Entrada destacada

ADORACIÓN EUCARÍSTICA ONLINE 24 HORAS

Aquí tienes al Señor expuesto las 24 horas del día en vivo. Si estás enfermo y no puedes desplazarte a una parroquia en la que se exponga el...

miércoles, 22 de junio de 2016

5 cosas que hacer en vez de juzgar a los demás

¿Cómo podemos romper con el hábito de juzgar a los demás?


La gente habla de los dichos “difíciles” de Jesús, tales como: “da tu dinero a los pobres y después, ven y sígueme”. Pero entre todos, hay uno que se me hace todavía más difícil: “no juzguen y no serán juzgados”. Sospecho que no soy la única persona que pasa una gran cantidad de tiempo juzgando a los demás.

Jesús sabía que el juzgar a los demás es una tentación constante. En el plano de la vida material el hacer juicios está relacionado directamente con la supervivencia. ¿Puedo cruzar las vías antes que el tren? ¿Debo confiarle a este tipo todos mis fondos de retiro? Sin embargo, a nivel espiritual, el juzgar a los demás detiene todo crecimiento desde el principio. Toda la espiritualidad cristiana está relacionada con el flujo: el flujo de la vida divina hacia todos nosotros por medio de Jesús.

Cuando nos separamos de los demás a causa del juicio, no solamente bloqueamos la comunicación hacia los demás, sino que también bloqueamos el flujo de Dios hacia nosotros. Por eso mismo Jesús nos advierte que no debemos juzgar para que así recibamos la corriente divina. ¿Cómo podemos romper con el hábito de juzgar a los demás? Aquí están cinco cosas que puedes hacer para lograrlo.

Empatía

Si logras imaginarte la situación que vive otra persona, te sentirás menos inclinado a juzgarla. ¡Inténtalo con firmeza!, “ahora comprendo por qué razón esa persona se comporta así”. En lugar de añadir más separación y coraje en el mundo, estarás cultivando la conexión y el entendimiento.

Bendícelo

Hace tiempo trabajé con una mujer que trataba con clientes molestos todo el día. Con frecuencia la escuchaba decir suavemente: “que Dios le bendiga”. En cierta ocasión me dijo: “decirles esto es mejor que decirles lo que estoy tentada a decir”. Y su técnica funcionó muy bien. Siempre estaba serena, y los clientes molestos ya no le preocupaban.

Reza

Cuando descubras que actúas como juez, comienza a orar por la persona a la que estás juzgando. Pídele a Dios que le dé a esa persona lo que deseas para vos y para los que amas. Después de todo, Dios ama a esta persona tanto como a ti. ¿Por qué no seguir el ejemplo de Dios e intentar amar también a la otra persona?

Mira al interior

Si te está molestando algún rasgo o actitud de otra persona, probablemente haya algo en vos de ese rasgo o actitud. Cuando alguien más acapara la atención, esto puede amenazar tu necesidad de atención. Quien está dominando emite una luz que opaca tu propio deseo de controlar la situación. En lugar de juzgar a los demás por su comportamiento, intenta examinar qué es lo que turba tu interior. Pídele a Dios que te sane y transforme por medio de su gracia amorosa.

Si lo anterior falla, distráete

Cuando alguien te enfurece, y te sientes tentando a poner a esa persona en su lugar, sigue el juramento que realizan los practicantes de medicina de no hacer daño a nadie. Si no puedes pronunicar una bendición, manifestar tu empatía, o el amor, por lo menos puedes apartarte de esa situación y centrar tu atención en algo distinto. Tranquilízate un momento antes de juzgar. Dale a Dios la oportunidad de que  haga surgir algo nuevo para la persona que quieres juzgar y para ti mismo.

Catequesis del Papa en la Audiencia de hoy

Papa Francisco explica cómo purificarse de la hipocresía para acercarse a Dios


VATICANO, 22 Jun. 16 . “¡Señor, si quieres puedes purificarme!”. Así comenzó el Papa Francisco una nueva catequesis sobre la misericordia en la Audiencia General del miércoles.

En la Plaza de San Pedro, Francisco explicó que ésta es la petición de ayuda que un leproso dirige a Jesús. “Este hombre no pide ser sanado solamente, sino ser ‘purificado’, es decir, resanado integralmente, en el cuerpo, en el corazón”.

