75.000 códices, 85.000 incunables y más de un millón de libros serán digitalizados paulatinamente
La Biblioteca Apostólica Vaticana, mejor conocida simplemente como “Biblioteca Vaticana” o, incluso, “VAT”, fue establecida oficialmente en en 1475, aunque en realidad es mucho más antigua. Fue en 1451 cuando el Papa Nicolás V, bibliófilo, procuró hacer de Roma, nuevamente, un centro académico de importancia mundial, fundando una relativamente modesta biblioteca de más de 1200 volúmenes que incluían su colección personal de clásicos de la Antigüedad clásica griega y romana, y una serie de textos traídos desde Constantinopla.
La Biblioteca permite un acceso fácil e inmediato a, por ahora, dos colecciones: una de manuscritos selectos (los primeros en haber sido digitalizados fueron, desde luego, los más significativos, como una copia de una Biblia prologada y comentada por San Jerónimo, por ejemplo), y una de códices precolombinos.
La Biblioteca permite un acceso fácil e inmediato a, por ahora, dos colecciones: una de manuscritos selectos (los primeros en haber sido digitalizados fueron, desde luego, los más significativos, como una copia de una Biblia prologada y comentada por San Jerónimo, por ejemplo), y una de códices precolombinos.
En la actualidad, la Biblioteca Vaticana atesora alrededor de 75.000 códices, 85000 incunables (esto es, ediciones hechas entre la invención de la imprenta y el siglo XVI), y un total de más de un millón de libros, de la era precristiana a la contemporánea, lo mismo en lenguajes occidentales que orientales, cubriendo materias que van desde la literatura y la teología hasta las matemáticas y las ciencias sociales, por solo nombrar unas pocas.
Y ahora, todo esto se está digitalizando. Poco a poco. Y está al alcance de cualquier persona con acceso a internet. Y libres para descargar, de paso, en formato JPEG.
Ya se pueden consultar, aquí, una buena serie de manuscritos, incunables y códices que han sido debidamente digitalizados utilizando tecnología IIIF (International Interoperability Image Framework), que permite un acceso fácil e inmediato a, por ahora, dos colecciones: una de manuscritos selectos (los primeros en haber sido digitalizados fueron, desde luego, los más significativos, como una copia de una Biblia prologada y comentada por San Jerónimo, por ejemplo), y una de códices, incluyendo colecciones aztecas.
Para acceder a la Biblioteca, haz clic aquí.
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