Entrada destacada

ADORACIÓN EUCARÍSTICA ONLINE 24 HORAS

Aquí tienes al Señor expuesto las 24 horas del día en vivo. Si estás enfermo y no puedes desplazarte a una parroquia en la que se exponga el...

sábado, 25 de junio de 2016

Francisco en el Memorial del «Gran Mal»

«nunca más tragedias como esta»

 VATICAN INSIDER  25 JUNIO, 2016

Aquí, en la «colina de las golondrinas», el tiempo parece haberse detenido. El mausoleo, el Muro de la Memoria y las estrellas de la Armenia renacida expresan el dolor de un pueblo que ha sufrido una tragedia, «un genocidio», como afirmó ayer Papa Francisco frente a las autoridades del país, un millón y medio de personas exterminadas por los turcos. Un exterminio olvidado durante mucho tiempo y que sigue siendo negado, que representa todavía tensiones constantes con Turquía, quien se empeña en negar lo que sucedió al inicio de la Primera Guerra Mundial. Aquí, en el Tzitzernakaberd Memorial, en el mausoleo circular conformado por doce placas inclinadas de basalto (que representan el número de provincias que vivieron la violencia atroz), arde al aire libre la «Llama Eterna», en memoria de quienes perdieron la vida. Una memoria a la que todavía le cuesta muchos esfuerzos ser reconocida.

Bergoglio y el Catholicos Karekin II fueron recibidos por el presidente armenio y recorrieron a pie el último trayecto del camino que lleva al Memorial, en donde el Papa dejó una corona de flores, acompañado por un grupo de niños con carteles que representaban a los mártires de 1915. Fue conmovedor el canto del himno del «Hrashapar bakuzmamp», que, hablando sobre las víctimas, afirma: «Imágenes auténticas del Ángel de Dios, que guiadas a la masacre, fueron sacrificadas como corderos inmaculados, que estaban frente a los verdugos inflamados por un ímpetu irracional, sin embargo no abrieron sus bocas, ni para renegar al Señor, ni la patria. Señor, santo y verdadero, hasta cuando no juzgues y no exijas justicia de la causa de nuestra sangre».

Papa Francisco conoce muy bien la historia de Armenia y los sufrimientos de su pueblo. En el discurso que pronunció ayer, viernes 23 de junio, ante las autoridades políticas del país, recordó el «Metz Yeghérn», el «Gran Mal», expresión que utilizan los mismos armenios para referirse al genocidio. Un evento, según dijo Bergoglio, «azotó a su pueblo y causó la muerte de una gran multitud de personas. Aquella tragedia, aquel genocidio, por desgracia, inauguró la triste lista de las terribles catástrofes del siglo pasado, causadas por aberrantes motivos raciales, ideológicos o religiosos, que cegaron la mente de los verdugos hasta el punto de proponerse como objetivo la aniquilación de poblaciones enteras».

La oración de intercesión en el memorial de Tzitzernakaberd es un signo elocuente de cercanía y de participación del dolor del pueblo armenio. El Papa rezó en italiano con estas palabras: «Escúchanos, Señor, y ten piedad, expía y limpia nuestros pecados».

A lo largo del recorrido, el Pontífice bendijo y regó un árbol que quedará en el lugar como recuerdo de su visita. Estaban presentes, en la terraza, unos diez descendientes de armenios perseguidos, que en su momento fueron alojados y salvados en Castel Gandolfo por Papa Benedicto XV. Papa Francisco también firmó el libro de visitas del Memorial, en el que escribió el siguiente mensaje: «Aquí rezo, con dolor en el corazón, para que nunca más haya tragedias como esta, para que la humanidad no olvide y sepa vencer con el bien el mal; que Dios conceda al amado pueblo armenio y al mundo entero paz y consolación. Que Dios custodie la memoria del pueblo armenio. La memoria no debe licuarse ni olvidarse, la memoria es fuente de paz y de futuro».

