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domingo, 29 de mayo de 2016

El Papa responde a los jóvenes

 El primer libro «social» de Francisco


Durante el encuentro entre Papa Francisco y Scholas Occurrentes, que se llevó a cabo hoy en el Aula del Sínodo en Roma, se presentó el nuevo proyecto editorial de Mondadori en colaboración con Scholas Occurrentes y la «start up» eFanswer: «Pregunten. Mis respuestas a sus preguntas», un libro que será publicado en los próximos meses tanto en Italia como en el extranjero.

No se trata de un simple libro, sino de un «evento social internacional». Papa Francisco, efectivamente, invita a jóvenes de todo el mundo a hacerle preguntas mediante la plataforma http://www.askpopefrancis.scholasoccurrentes.org, desarrollada con eFanswer y disponible en cinco lenguas: italiano, inglés, francés, español y portugués. Se puede preguntar cualquier cosa, no hay argumentos o temas predefinidos. lo Importante es que lo que se desea saber salga del corazón. Las preguntas serán reunidas y seleccionadas por Mondadori y Scholas Occurrentes con base en dos criterios principales: la variedad y la originalidad. Así, Papa Francisco podrá expresar su pensamiento sobre temas nunca hasta ahora afrontados. Las respuestas del Santo padre serán publicadas en este libro que será distribuido en todo el mundo. Se ocupará de su edición Tiziana Lupi, periodista y autora para la editorial italiana Mondadori «Nuestro Papa», una biografía ilustrada de Papa Francisco de 2014, y editora de «Mi idea del arte», un libro en el que Francisco contó por primera vez lo que opina sobre el arte (también publicado en Mondadori).

Este nuevo libro aprovechará las potencialidades de las nuevas formas de comunicación para poner en contacto al Papa con las personas de todos los rincones del planeta. Una especie de libro-entrevista colectivo, un gran diálogo virtual entre Papa Francisco y los jóvenes de todo el mundo, de todas las clases sociales y confesiones religiosas.

Durante el encuentro, Papa Francisco subrayó que es fundamental aprender a dialogar, porque en el diálogo todos vencen y nadie pierde. Porque el diálogo significa construir puentes. Tiziana Lupi, que presentó el proyecto, se refirió justamente a este concepto para describirlo: «Con este libro, en compañía de Scholas Occurrentes y Mondadori, nosotros hemos tratado justamente de abrir una puerta a este diálogo. Sin filtros, para que los chicos puedan hacerle directamente sus preguntas mediante la plataforma en la red. El objetivo es justamente abrirse a la escucha y al diálogo, dos instrumentos fundamentales, como sostiene Papa Francisco, para crear un mundo diferente». Las primeras dos preguntas fueron formuladas por los 12 «youtubers» que participaron hoy en el encuentro. Las respuestas, que el Papa dio inmediatamente, serán las primeras incluidas en el libro.

Este proyecto es posible gracias a la colaboración con Scholas Occurrentes, una organización internacional de Derecho Pontificio creada por Papa Francisco que se ocupa de los jóvenes y de la educación, con el objetivo de promover una integración social y la cultura del encuentro para la paz, y, gracias a una plataforma tecnológica y editorial desarrollada por eFanswer.

Salma Hayek, George Clooney y Richard Gere, que estaban presentes hoy en el Vaticano durante la conclusión del congreso de Scholas Occurrentes, fueron premiados frente a Papa Francisco y a más de 400 participantes con la medalla del Olivo de la Paz. Clooney asistió con su esposa, Amal, y comentó el premio con estas palabras: «Fue una experiencia maravillosa y un programa maravilloso el que Scholas Occurentes saca adelante, permitiendo que muchas religiones diferentes hablen sobre inclusión para que sepamos que el odio y la actitud integralista son aprendidos y son inculcados». Al final de la sesión, Papa Francisco estuvo durante unos momentos en el atrio del Aula Pablo VI conversando con Richard Gere 

ADORACIÓN EUCARÍSTICA ONLINE 24 HORAS

Aquí tienes al Señor expuesto las 24 horas del día en vivo. Si estás enfermo y no puedes desplazarte a una parroquia en la que se exponga el Santísimo, o simplemente quieres saludar al Señor en algunos momentos de la jornada, aquí le tienes para rezarle con devoción:




Visita al Santísimo Sacramento

Oración inicial

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

¡Corazón de mi Jesús Sacramentado! Con mucha pena de no ser como Tú quieres que sea y con muchos deseos de ser como Tú quieres que sea, vengo a tener contigo este ratito de conversación afectuosa junto a Ti, a los pies de tu Sagrario, donde has querido quedarte por mí, para Tu mayor gloria, honor de mi Madre Inmaculada y provecho de mi alma. San José, enséñame a escuchar y a hablar a Jesús.

Bendito y alabado sea el Santísimo Sacramento del Altar.

Sea por siempre bendito y alabado.

Padrenuestro, Avemaría y Gloria

(Se repite cinco veces en honor a las cinco llagas de Nuestro Señor)


Alabanzas al Santísimo Sacramento en reparación de las blasfemias

Bendito sea Dios.
Bendito sea su Santo Nombre.
Bendito sea Jesucristo, verdadero Dios y verdadero Hombre.
Bendito sea el Nombre de Jesús.
Bendito sea su Sacratísimo Corazón.
Bendita sea su Preciosísima Sangre.
Bendito sea Jesús en el Santísimo Sacramento del Altar.
Bendito sea el Espíritu Santo Consolador.
Bendita sea la excelsa Madre de Dios, María Santísima.
Bendita sea su Santa e Inmaculada Concepción.
Bendita sea su gloriosa Asunción.
Bendito sea el Nombre de María, Virgen y Madre.
Bendito sea San José, su castísimo esposo.
Bendito sea Dios, en sus Ángeles y en sus Santos.

Comunión espiritual

Creo, Jesús mío, que estás presente en el Santísimo Sacramento del altar. Te amo sobre todas las cosas y deseo recibirte dentro de mi alma. Mas, no pudiendo hacerlo ahora sacramentalmente, ven espiritualmente a mi corazón y como si ya hubiéseis venido, te abrazo y me uno a Ti. No permitas Jesús mío que jamás me aparte de Ti. Así sea.

Oración de Santo Tomás de Aquino

Te adoro con fervor, deidad oculta, que estás bajo de estas formas escondidas; a ti mi corazón se rinde entero, y desfallece todo si te mira. Se engaña en ti la vista, el tacto, el gusto. Mas tu palabra engendra fe rendida; cuanto el Hijo de Dios ha dicho, creo; pues no hay verdad cual la verdad divina. En la Cruz la deidad estaba oculta. aquí la humanidad yace escondida; y ambas cosas creyendo y confesando, imploro yo lo que imploraba el ladrón arrepentido. No veo, como vio Tomás, tus llagas, mas por su Dios te aclama el alma mía: haz que siempre, Señor, en ti yo crea, que espere en ti, que te ame sin medida. Oh memorial de la pasión de Cristo, oh pan vivo que al hombre das la vida: concede que de ti viva mi alma, y guste de tus célicas delicias. Jesús mío, pelícano piadoso, con tu sangre mi pecho impuro limpia, que de tal sangre una gotita puede todo el mundo salvar de su malicia. Jesús, a quien ahora miro oculto, cumple, Señor, lo que mi pecho ansía: que a cara descubierta contemplándote, por siempre goce de tu clara vista. Amén.


Oración a Jesús solitario en el Santísimo Sacramento

Oh Divino Jesús! que durante la noche estáis solitario en tantos tabernáculos del mundo, sin que ninguna de vuestras criaturas vaya a visitaros y adoraros. Yo os ofrezco mi pobre corazón, deseando que todos sus latidos sean otros tantos de amor y adoración. Vos, Señor, estáis siempre en vela bajo las especies Sacramentales, vuestro amor misericordioso nunca duerme ni se cansa de velar por los pecadores. ¡Oh Jesús amantísimo! ¡Oh Jesús solitario! haced mi corazón cual lámpara encendida; en caridad se inflame y arda siempre en vuestro amor. Vela ¡oh centinela Divino! vela por el mísero mundo, por los sacerdotes, por las almas consagradas, las extraviadas, por los pobres enfermos cuyas noches interminables necesitan tu fortaleza y tu consuelo, por los moribundos y por ésta tu humilde sierva que, para mejor servirte, descansa pero sin alejarse de Ti, de tu Sagrario… donde vives en la soledad y el silencio de la noche. Sea siempre bendito, alabado, adorado, amado y reverenciado el Corazón Sagrado de Jesús en todos los Sagrarios del mundo. Amén.