“Jesús nos enseña a no tener miedo de tocar al pobre y al excluido, porque Él está en ellos”, explicó. De hecho, “tocar al pobre puede purificarnos de la hipocresía y hacernos inquietos por su condición”.

El Papa recordó como la lepra era la peor enfermedad que uno podía tener en aquella época y aquel que la sufría no podía acercarse a nadie ni entrar en el templo. “Lejos de Dios y lejos de los hombres; era triste la vida de estas personas”, comentó.

Pero el leproso no se resigna y entra en la ciudad para encontrarse con Jesús a pesar de tenerlo prohibido. “Todo lo que este hombre considerado impuro hace y dice es expresión de su fe. Reconoce la potencia de Jesús, está seguro de que tiene el poder de sanarlo y de que todo depende de su voluntad”.

“La súplica del leproso muestra que cuando nos presentamos a Jesús no es necesario hacer largos discursos. Bastan pocas palabras acompañadas de la plena confianza en su omnipotencia y en su bondad”.

El Pontífice agregó que “confiar en la voluntad de Dios significa en efecto dirigirnos a su infinita misericordia”. Por eso, el propio Francisco reveló que todas las noches antes de irse a la cama reza diciendo “¡Señor, si quieres puedes purificarme!". "Y rezo cinco Padres Nuestros, uno por cada llaga de Jesús, porque Jesús nos ha purificado con las llagas. Esto lo hago yo pero lo pueden hacer también ustedes en su casa. Y piensen en las llagas de Jesús y decir un Padre Nuestro por cada una, y Jesús nos escucha siempre".

Jesús entonces tocó al leproso y lo curó diciendo “¡quiero, sé purificado!”. “Contra las disposiciones de la Ley de Moisés, que prohibía acercarse a un leproso, Jesús le da la mano y lo toca”.

“¡Cuántas veces encontramos a un pobre que viene a nuestro encuentro! Podemos ser también generosos, podemos tener compasión, pero normalmente no lo tocamos. Le ofrecemos una moneda, pero evitamos tocarle la mano y olvidamos que es el cuerpo de Cristo”.

Jesús entonces pidió al leproso no hablar con nadie e ir directamente al sacerdote y hacer la ofrenda para su purificación.

Esto enseña que “la gracia que actúa en nosotros no busca sensacionalismo” y “se mueve con discreción y sin clamor”. Además, “haciendo verificar oficialmente la curación por los sacerdotes y celebrando un sacrificio expiatorio el leproso es readmitido en la comunidad de los creyentes y en la vida social”.

Tras presentarse ante los sacerdotes, el leproso “da testimonio de Jesús y de su autoridad mesiánica”, precisó el Papa.

Francisco pidió a los fieles reunidos en la Plaza de San Pedro pensar en las miserias que posee cada uno. “¡Cuántas veces las cubrimos con la hipocresía de las ‘buenas maneras’. Y entonces es necesario estar solos, ponerse de rodillas ante Dios y rezar ‘Señor, si quieres, puedes purificarme’”.

Audiencia del 22/06/2016

martes, 21 de junio de 2016

¿Por qué Dios no me enciende?

Muchas veces siento que amo una idea de Dios, pero no a Dios persona


Hoy me quiero detener a pensar en esa pregunta. Hoy Jesús se acerca a mí y me pregunta por mi nombre: “¿Quién soy Yo para ti?”.

Quiere que le diga qué lugar ocupa en mi corazón. Quiere saber si es Él a quien sigo o sigo a otros que no tienen palabras de vida eterna.

Me mira como miró a los suyos. Me mira conmovido esperando mi respuesta sincera. Por eso quiero hoy mirar a Jesús y contestarle. Quiero decirle lo que de verdad significa en mi vida. Quiero mirar mi corazón y descubrir su verdad en mí. Él está en mí. Él conduce mi vida pero yo muchas veces sigo a otros.

¿Cuál es ese Jesús al que sigo? ¿Qué imagen de Cristo es la que llevo grabada en mi alma?

