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miércoles, 6 de julio de 2016

Los 4 regalos que Jesús nos da el día de nuestro Bautismo

Regalos que han de llenar de alegría nuestros corazones


El ritual del bautismo se encuentra lleno de significados. Desde la puerta del templo, hasta la oración final, se encuentra repleto de profundos símbolos; como si se nos abrieran los secretos del tesoro escondido.

En esta ocasión hablaremos de cuatro dones que recibimos el día de nuestro bautismo y que han de llenar de alegría nuestros corazones y esto nos motive a procurar la Gracia de la Presencia de Dios en nuestras vidas.

1.- La Luz

El día en que Jesús el Buen Pastor nos invita a entrar a su redil, nos llevan al templo, y ahí se encuentra una luz muy hermosa y brillante. El Cirio es portador de esta Luz. “Jesús les dirigió una vez más la palabra, diciendo: “Yo soy la luz del mundo. El que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la Vida” (Juan 8, 12)

Jesús es esa luz que brilló para nosotros por primera vez en Belén, tal como lo anunció el profeta Isaías: “El pueblo que caminaba en las tinieblas ha visto una gran luz; sobre los que habitaban en el país de la oscuridad ha brillado una luz” (Isaías 9,1)

El Buen Pastor da la vida por sus ovejas. Aunque el Cirio se apague, representa a una luz que no se apagará jamás, debido a la Resurrección.

Desde el Cirio, esta Luz llega hasta nosotros a través de la vela que nuestros Padres y Padrinos sostienen en sus manos, para comunicarnos a Jesús que es la Luz.

2.- La Vestidura Blanca

El día de nuestro bautismo también nos visten con una Vestidura Blanca, que significa que nuestra alma se vuelve blanca con la Luz de Jesús.

Esta vestidura blanca es símbolo de la dignidad de ser Hijo de Dios:

“Seis días después, Jesús tomó a Pedro, Santiago y Juan, y los llevó a ellos solos a un monte elevado. Allí se transfiguró en presencia de ellos. Sus vestiduras se volvieron resplandecientes, tan blancas como nadie en el mundo podría blanquearlas (Marcos 9, 2-3). 

“Entonces una nube los cubrió con su sombra, y salió de ella una voz: «Este es mi Hijo muy querido, escúchenlo»” (Marcos 9,7)

¡Son las mismas palabras que Dios Padre dice durante el bautizo de Jesús: “Apenas fue bautizado, Jesús salió del agua. En ese momento se le abrieron los cielos, y vio al Espíritu de Dios descender como una paloma y dirigirse hacia él. Y se oyó una voz del cielo que decía: “Este es mi Hijo muy querido, en quien tengo puesta toda mi predilección” (Mateo 3, 15)

¿No nos gustaría mantener esta vestidura, siempre blanca, siempre limpia?

3.- La Palabra

Durante nuestro bautizo se lee La Palabra. De esta manera nos es presentada la Palabra de Dios. Jesús se hace presente a través de Su Palabra.

La  Palabra es la que nos indica el Camino, nos muestra la Verdad y nos regala la Vida:

“Yo voy a prepararles un lugar. Y cuando haya ido y les haya preparado un lugar, volveré otra vez para llevarlos conmigo, a fin de que donde yo esté, estén también ustedes. Ya conocen el camino del lugar adonde voy. Tomás le dijo: Señor, no sabemos adónde vas. ¿Cómo vamos a conocer el camino?” Jesús le respondió: “Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie va al Padre, sino por mí”. (Juan 14, 2-6)

El canto nos recuerda: “…Tu palabra Señor es la fuente de donde brota la vida…”

4.- El Agua.

El agua tiene diversos usos: mantener la vida de todos los seres, la limpieza, la salud, entre otros muchos.
El agua en el bautismo se convierte en instrumento, ella es el “Signo” de la acción del Espíritu Santo.

“Jesús le respondió: “Te aseguro que el que no nace del agua y del Espíritu no puede entrar en el Reino de Dios”. (Juan 3,5)

“Acercándose, Jesús les dijo: “Yo he recibido todo poder en el cielo y en la tierra. Vayan, entonces, y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo” (Mateo 28, 18-19). Cada bautizado recibe al Espíritu Santo y se convierte en Hijo de Dios al entrar al redil del Buen Pastor.