Oración final

Gracias, Jesús mío, por la bondad con que me habéis recibido y permitido gozar de vuestra presencia y compañía amorosas.

Me vuelvo a mis ocupaciones. Mi corazón queda contigo. En mi trabajo y en mis descansos me acordaré de Ti, y procuraré vivir con la dignidad que merece vuestra amistad divina.

Dadme vuestra bendición y concededme todas las gracias, que necesito, para amaros y serviros con la mayor fidelidad.

Bendice, Señor, a nuestro Santísimo Padre el Papa, vuestro Vicario en la tierra; ilumínale, santifícale y líbrale de todos sus enemigos.

Bendice a vuestra Iglesia Santa y haced que su luz brille en todas las naciones; y que los paganos conozcan y adoren al único verdadero Dios y a su Hijo Jesucristo.

Bendice a vuestros sacerdotes, santifícalos y multiplícalos.

Bendice y protege a nuestra nación.

Bendice a todos los suscriptores y visitantes de este blog  y concédeles la bienaventuranza eterna.

Bendice a los que nos han ofendido y cólmalos de beneficios.

Bendice a todos nuestros familiares y haced que vivan todos en vuestra gracia y amistad y que un día nos reunamos en la Gloria.

Da el descanso eterno a todas las almas de los fieles difuntos que están en el Purgatorio.

Da la salud a los enfermos. Convierte a todos los pecadores. Danos a todos vuestro divino amor, para que la fe que nos impide ahora ver vuestro santísimo rostro se convierta un día en luz esplendorosa en la Gloria, donde en unidad con el Padre y el Espíritu Santo te alabemos y bendigamos por los siglos de los siglos. Amén.

QUINCE MINUTOS EN COMPAÑÍA DE JESÚS SACRAMENTADO


No es preciso, hijo mío, saber mucho para agradarme mucho; basta que me ames con fervor. Háblame, pues, aquí sencillamente, como hablarías a tu madre, a tu hermano. ¿Necesitas hacerme en favor de alguien una súplica cualquiera? Dime su nombre, bien sea el de tus padres, bien el de tus hermanos y amigos; dime en seguida qué quisieras que hiciese actualmente por ellos. Pide mucho, mucho, no vaciles en pedir; me gustan los corazones generosos que llegan a olvidarse en cierto modo de sí mismos, para atender a las necesidades ajenas. Háblame así, con sencillez, con llaneza, de los pobres a quienes quisieras consolar, de los enfermos a quienes ves padecer, de los extraviados que anhelas volver al buen camino, de los amigos ausentes que quisieras ver otra vez a tu lado.
Dime por todos una palabra de amigo, palabra entrañable y fervorosa. Recuérdame que he prometido escuchar toda súplica que salga del corazón ; y ¿no ha de salir del corazón el ruego que me dirijas por aquellos que tu corazón especialmente ama?

Y para ti, ¿no necesitas alguna gracia? Hazme, si quieres, una lista de tus necesidades, y ven, léela en mi presencia. Dime francamente que sientes -soberbia, amor a la sensualidad y al regalo; que eres tal vez egoísta, inconstante, negligente... ; y pídeme luego que venga en ayuda de los esfuerzos, pocos o muchos, que haces para quitar de ti tales miserias.

No te avergüences, ¡pobre alma! ¡Hay en el cielo tantos justos, tantos Santos de primer orden, que tuvieron esos mismos defectos! Pero rogaron con humildad... ; y poco a poco se vieron libres de ellos.

