Entrada destacada

ADORACIÓN EUCARÍSTICA ONLINE 24 HORAS

Aquí tienes al Señor expuesto las 24 horas del día en vivo. Si estás enfermo y no puedes desplazarte a una parroquia en la que se exponga el...

Mostrando entradas con la etiqueta evangelización. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta evangelización. Mostrar todas las entradas

miércoles, 5 de abril de 2017

Compensa testimoniar a Cristo




orar-con-el-corazon-abiertoMitad de la semana. Miras la agenda y te das cuenta que tus jornadas están repletas de reuniones, compromisos, actividades y encuentros que llenan el día con personas de diferentes mentalidades. Unas con clientes y otras son con compañeros. El tiempo vuela. A veces parece imposible poder atender tanto compromiso.

Entre todo este ajetreo hay una misión. Esa misión implica que como cristiano debo trasladar al otro la buena nueva de Cristo allí donde esté. No implica levantarse en mitad de una reunión y proclamar el Evangelio. Es más sutil y eficaz. Si la responsabilidad fundamental en la vida es proclamar a Cristo eso sólo se logra por medio del testimonio personal. Es la forma de estar en misión, la misión del «id y proclamad el Evangelio».
Todo cristiano por el mero hecho de haber estado bautizado es misionero de Cristo. Pero no hace falta hacer las maletas e irse a un recóndito lugar de África o de Asia. Basta con girar la mirada y observar al compañero de la oficina, de la cadena de montaje, del hospital; observar al vecino o al familiar cercano. Son muchos los que a mi alrededor están tristes, angustiados, viven en la soledad rodeados de gente, perdidos y sin referentes, atribulados por los problemas y desesperados por no encontrar sentido a su vida... Aunque parezca mentira hay mucha gente a nuestro alrededor que no ha escuchado jamás una palabra de consuelo, de ánimo, de misericordia, de esperanza, de alegría. Que no ha oído nunca un «te quiero». ¿Parece mentira, verdad? Incluso muchos que llevan una vida ordenada -espiritual-, no conocen el infinito amor que Dios siente por ellos.
Un día como hoy, como en cualquier otro día de la semana, tengo la oportunidad de ejercer de misionero. De llevar una palabra de esperanza, de anunciar la buena nueva. Tengo que aprovechar ese pequeño resquicio que me ofrece un comentario, una palabra, una mirada… para anunciar a mi interlocutor que Dios le ama profundamente y que recibiendo ese amor la vida adquiere un sentido auténtico.
Testimoniar a Cristo compensa. Es una actividad que no conduce al fracaso.

¡Jesús, creo en Ti y te amo! ¡Eso implica ser tu testigo ante el mundo, anunciar tu Nombre, tus palabras y tu mensaje en el ambiente en el que me corresponde vivir! ¡Dame la valentía para hacerlo y te pido la gracia de saber ser testigo de tu bondad y de tu amor, para que quienes me rodean, me escuchan y me vean, se sientan animados por mi testimonio y sientan la invitación a creer y a amar con una fe y un amor mayores, más profundos, más auténticos, más generosos y con más esperanza! ¡Ayúdame, Espíritu divino, a sentirme hermano de todos los que se crucen por mi camino, incluso de aquellos que te niegan o no creen, te desprecian o están en búsqueda! ¡Muestra tu rostro a todos los que te buscan con el corazón abierto! ¡Señor tengo una misión que cumplir que pasa primero por los más cercanos y por los que me rodean, ayúdame a compartir con ellos tu gracia, tus bondades y tu misericordia! ¡Ayúdame, Señor, a transitar por la vida con la confianza de que eres tú el que me sostienes al llevar a cabo la misión que me tienes encomendada! ¡Ayúdame, Señor, a serte siempre fiel y no dejar pasar ninguna oportunidad para testimoniarte!
Hoy me doy un capricho: el Primer movimiento del Concierto para trompeta de Haydn:

lunes, 25 de julio de 2016

Jesús, el gran ejemplo de liderazgo

Cómo se transmite el cristianismo


El tema del liderazgo ha recibido una gran atención en los últimos años. La Iglesia del Señor Jesús necesita urgentemente líderes irreprensibles con el corazón según el corazón del mismo Dios.

El liderazgo marca la diferencia, una grande, porque ofrece dirección, modela el carácter y crea oportunidades.

Los efectos del liderazgo comienzan en el nacimiento, pero no dejan de existir con la muerte.

Aquellos a los que Dios elige para guiar tienen privilegios y responsabilidades. Su influencia sobre otras personas les distingue de los seguidores.

El liderazgo de alta calidad está entre los tesoros más preciosos de cualquier comunidad y organización. El liderazgo de baja calidad, al contrario, produce unas carencias trágicas y una frustración caótica.

Los líderes de Dios (y para Dios) son siempre pocos.

Nuestro mundo busca líderes. Está buscando alguno que tenga una visión y pueda ejercer firmemente una influencia especial para llevar a la Iglesia, o a un país entero al conocimiento de la salvación.

Comenzar con pocos

Todo tiene un comienzo, y en este caso se verificó cuando Jesús llamó a algunos hombres y les invitó a seguirle. No mostró preocupación por proyectos especiales para alcanzar grandes metas, sino que se concentraba en las personas.

Antes de ser famoso para el gran público, Jesús reunió a un grupo selecto de hombres. Personas que fuesen capaces de seguir con su obra después de su retorno al Padre.

Juan y Andrés fueron los primeros convocados. Andrés llevó después a su hermano Pedro (Jn 1, 41-42). El día después, Jesús se encontró con Felipe en el camino a Galilea, y este, a su vez, a Natanael (Jn, 1, 43-51).