Hace poco más de un año, Francisco quiso celebrar el centenario aniversario del genocidio con una misa en San Pedro. Hoy fijó su mirada, en silencio, sobre la «Llama Eterna». Rezando y recordando.

Si volvemos a leer la homilía y el mensaje que entregó al pueblo armenio al final de la liturgia de abril de 2015, durante la conmemoración del centenario, nos damos cuenta de que, en la óptica del Obispo de Roma, reconocer el exterminio de 1915 no tiene nada que ver con ninguna reivindicación o con la voluntad de culpabilizar a Turquía en su conjunto por los hechos que sucedieron hace un siglo.

Al responder a una pregunta sobre el genocidio armenio durante el vuelo de regreso a Roma de Estambul, al final de su viaje a Turquía en noviembre de 2014, Papa Bergoglio usó palabras de aliento para referirse a ese primer reconocimiento de la tragedia armenia que había hecho el presidente turco: «El gobierno turco hizo un gesto, el año pasado: el entonces primer ministro ministro Erdo?an escribió una carta en esta fecha; una carta que algunos consideraron demasiado débil, pero fue, según mi opinión, grande o pequeño, no lo sé, un tender la mano. Y esto siempre es positivo. Yo puedo tender la mano así o puedo tender la mano así, esperando a ver qué me dice el otro para no quedarme incómodo. Y esto es positivo, lo que hizo entonces el primer ministro».

Los primeros asesinatos del «Metz Yeghérn» comenzaron entre el 23 y el 24 de abril de 1915: fueron arrestados los miembros de la élite armenia de Constantinopla. La operación, orquestada por el Imperio Otomano, continuó durante los días que siguieron. En un mes, más de mil intelectuales armenios (periodistas, escritores, poetar y parlamentarios) fueron deportados hacia el interior de Anatolia. Después llegaron las deportaciones y los exterminios de masa, con la población principalmente compuesta por viejos, mujeres y niños obligados a las «marchas de la muerte» hacia la región de Deir ez Zor en Siria: cientos de personas murieron debido al hambre, a las enfermedades, al cansancio o fueron asesinadas a lo largo del camino.

Francisco en Armenia: Santa Misa en Gyumri

Francisco en Armenia visita al Tzitzernakaberd Memorial Complex

Visita al Tzitzernakaberd Memorial Complex

La roca: ¡confía y empuja!

Dios sólo nos pide obediencia y fe en Él


Un hombre dormía en su cabaña cuando de repente una luz iluminó la habitación y apareció Dios. El Señor le dijo que tenía un trabajo para él y le enseñó una gran roca frente a la cabaña. Le explicó que debía empujar la piedra con todas sus fuerzas. El hombre hizo lo que el Señor le pidió, día tras día.

Por muchos años, desde que salía el sol hasta el ocaso, el hombre empujaba la fría piedra con todas sus fuerzas…y esta no se movía. Todas las noches el hombre regresaba a su cabaña muy cansado y sintiendo que todos sus esfuerzos eran en vano. Como el hombre empezó a sentirse frustrado Satanás decidió entrar en el juego trayendo pensamientos a su mente: Has estado empujando esa roca por mucho tiempo, y no se ha movido”. Le dio al hombre la impresión que la tarea que le había sido encomendada era imposible de realizar y que él era un fracaso. Estos pensamientos incrementaron su sentimiento de frustración y desilusión. Satanás le dijo: Por qué esforzarte todo el día en esta tarea imposible? Solo haz un mínimo esfuerzo y será suficiente”.

El hombre pensó en poner en práctica esto pero antes decidió elevar una oración al Señor y confesarle sus sentimientos: “Señor, he trabajado duro por mucho tiempo a tu servicio. He empleado toda mi fuerza para conseguir lo que me pediste, pero aún así, no he podido mover la roca ni un milímetro. ¿Qué pasa? ¿Por qué he fracasado? “.