Jesús ha venido a mi vida para cambiarla, pero yo sigo tantas veces centrado en mí mismo, en mis planes, en mis sueños. Vivo buscando mi seguridad y mi camino y no quiero darme por entero. Digo que sigo a Jesús pero no lo hago de verdad. Me quedo quieto, mudo, con miedo.

¿Quién es Jesús para mí? Me gustaría decirle que es el centro de mi vida. Que sin Él no tengo nada. Que mi vida está plasmada por su amor. Me gustaría confesarle mi deseo de seguir siempre sus pasos. Su verdad me toca en lo más profundo. Quiero ser como Él. Quiero ser Él.

Jesús quiere que le siga a mi manera y quiere que lleve conmigo mi cruz, su cruz. Me dice lo que espera de mí. Yo sé quién es Jesús. Sé que padeció por mí. Por eso quiero caminar a su lado, sufrir y padecer con Él.

Pero a veces dudo y no me parece tan fácil. Me falta la fuerza para ponerme en camino. Muchas veces prefiero salvar mi vida. Guardarla, esconderla, protegerla.

Sé quién es Jesús, pero dudo y no sé si es tan conveniente seguirlo. Veo su final y me duelen los clavos y el madero.

Hoy surge la pregunta en mi corazón. ¿Quién es de vedad Jesús para mí? Dios desea que le diga qué lugar ocupa en mi vida.

¿Dónde lo he puesto? No en el centro. Ahí estoy yo con mis deseos y proyectos. Pero Él no está. Estoy yo solo con mis dolores y sufrimientos. Yo con mis alegrías y sueños.

¿Y Él? En otra parte. En la razón. Allí donde comienzo a pensar en Él, en lo importante que es Él en mi vida. Sí. Allí lo encuentro.

Pero el corazón se me queda frío porque no lo he puesto en el centro de mi vida. No quiero que se vaya de mi corazón. Quiero amarlo más. Quiero que esté en el centro. Quiero saber a quién sigo de verdad.

Muchas veces siento que amo una idea de Dios, pero no a Dios persona. Dice el padre José Kentenich: “¿Qué es Dios para mí? Una idea primordial. Y por eso Dios no despierta mi personalidad. Como nuestro amor al yo y a los hombres está también despersonalizado, no podemos ver a Dios de otro modo que como una idea primordial. Yo mismo me he preguntado a menudo: ¿Has orado alguna vez como se debe? Nos entregamos a una idea. Pero, ¡qué poco original y espontánea es nuestra relación con Dios! Dios tiene que ser una persona. ¿Lo admito en la práctica?”.

No quiero que Jesús sea sólo una idea, un principio importante que determine mi forma de ser y comportarme. Tiene rostro, tiene voz, me acompaña, me abraza.

Hoy me pregunto: ¿Me detengo a rezar ante su imagen, ante su cruz? Una persona me comentaba que nunca había rezado delante de un Cristo crucificado. Me llamó la atención. Tal vez seguimos a un Dios impersonal. A un Dios desencarnado.

Dios se ha convertido en una idea que despierta mi amor pero no me arrastra, no me enciende por dentro, no saca lo mejor de mí. Dios sólo puede ser el centro de mi vida si es persona, si vive en mí. Si tiene rostro. Si pasea por mi vida, se detiene, me mira. Si se hace fuerte en lo más hondo de mí.

The Sun - Mi mejor defecto

Entrevista exclusiva para Cecilia Music, donde Francesco, el líder, nos cuenta el backstage del video y los proyectos futuros de la banda.



Nuevo single de The Sun: “Il mio miglior difetto”, un año después del álbum Cuore Aperto

Dos años increíbles para los The Sun: 2015 y 2016.

En cabeza de la clasificación de Itunes con el single “Le case di Mosul”; la vuelta a la autoproducción; 63 fechas de tour con más de 60.000 personas de público; la nominación al Premio “Voci per la Libertà” de Amnesty International y ahora la salida del video con el nuevo single “Il mio miglior difetto” que coincide con el año de vida del álbum Cuore Aperto.

Hace un año, con ocasión del lanzamiento del álbum, Francesco escribió estas palabras en su blog www.francescolorenzi.it:

“Gracias a Dios elegí hace tiempo hacer canciones y discos sólo cuando estoy en presencia de algunos elementos fundamentales como la inspiración auténtica, el tener algo útil que decir y el haber  hecho un camino personal entre un disco y otro”.