Ni menos vaciles en pedirme bienes espirituales y corporales: salud, memoria, éxito feliz en tus trabajos, negocios o estudios; todo eso puedo darte, y lo doy, y deseo que me lo pidas en cuanto no se oponga, antes favorezca y ayude a tu santificación. Hoy por hoy, ¿qué necesitas? ¿qué puedo hacer por tu bien? ¡Si supieras los deseos que tengo de favorecerte !

¿Traes ahora mismo entre manos algún Proyecto? Cuéntamelo todo minuciosamente. ¿Qué te preocupa? ¿qué piensas? ¿qué deseas? ¿qué quieres que haga por tu hermano, por tu amigo, por tu superior? ¿qué desearías hacer por ellos?

¿Y por Mí? ¿No sientes deseos de mi gloria? ¿No quisieras poder hacer algún bien a tus prójimos, a tus amigos, a quienes amas mucho, y que viven quizás olvidados de Mí?

Dime qué cosa llama hoy particularmente tu atención, qué anhelas más vivamente, y con qué medios cuentas para conseguirlo. Dime si te sale mal tu empresa, y yo te diré las causas del mal éxito. ¿No quisieras que me interesase algo en tu favor? Hijo mío, soy dueño de los corazones, y dulcemente los llevo, sin perjuicio de su libertad, adonde me place.

¿Sientes acaso tristeza o mal humor? Cuéntame, cuéntame, alma desconsolada, tus tristezas con todos sus pormenores. ¿Quién te hirió? ¿quién lastimó tu amor propio ? ¿quién te ha despreciado? Acércate a mi Corazón, que tiene bálsamo eficaz para curar todas esas heridas del tuyo. Dame cuenta de todo, y acabarás en breve por decirme que, a semejanza de Mí todo lo perdonas, todo lo olvidas, y en pago recibirás mi consoladora bendición.

¿Temes por ventura? ¿Sientes en tu alma aquellas vagas melancolías, que no por ser infundadas dejan de ser desgarradoras? Échate en brazos de mi providencia. Contigo estoy; aquí, a tu lado me tienes; todo lo veo, todo lo oigo, ni un momento te desamparo.

¿Sientes desvío de parte de personas que antes te quisieron bien, y ahora olvidadas se alejan de ti, sin que les hayas dado el menor motivo? Ruega por ellas, y yo las volveré a tu lado, si no han de ser obstáculo a tu santificación.

¿Y no tienes tal vez alegría alguna que comunicarme? ¿Por qué no me haces partícipe de ella a fuer de buen amigo ?

Cuéntame lo que desde ayer, desde la última visita que me hiciste, ha consolado y hecho como sonreir tu corazón. Quizá has tenido agradables sorpresas, quizá has visto disipados negros recelos, quizá has recibido faustas noticias, alguna carta o muestra de cariño; has vencido alguna dificultad, o salido de algún lance apurado. Obra mía es todo esto, y yo te lo he proporcionado: ¿por qué no has de manifestarme por ello tu gratitud, y decirme sencillamente, como un hijo a su padre: « ¡Gracias, Padre mío, gracias!»? El agradecimiento trae consigo nuevos beneficios, porque al bienhechor le gusta verse correspondido.

¿Tampoco tienes Promesa alguna para hacerme? Leo, ya lo sabes, en el fondo de tu corazón. A los hombres se les engaña fácilmente; a Dios, no. Háblame, pues, con toda sinceridad. ¿Tienes firme resolución de no exponerte ya más a aquella ocasión de pecado? ¿de privarte de aquel objeto que te dañó? ¿de no leer más aquel libro que exaltó tu imaginación? ¿de no tratar más aquella persona que turbó la paz de tu alma ?

¿Volverás a ser dulce, amable y condescendiente con aquella otra a quien, por haberte faltado, has mirado hasta hoy como enemiga?

Ahora bien, hijo mío; vuelve a tus ocupaciones habituales, al taller, a la familia, al estudio... ; pero no olvides los quince minutos de grata conversación que hemos tenido aquí los dos, en la soledad del santuario. Guarda, en cuanto puedas, silencio, modestia, recogimiento, resignación, caridad con el prójimo. Ama a mi Madre, que lo es también tuya, la Virgen Santísima, y vuelve otra vez mañana con el corazón más amoroso, más entregado a mi servicio. En mi Corazón encontrarás cada día nuevo amor, nuevos beneficios, nuevos consuelos.