Santiago, hermano de Juan, no es mencionado como miembro del grupo hasta que los cuatro pescadores son convocados de nuevo, muchos meses, después en el mar de Galilea (Mc 1,19; Mt 4,21).

Justo después, pasando por la ciudad de Cafarnaúm, el Maestro propone a Mateo que lo siga (Mc 2, 13-14; Mt 9,9; Lc 5, 27-28).

La llamada de los demás apóstoles no está registrada en los Evangelios, pero se cree que sucedió en el primer año del ministerio de nuestro Señor.

Esos pocos pioneros convertidos estaban destinados a convertirse en los líderes de la Iglesia del Señor. Fueron ellos los que llevaron el Evangelio a todo el mundo. Sus vidas tienen un significado que durará por toda la eternidad.

El aspecto más interesante sobre este grupo de hombres es que al inicio de todo ninguno de ellos era importante. Nadie ocupaba un lugar destacado en la sinagoga, ninguno pertenecía al cuerpo sacerdotal levita.

La mayoría de ellos eran trabajadores comunes, y probablemente ninguno de ellos tenía los conocimientos necesarios para hacer algo que no fuera de su profesión.

Quizás algunos pertenecían a familias bien colocadas, como los hijos de Zebedeo, pero ninguno de ellos era rico. No tenían formación académica en las artes y la filosofía de la época.

Como el Maestro, la educación formal que habían recibido consistía en lo poco que se aprendía en las escuelas de las sinagogas.

Muchos habían crecido en la zona más pobre de Galilea. Aparentemente, el único de los doce que creció en una zona más rica fue Judas Iscariote.

Es difícil comprender que Jesús eligiese a personas de ese tipo. Eran hombres impulsivos, temperamentales, que se enfadaban fácilmente y eran víctimas de los prejuicios del contexto en el que vivían.

En resumen, los hombres elegidos por el Señor para ser sus “asistentes” representaban el perfil medio de la sociedad de la época. No eran personas de las que se pudiese esperar que ganarían el mundo para Cristo.

No obstante, Jesús vio en esos hombres sencillos el potencial de líderes para el Reino. No tenían “instrucción ninguna” según los estándares del mundo (Hch 4,13), pero tenían la capacidad de aprender.

También se equivocaban en sus propios juicios y eran lentos en la comprensión de las cuestiones espirituales, eran honestos, admitían con presteza sus limitaciones.

Su comportamiento podría ser poco educado y sus capacidades pocas, pero excepto el traidor, todos tenían un gran corazón.

Quizás el hecho más significativo era la gran ansia de Dios y de las cosas divinas que sentían.

La superficialidad de la vida religiosa del contexto en el que vivían no eliminó la esperanza que tenían en la Venida del Mesías (Jn 1, 41, 45,49; 6,69). Estaban cansados de la hipocresía de los aristócratas legalistas.

Algunos se habían unido al movimiento de “revitalización” de Juan el Bautista (Jn 1,35). Estos hombres buscaban alguien que les guiase en el camino de salvación.

Gente de ese tipo, dispuesta a dejarse modelar por las manos del Maestro, habría podido ganarse una nueva imagen. Jesús puede elegir al que lo desee.

Una de las lecciones que Jesús deja es que no debemos iniciar con un gran número, ni siquiera esperarlo. El mejor trabajo de formación será siempre desarrollado solo con pocos.

No importa cuán pequeño o tímido pueda parecer el comienzo. Lo que importa es que aquellos a los que demos prioridad aprendan a transmitirla a otros.

Nadie debe considerarse infravalorado, porque cada uno tiene un potencial importante para Dios.

Permaneciendo unidos

El único modo realista de obtener éxito en un proyecto es hacer que los líderes y los miembros estén unidos, es decir un trabajo de unidad de la Iglesia, todos con el mismo propósito.

Y así la evangelización será considerada como un estilo de vida y no como una norma religiosa.

Podemos inspirarnos en el caso de los primeros discípulos de la era cristiana. Entregaron el Evangelio a las multitudes, pero por todo el tiempo se afanaron en la construcción de la comunión de los creyentes.

Los Apóstoles, siguiendo el ejemplo del Maestro, formaban a hombres que reproducían su ministerio hasta los confines de la Tierra.

El Libros de los Hechos de los Apóstoles, en realidad, es solo una descripción de la vida de la Iglesia en crecimiento, de los principios de la evangelización que nos han recogido siglos después y que continuarán hasta la venida del Señor.

La evangelización no es un hecho que va a través de las cosas, sino a través de personas. Se trata de una expresión del amor de Dios, y Dios es una persona.

Ya que la naturaleza de Dios es personal, puede expresarse solo a través de una personalidad, que al principio se reveló en la persona de Cristo y que ahora se expresa a través del Espíritu Santo, en la vida de los que se someten voluntariamente a Él.

Las comisiones pueden ayudar a organizar y a dirigir los esfuerzos evangelizadores y con esta finalidad son absolutamente necesarias pero el trabajo solo puede ser desarrollado por hombres que ganan a otros para Cristo.

Debemos poner especial atención a no “vender” un producto. Lo que ofrecemos no es algo comercial, sino la vida eterna. Hay un peligro muy alto y grave en las ofertas que hacemos en nombre de la evangelización: no estamos aquí para prometer, sino para mantener las promesas.

Debemos ser obedientes a la voz de Dios y guiarnos por el Espíritu Santo. Somos embajadores del Reino de Dios, debemos presentarlo, y a quien acepta formar parte todas estas cosas “se les darán por añadidura”.

miércoles, 20 de julio de 2016

Abrir los cielos a través de la música

Ayacucho (Perú) vibra con cantantes de Latinoamérica


Lograron abrir el cielo ayacuchano. Su música elevó a más de 15.000 almas en la Plaza mayor de Huamanga el 9 de julio durante las celebraciones por los 50 años de fundación de la arquidiócesis en la Plaza Mayor de Huamanga de Ayacucho.