¡Inspiración ha habido, vaya que sí! Todo nace y se relaciona con la segunda Encíclica del Papa Francisco: Laudato Sì.

“La tierra nos precede y nos ha sido dada. Todo está en relación, la naturaleza es inseparable de la fraternidad”. Papa Francisco.

Telefoneo a Francesco y empieza así nuestra conversación:

– Hola Francesco, hoy sale el video de vuestro nuevo single “Il mio peggior difetto”. Una canción y un vídeo llenos de energía. El escenario quita el aliento. ¿Dónde os encontráis?

Estamos en medio del desierto del Neguev, en el sur de Israel, en Tierra Santa. Un lugar muy querido para nosotros porque todo empezó aquí. Este lugar tiene un gran significado para nosotros; estuvimos antes de realizar el álbum, la foto de la portada fue tomada allí, y volver para grabar el video fue una decisión compartida por todos, el hilo conductor era clarísimo.

– No debe haber sido fácil grabar un vídeo en esos lugares. ¿Nos cuentas un poco del backstage?

¡Ha sido una auténtica aventura! En Israel es muy difícil grabar un vídeo; ante todo tuvimos que pedir permiso a varias realidades como el patriarcado y la embajada los permisos y autorizaciones, dando a entender la importancia del proyecto, y te aseguro que no ha sido un comienzo fácil. Llegar con los furgones a un lugar al que sólo se puede llegar a pie, llevar los instrumentos a esa altura con el terreno arenoso y resbaladizo, sobre todo la batería que pesaba y que tuvimos que fijar con piedras en la base; hubo momentos en que pensábamos que no lo lograríamos, que quizás, si nadie lo había hecho antes, sería por algo.

– ¿Qué os permitió continuar?

El hecho de que cada uno de nosotros creía en ello muchísimo. Una vez vueltos a casa, empezando a ver los primeros resultados con el montaje video, cada cansancio se vio compensado.

– “Yo no puedo quedarme aquí viendo cómo nuestro mundo se quema lentamente sin hacer nada, desistir, yo quiero vivir”, cantas en el estribillo de la canción. ¿Por qué es importante el compromiso de cada persona individual? ¿De verdad puede marcar la diferencia?

Es fundamental. Somos una gota en el océano y con las decisiones de cada uno se pueden hacer grandes números. Esto tendrá una repercusión en el resto del mundo. El nuevo single salió el sábado 18 de junio de 2016; exactamente un año después de la salida de la encíclica del Papa Francisco, Laudato Sì. Está todo relacionado.

– ¿Cómo va el tour Cuore Aperto en Italia? ¿Qué acogida estáis recibiendo de los fans?

Estamos impresionados porque en el último mes hemos tenido 18 eventos. Cada noche nos regala algo nuevo, distinto; las personas nos regalan una cascada de afecto. Percibimos las ganas de encontrarse, de conocerse, de explorarse; son momentos de verdad positivos donde las personas no vienen sólo para pasar la velada, sino que desean ir más allá. No hay distinción entre el público y la banda. Lo mismo también para nosotros. Somos ya una familia, todos en búsqueda de un sentido más grande.

– En julio estará la JMJ de Cracovia y vosotros tocaréis en el Halleluja Festival del que Cecilia es partner oficial. Otra experiencia internacional os espera. ¿Estáis preparados?

Sentimos una gran alegría. La invitación al festival nos ha hecho felices, también porque seremos los huéspedes principales del viernes y podremos actuar con un concierto completo. La JMJ tiene un significado profundo: este encuentro entre personas de todo el mundo, lejanísimas entre sí pero unidas por el mismo motivo. Poder hacer un concierto en esta ocasión es una cosa más única que rara, distinta de los demás conciertos. Tocaremos también antes de la misa del Papa.

– ¿Qué otros proyectos os esperan?

Con Tv2000 hemos realizado un film documental que saldrá en antena justo en los días de la JMJ. Se contará nuestra experiencia en Tierra Santa con las 200 personas que la han vivido con nosotros; durará casi una hora y media y habrá muchos bellos testimonios.


Ahora disfrutad esta última opera prima de los The Sun, “Il mio miglior difetto”. A todo volumen.