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jueves, 10 de julio de 2014

Un desafío a los Teósofos


Todo el que observe los acontecimientos internacionales no dejará de percibir la tensión que existe en todas partes del mundo.   Es algo más que una tensión económica; es más que la tensión industrial entre obreros y patronos; es más que la tensión de una lucha nacionalista y política.   Esos no son más que los síntomas de la subyacente necesidad que siente el mundo de encontrar una respuesta a esos problemas, basada en algo más sólido, más digno de confianza y duradero que cualquiera de las ineficaces "soluciones" del pasado.
No es que los hombres tengan miedo.   Los hombres están dotados de suficiente valor.  
Si la humanidad presenciase la inevitable destrucción del mundo y de la raza, encontrarían heroica guía y probablemente resultasen todos héroes, demostrando así, que están hechos de divina materia.       
Pero los hombres saben que para hacer frente al desastre no es bastante el coraje;  y la gran tensión que sienten, se debe a que se dan cuenta que la destrucción no es inevitable;  porque en el fondo de su naturaleza saben que en alguna parte hay una solución. 
Es la emoción que fuerza a aguardar, la duda señalando que se puede hallar la solución, es el esfuerzo mental de la lucha para encontrar la solución a tiempo.
En  un artículo en la revista de la Universidad de Chicago, un autor decía:
" ...El mundo está inflamado de duda, terror y odio; esa llama sólo puede ser extinguida por el sabio, escribiendo en la soledad de su estudio, pero escribiendo con pasión por el derecho y por el bienestar del mundo"...
El valor del sacrificio, y, de la devoción apasionada con respecto a las necesidades humanas es indudable, pero más adelante en la misma revista otro escritor ofrece una mejor solución.
"  ..No es suficiente enseñarles a los  hombres sabiduría, caridad y tolerancia.  Estos atributos son de la misma esencia de lo que se ha venido enseñando desde hace dos mil años.
"..No será suficiente que los hombres de ciencia se pongan a trabajar para aminorar el choque que en la sociedad produce todo progreso industrial.. .
"...No será suficiente que el erudito en la soledad de su estudio, escriba con pasión por los derechos y bienestar de los pueblos.   Los anaqueles del mundo están llenos de ese material.
"El hombre necesita, una nueva base de verdades eternas en la cual cimentar una nueva fé.   El hombre necesita nuevos valores, y que una nueva fórmula rija su vida".
Para los teósofos, tal exposición es un incesante desafío.   La fórmula que presenta, no podría describir mejor lo que la Teosofía tiene para ofrecer en Sabiduría.    Nunca urgió más el tiempo .   Nuevas verdades se necesitan que sean básicas y eternas, capaces de cimentar una fé aquí abajo en la tierra, y practicables con un "conjunto de valores para los cuales vivir".  No es esta una mera retórica, sino la expresión de lo que el mundo verdaderamente busca y ansiosamente espera.
La Sociedad Teosófica ha luchado valientemente, ...para expandir la luz, desde que su llama fué encendida en un mundo supersticioso y materialista.   No ha podido evitar las guerras, a pesar de exhibir las básicas verdades, los valores eternos que los pensadores y las instruidas masas de la humanidad reconocen como esenciales para la paz, la vida y la libertad.
Esas verdades básicas no necesitan ser adaptadas a los hombres de ciencia, ni a los educadores, ni a los psicólogos, ni a ningún otro que verdaderamente busca de responder al llamado de la humanidad.   Esos tomarán las verdades básicas, percibirán su importancia y eterno poder y lo aplicarán a la ciencia, a la educación, a la psicología, a todos los actos a través de los cuales aquellos que están interesados en el bienestar de la humanidad buscan ayuda.  Tales hombres en todas las actividades, están tratando de descubrir la subyacente e iluminadora verdad, sin la cual saben ellos que todos sus esfuerzos son vanos.   Si los teósofos dieran esta verdad en toda su potencia y pureza, sus razones harían que esos hombres adaptasen a ella sus pensamientos profesionales.
Sin duda alguna, es muy importante, que los Teósofos sean ampliamente versados en todas las formas de pensamiento relacionados con los diferentes conocimientos.  Sin embargo más urgente es la necesidad de "nuevas y básicas verdades...verdades eternas...de nuevos valores...una nueva fórmula por la cual vivir",...y si estas fueran claramente expuestas, la adaptación profesional, podría dejarse sin ningún peligro a aquel que sinceramente busca ayudar a la Humanidad.
Lo que se le pide a los teósofos, es que conozcan concienzudamente las verdades básicas, y eternas que constituyen nuestro especial campo de conocimiento, las que deben exponer personalmente y a través de las actividades de la Sociedad Teosófica, en toda su pureza, su lógica e inspirante veracidad.   Esas básicas y eternas verdades, poseen un gran poder si se les facilita un canal puro por el que puedan fluir, y, no necesitan disfrazarse, ni ser diluidas, ni tampoco adaptarse a diferentes tendencias.
Los hombres de saber y de percepción buscan lo básico y lo eterno, los elementos para una nueva fé, nuevos valores para una más feliz vida, y no dejarán de reconocerlas si son claramente expuestas.
En Teosofía, esos hechos fundamentales, básicos y eternos en su naturaleza, han sido extraídos de todas las grandes fuentes de la verdad;  de las religiones, de la filosofía, de la misma Naturaleza.
Esta única síntesis e integración responde al llamado de los pensadores de la humanidad.  Esto es lo que el mundo ansía.  Esto que muestra que los hombres son hermanos por naturaleza, que hace comprensible la utilidad de la vida, y la muerte, desposeyéndolas de todo temor, manteniendo la fé de los hombres por la razón, explicando el pasado, y el presente, e indicando un razonable y seguro camino hacia la felicidad;  esto solamente puede aliviar la tensión de la impelente necesidad que todos los hombres sienten y muchos expresan.
El escritor en la revista de la Universidad de Chicago dice más adelante que el germen del egoísmo debe destruirse.
"Es este germen del interés propio que ha hecho inútiles todas las enseñanzas, prédicas y plegarias del pasado.   Este germen es un producto de la naturaleza, que hace del instinto de conservación su primera ley, y que con nuestras enseñanzas, prédicas y ruegos lo inculcamos en el hombre con el propósito  de adaptarle a una buena vida, pero en realidad estos valores no tienen importancia".
Vemos nuevamente lo cerca que la Teosofía está de la solución.   Su filosofía de la fraternidad, sus enseñanzas de una elevada vida y de las órdenes jerárquicas desde el hombre a la súper humanidad, son la misma antítesis de todo egoísmo y la verdadera esencia de todo sacrificio.  Es la Teosofía el único conocimiento que en el mundo moderno enseña la vida noble, no para la propia preservación, sino para el adelanto de la humanidad y para ayudar al mundo a soportar, "su pesado karma", el resultado de su oscuro pasado.

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