No sólo es la música, sino más bien cómo el canto los lleva a hacia Él. ¡Abre los cielos! pedían los integrantes del grupo mexicano Emmanuel “Dios con nosotros” durante el concierto en la ciudad también conocida como el rincón de los muertos.

Pedro González García (líder de alabanza), Gil González García (guitarra y coros), Juan González García (Vocalista), Jesús Jurado (batería), Enrique Vásquez (bajo), Luis Humberto Porras (guitarra), Carlos Guerrero (teclado), Paty Hernández (voz y coros), y Cristal Domínguez (voz y coros) integrantes del grupo Emmanuel, llegaron a Ayacucho de misión A cielo abierto.

¿Cómo lograr abrir el cielo?

Cuando la lluvia brotó del cielo ayacuchano, Esther (República Dominicana), Orlando Elizalde (México) y Carlos Castilla (Venezuela) se encargaron de iniciar la misión a cielo abierto.

Estos cantantes participaron de esta misión que se realiza desde hace 5 años en diversos países de América Latina.

La invitación para abrir el cielo, consiste en reunir a varios cantantes de América en una misma ciudad. Hasta el momento más de 800 mil almas han vivido la experiencia. Se trata de abrir el corazón a Dios. Estar dispuestos para él.

Desde 1984 los músicos le cantan al amor de Dios. En este grupo han encontrado una verdadera familia. Todo empezó en la parroquia Nuestra Señora del Sagrado Corazón ubicada en Azcapotzalco México D.F. cuando formaban parte del coro, así iniciaron su apostolado.


Siempre de misión: ¡Cantando al Señor!

Hasta el momento han visitado más de 12 países de la región. La propuesta nació con la intención de renovar el acercamiento a los fieles utilizando la música sólo como un pretexto para propiciar siempre el encuentro personal con Cristo.

Desde entonces viajan a cuanto país requiera de su servicio, con sus propios instrumentos y equipos de sonido llegan para enamorar a los fieles con sus testimonios. Esta pastoral artística fue promovida por Norberto Rivera Carrera, arzobispo de México, el 18 de mayo de 1997.

“Somos testigos de la sed y hambre de Dios en los distintos lugares y zonas marginadas que hemos visitado”, comentan los integrantes del grupo.

El pueblo de Ayacucho recibe por tercera vez a los integrantes de “Emmanuel”, quienes disfrutan en cada misión, sobre todo llevando esperanza a quienes están en la cárcel.

¿Por qué debemos estar siempre en misión?

La misión consiste en visitar 5 parroquias de la ciudad en la que se encuentran y en cada una organizar una noche de adoración al Santísimo. “Somos nosotros los que siempre nos revitalizamos terminamos aprendiendo de ellos”, confiesan para la prensa local.

Este grupo realiza sus presentaciones sin costo alguno para los participantes. Y es que ellos han comprobado la importancia de la evangelización y la música como conducto para compartirla siempre.

La última noche de adoración se realizó en el monasterio de Santa Clara, ubicado en el corazón de esta hermosa ciudad virreinal.

Llegar al cielo con la música

La representante de este grupo de música católica, cuenta que en México existe una tradición, que a través de sus presentaciones “Emmanuel” ha querido poner en práctica, se trata del cortejo que existe entre un varón y una mujer.

El varón (Cristo) quien lleva la serenata con mariachis para que la chica (los fieles), se enamoren cada vez más de la Iglesia.

“Queremos cooperar a contrarrestar la cultura de la muerte, que impera en América Latina”, es por eso que realizamos este servicio de evangelización basado en la exhortación del ahora San Juan Pablo II, sobre los retos de la nueva evangelización que nos invita a valernos de todos los medios de comunicación, en este caso de la música.

Al término de sus presentaciones se realizó una celebración eucarística presidida por Salvador Piñeiro, arzobispo de Ayacucho y presidente de la Conferencia Episcopal Peruana.

domingo, 17 de julio de 2016

Alpha: ¿No tienes fe? ¡Mejor!

Nicky Gumbel, desarrollador de Alpha, ofrece un espacio para explorar las grandes preguntas de la vida



Alpha tiene algo especial, es un método que usan diferentes iglesias para difundir la fe. En esta entrevista, en esta casa de Londres, Nicky Gumpel, el desarrollador de este curso que llega a 29 millones de personas, nos revela una sorprendente respuesta.

“Descubrimos que hay muchas personas que no van a la iglesia, que quizás no se llamarían cristianas a sí mismas, pero que están interesadas en las grandes preguntas de la vida, como por qué estoy aquí o qué sentido tiene mi vida”.

“Lo que la gente quiere es un espacio donde poder explorar eso: aislados, relajados, sin miedo, sin presión, con respeto. La gente viene, comen juntos, charlan y luego toman un café y así hablamos todos”.

“La primera vez que la Iglesia católica se interesó en poner en marcha Alpha fue en 1996. El cardenal Hume nos invitó a que diéramos una conferencia para sacerdotes católicos en la catedral de Westminster, luego se suscribió una iglesia y luego otra y así se difundió por todo el mundo, empezando por Francia y Europa, y ahora hay 70 u 80 países en los que Alpha está en funcionamiento en la Iglesia católica”.

