesiasticis officiis).

Esta tradición oral, para más detalles, tiene dos procedencias: una, del norte de España, conocida como castellano-leonesa; y otra, del sur de la Península, conocida como toledana, aunque muy posiblemente se haya originado en Sevilla, como parecen señalar los testimonios de san Isidoro.

Estos cantos, según algunas fuentes, tienen fuerte influencia judía: aparentemente, hasta el siglo IV, en la Península Ibérica, judíos y cristianos compartían algunas prácticas litúrgicas, como la recitación de los salmos y la lectura de los libros del Antiguo Testamento.

De estas prácticas comunes podrían derivar algunas de las melodías que escuchamos en estas formas litúrgicas monódicas.

En el video, se escuchan los cantos visigóticos-mozárabes posteriores a la llamada “reforma” del obispo Cisneros, quien se encargó, en 1495, de recopilar y organizar estos códices, convirtiéndolos en un misal y un breviario.