Aunque la Felicidad no es un estado permanente sino solo destellos, ser feliz sí es una decisión sin importar las circunstancias y las situaciones que se presenten.
Se trata de adoptar estilos de vida que nos conduzcan a sacarle el mayor provecho a nuestros estados de felicidad.
Mi vida transcurre como la de cualquier mortal, con alegrías y tristezas pero logro derrotar estas últimas, pensando en las bendiciones que Dios me ha concedido hasta el día de hoy y he decidido comenzar cada día con una declaración de felicidad, después de dar gracias a Dios por el nuevo día, tratando siempre de alargar los momentos de alegría pero sobretodo tratando de hacerle la vida amable a la gente que me rodea y así generar un entorno que me permita crecer y desarrollarme dentro de un ambiente sano que invite a disfrutar cada momento.
A veces me pregunto, ¿por qué cuando podemos ser felices no lo somos, cuando todos deseamos la felicidad?
Y tratando de responderme, encuentro que mi felicidad está dentro de mi y no afuera, porque si es el entorno el que no me permite ser feliz ese entorno lo he generado yo mismo y muchas veces nos encontramos como extraviados buscando felicidad donde no la vamos a encontrar.
(...) Tenemos tres palabras que debemos ubicar plenamente, ellas son: Pasado, Presente y Futuro.
El Pasado debemos agradecerlo pero ya no podemos vivir en él.
El futuro es tan interesante que podemos construirlo a nuestro gusto pero aún no podemos vivir en él.
Lo que solo nos queda VIVIR EL PRESENTE, pero vivirlo con alegría es nuestra propia decisión, dependiendo esto de nuestra musculatura mental porque así como podemos construir nuestra musculatura física, así podemos construir nuestra musculatura mental con ejercicios que me motiven a vivir y no a sobrevivir, parafraseando a Goethe quien dijo:
"Empieza y se te calentará la mente. Continua y la tarea quedará completa".
Para ser feliz he encontrado que debo ser un buen administrador del tiempo PRESENTE que es el único que poseo y con el que puedo construir mi futuro sin convertirme en un planificador eterno de los que dicen "Algún día haré…." y aprender del pasado, pues éste me enseña y yo tengo el deber de aprender.
En la sabiduría Hindú he aprendido:
"El ayer no es más que un sueño,
El mañana no es más que una visión,
pero el PRESENTE, bien vivido, hace de cada ayer un sueño de felicidad y,
de cada mañana, una visión de esperanza. Por lo tanto, prestemos atención a este día"
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