“Alpha es un proceso natural basado en el respeto a las personas, en ofrecerles una oportunidad de encontrar a Jesús de una manera muy similar a la que plantea el papa Francisco”.

publicado originalmente por aleteia

viernes, 1 de julio de 2016

Como canta la iglesia hoy

¿Y si se cantara (la gloria de Dios)? El canto gregoriano

Mientras los viejos cancioneros de parroquia con forro de cuero amarillean tranquilamente bajo los bancos de las iglesias, Ecclesia Cantic reunió a finales de mayo a cerca de 500 jóvenes en Grenoble, Francia. Miembros de coro o no, el caso es que a estos jóvenes les encanta cantar y, sobre todo, cantar la gloria de Dios a través del canto polifónico (es decir, a cuatro “voces”: soprano, alto, tenor, bajo). Así, dan testimonio de la renovación del canto litúrgico en la la Iglesia. Un canto que no hace tabla rasa con el pasado, sino que se enriquece con su larga historia. Desde el canto gregoriano a los cantos carismáticos, ¿cómo canta la Iglesia de hoy día? Hagamos un repaso (no exhaustivo) de las sensibilidades musicales de los fieles…


Capítulo 1. El canto gregoriano

Canto por excelencia de la Iglesia universal, el gregoriano fue cultivado como un precioso tesoro por monjes y monjas entre los muros de sus abadías. Es el canto propio de la liturgia romana, que acompaña el rezo de la Iglesia católica desde hace siglos. Además, el Concilio Vaticano II lo califica como “tesoro de valor inestimable” (Constitución Sacrosanctum Concilium). La particularidad de este canto reside en su carácter “monódico”, es decir, que está compuesto de una única voz. Otra característica: el gregoriano incorpora a la música un texto sagrado, extraído de la Biblia, o bien de himnos escritos más tardíos (en latín).
“Es una melodía extraordinariamente fluida”, explica Olivier Bardot, profesor en el Conservatorio Superior de la región de París y profesor de canto gregoriano y de polifonía en el seminario de la Comunidad de Saint-Martin.

“No tiene medida, es decir, es de ritmo libre. Simplemente tiene su apoyo [en el tetragrama] y se desarrolla en base a tensiones –arsis– y distensiones –thesis–, igual que cuando recitamos una frase hablada, que subimos y bajamos el tono”.
El Exultet – himno cantado al comienzo de la Vigilia Pascual para proclamar la victoria de la luz sobre las tinieblas y anunciar la Resurrección de Cristo; en este caso lo interpreta magistralmente el sacerdote carmelita colombiano Alejandro Tobón:



Un canto para todos

“Es un canto tanto para hombres como para mujeres”, señala Pema Suter, directora coral en la escuela Saint-Grégoire, que forma en el canto gregoriano tanto a laicos como a religiosos.
Reconoce, no obstante, que “el color no es el mismo”. “Como las mujeres cantan más agudo, hay que evitar caer en algo que suene demasiado angelical”.


Para los más reticentes, deben saber que “este canto no es exclusivo de los más tradicionalistas”, como dice Pema Suter. “Hay que reconocer que gracias a ellos ha sobrevivido, y se lo agradezco, pero no hace falta que lo acaparen”, bromea.

Un pie en la eternidad

¿Cuál es el secreto de este canto y de la fuerza espiritual que emerge de él?

“Estas letras fueron rezadas antes de ser musicadas, son fruto de la lectio divina (la meditación prolongada de un texto bíblico). El origen de su composición se extiende a veces a muchos siglos atrás. Por otra parte, muchas de las obras fueron compuestas por monjes que ya tenían un pie en la eternidad”, indica Olivier Bardot.

Otra ventaja: las raíces del gregoriano se remontan a cantos de tiempos muy antiguos.

Derivan de la cantillatio de los salmos (la recitación con diferentes alturas de voz) que ya existía entre los hebreos de antes de nuestra era y que persistió en las primeras comunidades cristianas. “El objetivo era que la persona que recita fuera audible ante un gran número de personas y pone en valor diferentes partes del texto sagrado”, explica Olivier Bardot, que también es profesor de historia. Este repertorio se transmitió por vía oral hasta el siglo IX. Según los ingenios de la historia, se cree, erróneamente, que deriva del papa Gregorio I Magno, gran reformador de la liturgia de finales del siglo VI. “Las denominaciones de un fenómeno a menudo se producen mucho tiempo después”, explica. “En la Edad Media, se eligió la figura prestigiosa de este papa para dar ‘peso’ a este canto frente al canto ambrosiano proveniente de Milán”. Muy hábil.

El gregoriano propiamente dicho nació allá por el 750. En esta época, los lombardos invaden Roma. El papa Esteban II fue a buscar refugio en Saint-Denis, en la Galia franca. Descubre entonces un nuevo repertorio de las voces de los cantantes locales. Con la ayuda de Pipino el Breve, hace fusionar los repertorios romano antiguo y galicano, dando origen así al canto gregoriano. Un poco más tarde, Carlomagno, de acuerdo con el papa, impondrá este canto como repertorio único en todo el imperio.

Las emociones de un texto sagrado

Aun con todo, lo genial del gregoriano es sin duda su capacidad de transmitir las emociones producidas por el texto sagrado. Según Olivier Bardot, “las fórmulas fueron elegidas porque destacan el valor del texto o un efecto producido por el texto”. “Nos conmueven porque sentimos de una manera muy corporal que hay algo más allá de nosotros, del orden de lo misterioso”, añade.

“Es un canto muy empírico, que responde a emociones profundamente arraigadas en nosotros, independientemente de nuestra cultura”.

Los que llegan más tarde al gregoriano y admiten que nunca les gustó escuchar discos de canto gregoriano (!), descubren un repertorio apasionante a través de la liturgia de la Iglesia.

“No es difícil formarse en el gregoriano”, asegura. “No importa quién seas, con un mínimo de formación musical y de oído se puede aprender a cantarlo”.