El nacimiento físico nos hace nacer en una familia. El bautismo nos hace nacer en una comunidad: La Iglesia.

Rise up and dance, Rex band

Después de Toronto, Colonia, Sidney, Madrid y Río, la Rex Band nos hará bailar también en la JMJ de Cracovia




La Rex Band es la primera banda procedente de la India que fue invitada a la JMJ de Toronto en 2002. Desde ese momento en adelante ha sido siempre invitada a las Jornadas: en 2005 a Colonia, en 2008 a Sydney y en 2011 a Madrid.

En la más reciente JMJ de Río de Janeiro en 2013, la Rex Band tuvo el honor de presentarse en un concierto completo la noche anterior a la misa del papa Francisco.

Este año en Cracovia se presentará en el Halleluya Festival, el mayor festival de música católica del mundo, organizado por la comunidad Shalom de Brasil con ocasión de la JMJ.

La Rex Band se formó a partir del encuentro de un grupo de jóvenes cuyas vidas cambiaron gracias al movimiento Jesus Youth.

Se preguntaron cómo podían usar el talento musical que Dios les había dado para acercar cada vez más a los jóvenes a la figura de Cristo.

La banda está compuesta por más de 25 artistas que tienen diversos talentos en el ámbito musical. Su estilo es una fusión entre música étnica y contemporánea.

Han publicado diez álbumes en diversos idiomas en los últimos diez años.

Si quieres seguirlos en FB esta es su página: Rex Band

martes, 5 de julio de 2016

Ama tu vida tal y como es ahora

En la salud y en la enfermedad, el éxito y el fracaso... ¡ama!


Le doy gracias a Jesús por la vida que tengo, por la misión que me ha entregado, por el don que me ha hecho en mi vida. Beso mi vida tal y como es. Esa es la única forma de vivir bien mi camino.

No quiero ser el primero. Y a veces me confundo intentándolo. Y me desgasto en una lucha por los primeros puestos, buscando un reconocimiento que se me escapa, una admiración que se acaba.

Me gustaría dar mi vida sin importarme tanto el resultado final. La meta soñada. El logro que buscaba. Dar la vida con generosidad. Darla y no quitársela a nadie.

Me gustaría vivir en la salud y en la enfermedad con la misma actitud de vida. Vivir mi misión en las circunstancias en las que me encuentre.

Mi misión tiene que ver con mi entrega. Es una actitud de vida. No consiste en lograr muchas cosas, en dejar muchas cosas bien hechas. Es más bien una forma de vivir, de mirar, de amar.

Por eso me conmueve la vida de una madre italiana, Chiara, que murió como consecuencia de una dura enfermedad. Los que la conocieron destacaban su actitud llena de amor en sus momentos más duros: “Chiara no es como la mayoría de los enfermos terminales, que se aferran a la vida con todas sus fuerzas. Después de haberla escuchado o visto, la gente vuelve a casa reconfortada. No absorbe la vida de los que van a verla, se la da. Quien piensa en su situación desde lejos se angustia, en cambio quien está cerca de ellos vive el consuelo, fruto de una sabiduría diferente”(1).

Daba su vida, la entregaba con humildad. No se aferraba a ella. No retenía lo que Dios le había dado. Confortaba ella a los que pretendían animarla. No consumía la vida de los que iban a consolarla. Les daba su vida en un testimonio sencillo de amor.

Sus últimas fuerzas entregadas con amor. Su deseo de llegar más alto, más lejos, guardado en su corazón consagrado a Dios.

Lo tengo claro, no sufre menos quien sonríe más en medio de su sufrimiento. Pero sé que su sonrisa hace sufrir menos a los que están más cerca. No consume la vida de los que la acompañan. Al revés, les da vida y anima a los que llegan a dar ánimos.

Así me gustaría vivir siempre mi misión. En la salud y en la enfermedad, en la cruz y en los momentos de gozo. Quiero vivir sin consumir la vida de los otros. Sin agotar sus energías. Quiero vivir dando, no esperando siempre algo a cambio de mi entrega.

Así me gustaría vivir, dando esperanza y motivos para seguir luchando hasta el final. Dando alegría y motivos para sonreír siempre.

