Polonia ha sido testigo de un océano de rostros jóvenes y de banderas de los diferentes países del mundo. El cardenal Dziwisz repitió las mismas palabras que había dirigido Juan Pablo II a los jóvenes: “Hay que llevar al mundo el fuego de la misericordia”.
Este vídeo permite revivir el ambiente que respiraron los 500 mil jóvenes que se congregaron en el gran parque de Błonia, en el centro de la ciudad de la que fue arzobispo Karol Wojtyla.