Sin embargo, requiere “perseverancia y trabajo”. ¿Por qué? “Porque es un canto muy diferente de las músicas modernas y por ello hace falta un poco de tiempo para acostumbrarse”.
La abadía benedictina de Solesmes (Sarthe) se considera la Meca del canto gregoriano.

Fue allí donde, durante la segunda mitad del siglo XIX y con el impulso de su abad, Dom Guéranger, los monjes resucitaron el repertorio, que había caído en el olvido desde finales de la Edad Media.

Para Dom Jacques-Marie Guilmard, antiguo director de coro (aquí puedes ver la entrevista integral original con Dom Jacques-Marie Guilmard), este canto no es una forma de oración, es en sí mismo una oración, inspirada por el Espíritu Santo. Este Espíritu que nos hace gritar “Abba” (Padre) para dirigirnos a Dios, como dice san Pablo (Rm 8, 15).

¡Y menuda oración! Según afirma este monje cuyo corazón ha sido moldeado por los cánticos sagrados, “el gregoriano es un canto de meditación que toma la forma de todas las formas de oración posibles: adoración, alabanza, súplica, deprecación (solicitud de perdón), etc.”.

Esta oración no es “folclórica”, advierte, sino “una oración completa” que une a toda la Iglesia en el espacio y en el tiempo.

Fundada por monjes de Solesmes, la abadía de Keur Moussa en Senegal ha adaptado el canto gregoriano con ritmos africanos:

sábado, 25 de junio de 2016

Conoces a la “monja del rock”

Hermana Kelly Patricia
No estoy solo


"No estoy solo" es el nombre de la canción y la monja que toca la guitarra con el efecto de distorsión es la hermana Kelly de Patricia, la conocida religiosa brasileña para composiciones musicales que unen la poesía y los escritos de los grandes místicos católicos.

La canción habla del papel de Ángel de la guarda, que, según la tradición Judeo-cristiana, está a cargo de un Dios cuya misión es proteger y llevar a cada ser humano para que no se desvía de la voluntad de Dios.


"Aquí estoy no solo porque en la vida de exilio Ángel de la guarda Guía mis pasos," dice la primera estrofa de la canción.


La letra poética y característica profunda, autor de hermana Kelly, quien adoptó una forma más "suave" a lo largo de su carrera, ganaron aún más fuerza a la audaz propuesta de transmitir la fe a través del ritmo que hace que la cabeza de los jóvenes: rock ' n ' roll.


Desde 2010, el fundador de la Hesed de Instituto religioso, la ciudad de Fortaleza, adoptado el género de música rock de sus dos últimos discos: 'búsqueda de Dios' (2010) y 'hijos de la luz' (2013). . El objetivo, dice, es atraer a la juventud que esta lejos de Dios.


viernes, 24 de junio de 2016

Watoto Child Care Ministries


¿De la opresión, del hambre y de la guerra puede nacer la alegría?
Oh what love_ Be exalted




Fundado por Gary y Marilyn Skinner, Watoto nació a través de la  Watoto Church; la próspera y comunitaria iglesia protestante que la pareja implantó en Kampala, Uganda, en 1984.

Ya en 1988, en un pueblo llamado Rakai, Gary Skinner se encontró con una cruda realidad que no podía ignorar. Ocho años antes, él y su joven familia se habían trasladado a Uganda; un país que era conocido por su violencia y pobreza. Implantaron una iglesia en Kampala, que creían que Dios usaría para devolver la esperanza a la ciudad y la nación.

El pueblo de Uganda había sufrido mucho. Gobernantes corruptos y opresores habían librado guerras sin cuartel contra el pueblo y, cuando terminaron con su masacre, dejaron atrás casi un millón de muertos.

Viudas y huérfanos

Gary fue llevado a visitar una viuda de 79 años de edad que hacía de madre para siete niños. Mientras caminaban por las plantaciones de plátanos detrás de su pequeña cabaña, señaló la tumba de su marido y seis de sus hijos. El SIDA los había matado a todos. Una de las supervivientes, una hija, estaba muriendo de la misma enfermedad. Visitar a esta mujer tocó a Gary en lo hondo de su ser, y se convirtió en uno de los momentos decisivos de su vida.

Se acordó de Santiago 1, 27, que dice: “La religiosidad pura y sin mancha delante de Dios, nuestro Padre, consiste en ocuparse de los huérfanos y de las viudas cuando están necesitados, y en no contaminarse con el mundo”.

En 1994, nacieron los Ministerios de Cuidado Infantil Watoto dependientes de la Watoto Church como resultado de este encuentro. Comenzó con una simple casa en Kansanga; un barrio que está a ocho kilómetros al sur de Kampala. Aquí, a ocho huérfanos y una viuda se les dio la oportunidad de convertirse en una nueva familia”.

Tomado del sitio:  Watoto

domingo, 19 de junio de 2016

martes, 7 de junio de 2016

¿Aprender a comer? La Biblia da lecciones de cómo hacerlo

El hambre es una imagen de lo que somos: nos falta algo



Pero la multitud se dio cuenta y lo siguió. Él los recibió, les habló del Reino de Dios y devolvió la salud a los que tenían necesidad de ser curados. Al caer la tarde, se acercaron los Doce y le dijeron: “Despide a la multitud, para que vayan a los pueblos y caseríos de los alrededores en busca de albergue y alimento, porque estamos en un lugar desierto”. Él les respondió: “Denles de comer ustedes mismos”. Pero ellos dijeron: “No tenemos más que cinco panes y dos pescados, a no ser que vayamos nosotros a comprar alimentos para toda esta gente”. Porque eran alrededor de cinco mil hombres. Entonces Jesús les dijo a sus discípulos: “Háganlos sentar en grupos de cincuenta”. Y ellos hicieron sentar a todos. Jesús tomó los cinco panes y los dos pescados y, levantando los ojos al cielo, pronunció sobre ellos la bendición, los partió y los fue entregando a sus discípulos para que se los sirvieran a la multitud. Todos comieron hasta saciarse y con lo que sobró se llenaron doce canastas. (Lc 9,11-17)

La Biblia podría ser releída como una educación al comer. Al principio hay una dieta variada, pero con limitaciones indispensables: de todos los árboles podrás comer, excepto… Pero los límites y las prohibiciones desencadenan la fantasía y la audacia. Y a menudo se convierte uno en víctima de vendedores astutos que presentan sus productos con propuestas cautivadoras e irresistibles.