Recomendación: Lee todos los días los 15 minutos en compañía de Jesús Sacramentado

Eric Clapton canta con Pavarotti la canción que escribió a la Bendita Madre

La letra de la canción de Clapton refleja la experiencia de conversión que tuvo cuando estaba en rehabilitación hace años

En este concierto a beneficio de Bosnia en 2009, Eric Clapton interpretó una canción que escribió para la Santísima Madre junto con el famoso cantante de ópera italiano Luciano Pavarotti, y un sobresaliente coro Gospel.

Las palabras de la canción son una verdadera oración por Clapton. En sus memorias, Clapton: The Autobiography, el músico escribe sobre un momento de hundimiento que tuvo durante su rehabilitación en 1987:

"Yo estaba en la desesperación total", escribió Clapton. "En la intimidad de mi habitación, pedí ayuda. No tenía ni idea de con quién creía que estaba hablando, yo sólo sabía que había llegado al límite de mis fuerzas. . . y, poniéndome de rodillas, me rendí. A los pocos días me di cuenta de eso. . . Había encontrado un lugar, un lugar que siempre había sabido que estaba allí, pero que nunca realmente quería ni necesitaba, ni creía en él. A partir de ese día hasta hoy, nunca he dejado de rezar por la mañana, de rodillas, de pedir ayuda, y por la noche, para expresar gratitud por mi vida y, sobre todo, por estar sobrio".

Esta es la traducción de la letra:

Madre Sagrada, ¿dónde estás?
esta noche me siento partido en dos,
he visto las estrellas caerse del cielo,
Santa Madre, no puedo evitar llorar.

Oh, necesito tu ayuda esta vez,
para pasar esta solitaria noche.
Dime por favor en que lugar girar,
para encontrarme nuevamente.

Santa Madre, escucha mi oración,
de alguna forma sé que estás allí todavía.
Por favor, dame algo de paz mental,
que se lleve este dolor.

No puedo esperar, no puedo esperar, no puedo esperar, por más tiempo.
No puedo esperar, no puedo esperar, no puedo esperar, por ti.

Santa Madre, escucha mi llanto,
he maldecido tu nombre cientos de veces.
Siento la ira corriendo por mi alma,
Santa Madre, no puedo mantener el control.

Oh, siento que el fin llegó,
mis pies no correrán más.
Tú sabes que preferiría estar
en tus brazos esta noche.

Cuando mis manos no toquen más,
ni mi voz permanezca, me desvaneceré.
Santa Madre, entonces estaré
acostado, a salvo en Tus Brazos.

Oración a Santa Rita de Casia por una causa imposible

"Bajo el peso del dolor, a ti, querida santa Rita, recurro con confianza"


Inmediatamente después de la muerte, santa Rita de Casia era ya venerada como protectora de la peste, probablemente por el hecho de haberse dedicado en vida al cuidado de los enfermos de peste, sin contraer nunca la enfermedad. Fue este uno de los motivos, quizás el primero, en hacerle obtener popularmente el epíteto de Santa de los imposibles.

Oración a Santa Rita por una causa imposible:

Bajo el peso del dolor, a ti, querida Santa Rita, yo recurro confiado en ser escuchado. Libera, te ruego, mi pobre corazón de las angustias que lo oprimen y devuelve la calma a mi espíritu, lleno de preocupaciones.

Tu que fuiste elegida por Dios como abogada de los casos más desesperados, obtén la gracia que ardientemente te pido [pedir la gracia que se desea].

Si mis culpas son un obstáculo para el cumplimiento de mis deseos, obténme de Dios la gracia del arrepentimiento y del perdón mediante una sincera confesión.

No permitas que durante más tiempo yo derrame lágrimas de amargura.

Oh santa de la espina y de la rosa, premia mi gran esperanza en ti, y en todas partes daré a conocer tu gran misericordia con las almas afligidas.

Oh Esposa de Jesús Crucificado, ayúdame a bien vivir y a bien morir. Amen.