Un instrumento de percusión, sea de madera o de metal, es el responsable de llamar a algunos monjes a la oración.
En griego, se le conoce como “semantrón”, “semandron”, “semanterion” o, incluso, como “xylón” (de allí, se entiende, nuestro querido “xilófono”). En rumano, se le llama “toaka”. Los monjes rusos le llaman “bilo”, mientras los rumanos, búlgaros y macedonios le dicen “klepalo”. Se trata de un instrumento de percusión utilizado en los monasterios ortodoxos y católicos de ritos no latinos para llamar a los monjes a la oración, o también para iniciar una procesión.
Clasificado como un instrumento perteneciente a la familia de los idiófonos (esto es, que tienen sonido propio pues su propio cuerpo es su caja de resonancia), hay tres variables de semantrones: pueden ser de madera (generalmente una viga larga y plana), portátiles, que se sujetan en la mano izquierda de quien la toca; puede ser, también, una viga colgada de dos cadenas, que se toca con dos mazos. Una última variable, de metal, se toca con mazos también metálicos.
En estos vídeos, un monje rumano y un monje sirio tocan distintos golpes en el semantrón.
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