El hambre es una imagen de lo que somos: nos falta algo. Llevamos siempre dentro un vacío que llenar. Un vacío que no se llena de una vez para siempre. Nunca somos autosuficientes, nunca estamos definitivamente satisfechos, sino que siempre estamos buscando algo que pueda calmar el ansia que sentimos.

Cuando tenemos hambre, sentimos un impulso a buscar: buscamos porque tenemos miedo de morir. Es verdad, cuando no tenemos ganas de vivir, dejamos de buscar, pero es verdad que cuanto más fuerte es el miedo a morir, más nos contentamos con comer lo primero que encontramos, aunque nos haga daño, aunque sabemos que nos sentará mal.

No siempre logramos gestionar este miedo a morir de hambre. Pero precisamente ante este miedo, Jesús dice, al final del Evangelio, toma, sin restricciones, come, ya no necesitas ir a cazar, ya no necesitas buscar sucedáneos, ya no necesitas comer a escondidas, este es mi cuerpo, esta es la vida que buscas, el alimento que colma tu hambre.

El texto de Lucas es una etapa de este camino: como los Doce, también nosotros quizás hemos pensado siempre que el alimento se compra y se vende, estamos convencidos de que el afecto se conquista y se devuelve, estamos persuadidos de que en la vida si uno no se autoafirma, se pierde. Los Doce sugieren a Jesús que deje a la gente ir a comprarse pan. Jesús cambia el verbo: ya no comprar, sino dar de comer. La vida se da y se recibe, no se compra o se vende.

Cambiar este verbo significa cambiar la dinámica de la historia: Jacob había mandado a sus hijos a Egipto a comprar trigo, porque en el país había una gran carestía. Pero los hijos de Jacob, cuando piensan que van a comprar pan, están yendo en cambio a encontrarse con su hermano, ese José al que habían vendido. La reconciliación puede darse sólo saliendo de la lógica del mercado.

Nos cuesta cambiar el verbo porque estamos preocupados por nuestra hambre: de momento como yo…; ¿habrá para mí?

Los Doce no tienen el valor de confesar que habían pensado en sí mismos: cinco y dos, siete, la plenitud que me da seguridad. Y no veo la hora de quedarme solo para comer. En el fondo es mi derecho. Por lo demás, ¿qué podría hacer?

Cuando estas en medio del desierto y anochece, vuelve el miedo a morir. El primer pensamiento es cómo sobrevivir. Son los tiempos de la vida en los que te sientes perdido y querrías sentirte seguro. Cuando las cosas funcionan, nos olvidamos de nuestra hambre, pero antes o después llega el momento en que el ansia se convierte en vorágine y se vuelve insoportable.

Si el hambre es una imagen de nuestro vacío, la manera como la saciamos es una imagen de nuestra relación con el mundo: hay quien piensa sólo en su propia hambre, hay quien devora a los demás, hay quien piensa siempre en el plato de los demás, hay quien se niega a comer.

También en este sentido, el texto de Lucas es una etapa de esta educación a comer: ante todo les hace recostarse, ya no se come deprisa como en la noche de Pascua, porque ya no somos esclavos del miedo a morir, no necesitamos escapar o ir en busca de alimento. Podemos estar tranquilos porque el alimento que nos sacia está con nosotros.

La gente no sabe de donde viene esa comida, sólo lo saben los Doce. La vida existe, gratuitamente, sin merecerla, la recibes y basta. Y Lucas, sin demasiado énfasis, hace un pequeño cambio en los términos: ya no son los Doce los que distribuyen los panes y los peces, sino los discípulos, o sea nosotros, desde entonces hasta ahora. Somos nosotros los que dejamos que la vida pase a otros.

Y sin embargo, la verdadera pregunta es otra: este texto de Lucas, en que Jesús multiplica los panes y los peces, está colocado entre dos preguntas distintas que se refieren al propio Jesús. Primero está la curiosidad aterrorizada de Herodes: ¿Quién es este que hace estas cosas? Mientras que después de repartir los panes y los peces, está la pregunta que Jesús hace a Pedro y a sus compañeros: ¿quién decís que soy yo?

Encontrar la respuesta a la propia hambre más profunda no es otra cosa que descubrir la respuesta a esta pregunta.

El primer video musical de Audrey Assad




Be Thou My Vision

"Corazón de mi corazón, lo que quiera que pase".




Estamos en una época en la que no es raro que los artistas renuncien al vídeo musical cinematográfico y en su lugar opten por un vídeo con letra o una sesión de estudio. Es increíble, por lo tanto, que la colosal Audrey Assad esté lanzando su primer vídeo. Sea cual sea la razón, ha valido la pena la espera.

Mira el vídeo, habla por sí mismo: visualmente representa el antiguo himno de una manera hermosa.

lunes, 30 de mayo de 2016

No es aguantar, sino hacerlo todo nuevo

A veces me da miedo el abismo de lo eterno, pero el hoy lo consigo



A veces me canso y dejo todo para mañana. O busco mi comodidad, mi cueva en la que me guardo. O me da miedo pensar en una generosidad sin medida, siempre, todos los días, abierta a todos.