El Señor le respondió con compasión: “Querido amigo, cuando te pedí que me sirvieras y tu aceptaste, te dije que tu tarea era empujar contra la roca con todas tus fuerzas, y lo has hecho. Nunca dije que esperaba que la movieras. Tu tarea era empujar. Ahora vienes a mi sin fuerzas a decirme que has fracasado, pero ¿en realidad fracasaste?. Mírate ahora, tus brazos están fuertes y musculosos, tu espalda fuerte y bronceada, tus manos callosas por la constante presión, tus piernas se han vuelto duras. A pesar de la adversidad has crecido mucho y tus habilidades ahora son mayores que las que tuviste alguna vez. Cierto, no has movido la roca, pero tu misión era ser obediente y empujar para ejercitar tu fe en mi. Eso lo has conseguido. Ahora, querido amigo, yo moveré la roca”.

Algunas veces, usamos nuestro intelecto para descifrar su voluntad, cuando en realidad Dios sólo nos pide obediencia y fe en Él. Debemos ejercitar nuestra fe, que mueve montañas, pero conscientes que es Dios quien al final logra moverlas.

Cuando todo parezca ir mal… solo EMPUJA!
Cuando estés agotado por el trabajo… solo EMPUJA!
Cuando la gente no se comporte de la manera que te parece que debería… solo EMPUJA!
Cuando no tienes más dinero para pagar tus cuentas… solo EMPUJA!
Cuando la gente simplemente no te comprende… solo EMPUJA!
Cuando te sientas agotado y sin fuerzas… solo EMPUJA!

En los momentos difíciles pide ayuda al Señor y eleva una oración a Jesús para que ilumine tu mente y guíe tus pasos. Entrega tus miedos al Señor y pídele con una oración que Jesús te ayude a encontrar el camino que te conduzca a Él.

Artículo originalmente publicado por Oleada Joven

viernes, 24 de junio de 2016

Watoto Child Care Ministries


¿De la opresión, del hambre y de la guerra puede nacer la alegría?
Oh what love_ Be exalted




Fundado por Gary y Marilyn Skinner, Watoto nació a través de la  Watoto Church; la próspera y comunitaria iglesia protestante que la pareja implantó en Kampala, Uganda, en 1984.

Ya en 1988, en un pueblo llamado Rakai, Gary Skinner se encontró con una cruda realidad que no podía ignorar. Ocho años antes, él y su joven familia se habían trasladado a Uganda; un país que era conocido por su violencia y pobreza. Implantaron una iglesia en Kampala, que creían que Dios usaría para devolver la esperanza a la ciudad y la nación.

El pueblo de Uganda había sufrido mucho. Gobernantes corruptos y opresores habían librado guerras sin cuartel contra el pueblo y, cuando terminaron con su masacre, dejaron atrás casi un millón de muertos.

Viudas y huérfanos

Gary fue llevado a visitar una viuda de 79 años de edad que hacía de madre para siete niños. Mientras caminaban por las plantaciones de plátanos detrás de su pequeña cabaña, señaló la tumba de su marido y seis de sus hijos. El SIDA los había matado a todos. Una de las supervivientes, una hija, estaba muriendo de la misma enfermedad. Visitar a esta mujer tocó a Gary en lo hondo de su ser, y se convirtió en uno de los momentos decisivos de su vida.

Se acordó de Santiago 1, 27, que dice: “La religiosidad pura y sin mancha delante de Dios, nuestro Padre, consiste en ocuparse de los huérfanos y de las viudas cuando están necesitados, y en no contaminarse con el mundo”.

En 1994, nacieron los Ministerios de Cuidado Infantil Watoto dependientes de la Watoto Church como resultado de este encuentro. Comenzó con una simple casa en Kansanga; un barrio que está a ocho kilómetros al sur de Kampala. Aquí, a ocho huérfanos y una viuda se les dio la oportunidad de convertirse en una nueva familia”.

Tomado del sitio:  Watoto