Me queda claro, mi actitud ante la vida es lo que cuenta. Mi camino de santidad no consiste en ser el primero, en ganar siempre, en tener razón en todo momento, en lograr todo lo que me propongo.

Mi misión consiste más bien en no darme nunca por vencido, en caer y volver a levantarme, con una sonrisa, desde mi pobreza.

Consiste en sonreír aun cuando no haya motivos aparentes para la alegría. Si creo en el amor de Jesús sosteniendo mi vida, será posible llegar al final del camino. No quiero agobiarme pensando en la importancia de los éxitos, de los logros. No quiero perder la mirada correcta sobre las cosas.

(1) Simone Troisi y Cristiana Paccini, Nacemos para no morir nunca, 135

VIDEO Papa Francisco sobre la guerra en Siria

¡La paz es posible pero hay que orar!



VATICANO, 05 Jul.  En un vídeo-mensaje, el Papa Francisco expresa el profundo dolor que siente por la guerra en Siria y las miles de víctimas por su causa desde que comenzó hace ya cinco años y asegura que existe una solución política y no militar, para lo que hay que orar.

El mensaje forma parte de la campaña por la paz en Siria promovida por Caritas Internationalis sobre el tema “Siria, la paz es posible”.

Francisco asegura que lo que sucede en este país es algo que “entristece mucho mi corazón”. “Es una situación de sufrimiento indescriptible, cuya víctima es el pueblo sirio, obligado a sobrevivir bajo las bombas o buscando vías de evacuación a otros países o áreas de Siria, menos desgarradas por la guerra: abandonan sus hogares, todo...”.

“También pienso en las comunidades cristianas, a las que mando todo mi apoyo, a causa de la discriminación que tienen que soportar”, dice.

Francisco pide a los fieles “la construcción de una sociedad más justa” porque además “mientras que el pueblo sufre, una increíble cantidad de dinero se gasta para proporcionar armas a los combatientes”.

“Algunos de los países proveedores de estas armas también se encuentran entre los que hablan de paz. ¿Cómo se puede creer en quienes con la mano derecha te acarician y te golpean con la izquierda?”, se pregunta.

El Papa anima entonces a adultos y jóvenes “a vivir con entusiasmo este Año de la Misericordia para vencer a la indiferencia y proclamar con fuerza que ¡la paz en Siria es posible! ¡La paz en Siria es posible!”.

“Les invito a orar por la paz en Siria y por su pueblo, en ocasión de vigilias de oración, de iniciativas de sensibilización en grupos, en parroquias y comunidades, para difundir un mensaje de paz, un mensaje de unidad y esperanza”, pide el Santo Padre.

Francisco invita a que “a la oración, sigan luego obras de paz” y a dirigirlas “a aquellos que están involucrados en las negociaciones de paz, para que tomen en serio estos acuerdos y se comprometen a facilitar el acceso a la ayuda humanitaria”.

“Todo el mundo debe reconocer que no existe una solución militar para Siria: sólo una política. Por lo tanto, la comunidad internacional debe apoyar las conversaciones de paz para construir un gobierno de unidad nacional. Unamos fuerzas, a todos los niveles, para asegurarnos de que la paz sea posible en la amada Siria. ¡Esto sí que será un grandioso ejemplo de misericordia y amor vivido por el bien de toda la comunidad internacional!”, concluye el mensaje.

lunes, 4 de julio de 2016

¿Caíste?, ¿te equivocaste?

¡Vuelve a empezar sin miedo!



“¡Yo quiero un nuevo día porque puedo y quiero actuar diferente! 
¡Nuevo día! No me doy por vencido, ¡es posible tener un nuevo día!”.

Siempre es el día de reescribir la propia historia y empezar de nuevo. Y es justamente el mensaje central de este video desenfadado del cantante católico Bruno Camurati.

La canción y las imágenes del videoclip nos hacen recordar lo que un día dijo san Agustín: “Tener fe es señalar una hoja en blanco y dejar que Dios escriba lo que quiera”. Todo esto porque en Dios siempre hay posibilidad de volver a empezar.

“Música para empezar” es una buena opción para quien quiera empezar el día respirando optimismo y esperanza. Una canción inspirada en el propio ser humano que nunca desiste, pues el Dios que le creó nunca desiste de él.