Decía el Padre Kentenich: “Hoy Cristo quiere morir en mí. Hoy. No mañana. Una de las más grandes tentaciones del demonio: ¿Vivir toda una vida en forma tan sublime y con tal profundidad religiosa y moral? ¿Quién puede resistir algo así? La respuesta es: ¡Hoy, sólo hoy! Tengo esa responsabilidad sólo por veinticuatro horas. De eucaristía en eucaristía. Las gracias que necesito para bajar hoy a la arena de mi vida, las recibo cada mañana en la santa misa”.

Hoy puedo partirme y morir un poco, morir por completo. Hoy, sólo me pide que lo haga hoy. Eso me da paz. Un día es posible. Y mañana de nuevo la petición. Mañana, otro día. Y después cada día recibo la fuerza para partirme, para morir un poco más. Cada día recibo más fuerza. Pero sólo por ese día.

Creo que la fidelidad se construye así, día a día. Sueño con el siempre. Vivo en el presente. Recibo la fuerza para dejar de pensar en mí y en lo que yo necesito. Para dejar de mirar mi dedo, mi ombligo, mis miedos, mis ansias. Un día. Sólo un día para dar la vida por entero, sin miedo.

Me conmueve pensar en ese amor de Dios que se conjuga sólo en presente. Me ama hoy. Por entero. De forma total. Me ama en este momento en el que me vuelvo hacia su cruz. Es el amor presente de Jesús a mi lado. El viático para recorrer las horas de mi día. Las horas de mi presente.

A veces me da miedo el abismo de lo eterno. Ese siempre sin fecha de retorno. Ese presente continuo que se derrama en un futuro incierto. Me asusta. Y vuelvo entonces a notar la presencia de Jesús hoy. Para hoy. Para las próximas horas. Desaparece el miedo. El hoy lo consigo. El hoy es posible.

Siempre, en el camino de Santiago, donde la meta final está clara, lo que permite caminar un día más es saber a cuánto está el siguiente pueblo, el siguiente albergue. Da igual su nombre o su importancia. Lo importante es saber cuántos kilómetros me faltan hasta la siguiente parada. Cinco, siete, diez. Es posible. El camino es posible.
Luego contaré, mirando hacia atrás, cuánto llevo. Y celebraré con alegría el camino recorrido, los aniversarios celebrados. Pero me centro en el hoy, en los kilómetros de hoy, en mi vida partida hoy. Con renuncias, sacrificios y alegrías. Hoy. Sólo hoy. Eso me salva.

Comenta el papa Francisco: “Se confunde, a menudo, la fidelidad y el aguante. Aguantar significa resistir el peso de una carga, y es condición propia de muros y columnas. La fidelidad supone algo mucho más elevado: crear en cada momento de la vida lo que uno, un día, prometió crear. Debemos grabar a fuego en la mente que la fidelidad es una actitud creativa”.Cada día me comprometo de nuevo a crear una vida según Cristo. A crear horas santas, una entrega santa. Creativo en un amor que se hace de nuevo cada mañana. La fuerza creadora de mi vida. Me comprometo de nuevo a amar hasta el fondo del alma de forma creativa. Me comprometo a cuidar el camino que Dios me ha regalado. Ahora y siempre.

No simplemente aguanto y soporto lo que me toca vivir. El amor que Dios me pide va mucho más allá, más lejos, crea vida. Me comprometo a ser fiel de forma creativa. Haciéndolo todo nuevo, cada día nuevo. Desde lo más hondo de mi vida.
La fidelidad se juega aquí y ahora. En medio de mi camino Dios me anima a ser fiel, a darme por entero. A no guardarme con egoísmo pensando en el futuro. Quiere que mi amor se entregue sin reservas. Aquí y ahora.

En cada eucaristía Jesús me enseña a partirme, a darme, a ser para otros pan partido. A llegar a todos con mi vida limitada, rota, herida. Me emociona pensar en la fe de Jesús en mí. Cree en mi fidelidad. Cree en mi sí repetido cada mañana.

sábado, 28 de mayo de 2016

5 Razones para quedarse hasta el final de la misa


Esperamos que nuestro pastor y amigos no se den cuenta que nos vamos temprano pero Alguien sí


La mayoría de nosotros lo ha hecho al menos un par de veces.

Vamos directos a la puerta con la cabeza gacha nada más recibir la comunión porque tenemos algo importante que hacer.
Confiamos en que el pastor y nuestros amigos no se den cuenta. Tal vez ellos no lo noten. Pero hay Alguien que sí.

Como  he viajado bastante de aquí para allá, e sorprende lo radicalmente diferentes que pueden ser unas parroquias de otras según la zona o  país. Soy del norte de España y rara vez veras a alguien salir de misa antes tiempo.  Viví en Francia durante unos cuantos años,en la parroquia a la que asistía, la gente llegaba tarde y a veces se iba pronto. Ahora vivo en el noroeste de España me sorprende que tanta gente deje la misa antes de que termine. Es un fenómeno interesante. Un incidente aislado no es algo que me preocupe, pero si la mitad de los feligreses se han fugado al aparcamiento antes de que termine el canto final, mi corazón se entristece un poco.

A veces me gustaría correr detrás de estas personas que veo salir apresuradamente de la iglesia justo después de recibir la comunión para decirles “¡Tenéis a Jesús dentro de vosotros! ¡Tomaos aunque sea un minuto para hablar con él, para darle gracias, para amarle!”.

¿Necesitas más motivación para quedarte un poco más hasta haber completado la misa? ¿Sabes de alguien que no le vendría mal algún acicate?

Aquí tienes algunas razones por las que yo me quedo hasta el final de la misa (además del hecho de que soy monja y sería un poco escandaloso si saliera corriendo tras la comunión de cada domingo):



1- La comunión es conversación:
Cuando recibimos la comunión, recibimos al mismísimo Jesús. Si comemos y salimos corriendo es como ir a visitar a un amigo y precisamente en el momento en que ya puede sentarse y dedicarnos tiempo plenamente, nos levantamos de repente y salimos corriendo por la puerta mientras gritamos, “Ha sido fantástico pasar un rato contigo, ¡hasta la semana que viene!”. En la comunión hay que conversar con nuestro Señor y Salvador. Y para poder conversar de verdad tenemos que saborear ese momento especial con Él y aprovechar ese breve momento de intimidad con nuestro Señor.


2- No está bien ser irrespetuoso:
En el Santuario, tenemos una hora de adoración y meditación sobre el Evangelio. Algunas veces llego tarde y entro rápidamente mirando hacia abajo, avergonzado de que todos puedan ver que me he quedado dormido. Hace poco me di cuenta de que mi motivación para llegar a tiempo no debería ser evitar la vergüenza, sino el hecho de que voy a ver a Jesús. ¿Por qué nos preocupamos tanto de las reacciones de los demás y tan poco de la reacción de Jesús? Pensamos, Tengo que darme prisa porque me queda mucho que hacer, que si esto, que si lo otro, ¡no puede esperar! ¿Por qué nos resulta tan fácil irnos tan rápido, incluso llegando tarde a veces, cuando es el Creador del Universo el que nos espera para reunirse con nosotros?


3- Ir a misa no es hacer un recado:
A menudo, cuando veo a personas salir corriendo de misa, me da la sensación de que están tachando de la lista uno de los recados de ese día y que estaban deseando pasar a lo siguiente. La vida cristiana no es una lista de tareas. Es una invitación a tener una relación con Dios. Si vamos a misa por un sentido de responsabilidad, es cierto que estaremos evitando el pecado mortal, pero contentarnos con evitar el pecado mortal no es precisamente el objetivo de la llamada de nuestra vida espiritual. Estamos llamados a relacionarnos, a santificarnos, a transformarnos.


4- La bendición final es importante:
 El Día del Perdón, Zacarías, padre de Juan Bautista, tuvo el honor de entrar en el Sancta Sanctorum el día que el ángel le dijo que su esposa y él tendrían un hijo. El pueblo esperaba con entusiasmo a que él les diera su bendición tras hacer la ofrenda de incienso. Cuando Zacarías regresó mudo porque no pudo creer el mensaje del ángel, la falta de una bendición amplificó la deshonra y la tragedia de haber perdido su voz. Estoy seguro de que los allí presentes volvieron a casa muy decepcionados. Las bendiciones son un tesoro. Cuando un sacerdote, que por su ordenación está configurado con Cristo, da su bendición final, estamos siendo bendecidos por Dios mismo. Si Jesús estuviera preparándose para darnos su bendición antes de que nos fuéramos de misa para volver al mundo, ¿no le esperarías?


5- Recibes MÁS gracia:
 Según el Catecismo, “los frutos de los sacramentos dependen también de las disposiciones del que los recibe” (CIC 1128). El poder de los sacramentos está en ellos y también se deriva de ellos, pero la cantidad de poder que cala en nuestras almas y se desarrolla en nuestras vidas depende de nuestra disposición. Si salimos con prisas de la iglesia tras la comunión, no es muy probable que nuestra disposición sea la de un conocimiento reverencial del asombroso hecho de estar consumiendo el cuerpo, la sangre, el alma y la divinidad de Dios mismo. No es poca cosa. Así que merece una actitud y una disposición de gran respeto, aunque fuera sólo porque a todos nos hace falta toda la gracia que podamos recibir.


¿Se te ocurren más motivos? Pues me encantaría escucharlos.

¡Escríbelos en los comentarios!

jueves, 26 de mayo de 2016

¿Ya recibiste “el reto del amor” en whatsapp?

Las Dominicas de Lerma, desde la clausura, evangelizan también a través de los servicios de mensajería instantánea


Desde hace más de dos años, las Dominicas del monasterio de San Blas de Lerma, en Burgos, envían un mensaje a miles de personas, a las 7:50 de la mañana, vía WhatsApp.

Lo llaman “el reto del amor”.

En una entrevista con Jesús García, para Religión en Libertad, la Maestra de Novicias del monasterio, sor Leticia, explica en qué consiste el reto, que ya ha llegado a esparcirse “viralmente” (como gustan decir los afectos a las redes) desde España hasta Argentina, pasando por Rusia, Grecia, México, Estados Unidos y Alemania, entre otros.



“El reto del amor –explica la religiosa- es un desafío a amar en el día, en tus circunstancias. Da igual que seas monja, padre de familia o estudiante. Todos estamos llamados a lo mismo, que es al amor, pero esto sólo un hombre puede enseñarnos a vivirlo: Cristo. Para vivir desde el amor, primero lo tienes que recibir de Cristo; luego, lo podrás dar”.


Cada “reto”, diariamente, procura dar directrices para vivir el día en clave teologal: “hoy el reto es que pongas amor en todo lo que hagas viéndolo como un regalo del Señor” (junto a un texto desmenuzando el cómo); “hoy el reto del amor es acercarte al enfermo” ; “hoy, el reto es apostar por lo importante”. Así, las monjas de Lerma han llevado un apostolado “online” por más de dos años, con abundante fruto.

Si quieres recibir el reto del amor en tu teléfono móvil, puedes escribirles a vivedecristo@gmail.com.