LA
IGLESIA DE CRISTO
25.1) Cristo, fundamento y Fundador de la Iglesia
25.2) Reino de Dios e Iglesia en la predicación de
Jesús
25.3) Aspectos del misterio de la Iglesia
25.4) Notas de la Iglesia
25.5) La Iglesia, Pueblo de Dios y Cuerpo Místico de
Cristo
25.6) Misión de la Iglesia
25.1 Cristo, Fundamento y Fundador de la Iglesia
La Iglesia es una obra ad extra de la trinidad. Su
primer origen está en el libérrimo y arcano decreto del Padre eterno que
decide elevar a los hombres a la participación de su vida divina (LG, 2). Así,
Cristo junto con el Padre, envió el Espíritu Santo para que santificara a su
Iglesia, la impulsara a su propia expansión (AG, 4). De este modo la iglesia
aparece como un pueblo reunido en virtud de la unidad del Padre y del Hijo y del
Espíritu Santo.
Cristo, enviado en cumplimiento de la unidad del
Padre, inauguró en la tierra el Reino de Dios o la Iglesia (LG, 3). El origen
de la Iglesia es Cristo, funda la Iglesia a lo largo de toda su vida pública.
No hay una declaración explícita en los evangelios pero nos interesan los
actos fundacionales por que la Iglesia tiene su fundamento en el misterio de
Cristo y los actos fundacionales forman parte de su misterio. Cristo no sólo es
el fundador sino el fundamento -la Iglesia parte de su costado abierto- y es el
fundamento constante de su Iglesia. Por tanto, veamos los actos fundacionales
dividiéndolos en: actos preparativos, anticipativos y actos de Cristo
resucitado.
Actos preparativos:
1.) Comunidad. Predica el Reino pero además va
creando una comunidad de discípulos como estaba profetizado -el resto de Israel
(Is)- y lo entiende no como una secta sino como el fermento de la conversión de
todo Israel.
2.) De ellos elige a 12, a quienes revela el
misterio del Mesías, de las parábolas, de la última cena etc. Lo entienden
como número totalmente lógico ya que se reflejan las doce tribus de Israel
sobre las cuales nacerá el pueblo de Dios y por eso los envía (apóstol) pero,
y esto es importante, los envía como si fuera él mismo.
3.) Voluntad explícita de que entre ellos haya uno
que sea la Roca que dé consistencia (en los Evangelios Pedro siempre aparece en
primer lugar) y que debe confirmar a sus hermanos. Tras la confesión de Pedro
aparece la promesa de que Cristo edificará su Iglesia sobre la persona de Pedro
y también sobre la Fe en que él es el Mesías.
Actos anticipatorios:
1.) La Ultima Cena es el acto fundacional que da
sentido a los otros porque la Nueva Iglesia surge por la entrega de Cristo y la
participación de los creyentes en ese tomar el cuerpo que es anticipada en la
Ultima Cena. Se presenta al pueblo como la Nueva Alianza con el encargo de
hacerlo en su conmemoración.
2.) Quedan los rasgos de lo que se está preparando:
la estructura jerárquica y germen del Nuevo Israel con el encargo de perpetuar
el sacrificio. La Iglesia entera está representada por los apóstoles en este
momento como comunidad y como misterio.
Actos de Cristo resucitado:
1.) ahora con todo el poder del Cielo. Manda
perdonar los pecados como fruto de la Cruz.
2.) Pedro es el signo de la potestad de Cristo sobre
su Iglesia, cuando le dice que debe apacentar sus ovejas.
3.) Elementos de misión y potestad. No es una
potestad delegada sino la misma potestad de Cristo hecha presente porque
representa a Cristo como pastor. Son representantes y lo harán a partir de un
acto sacramental. Luego también, una vez resucitado les da la misión universal
de predicar, santificar y gobernar. Todo esto cuando les manda perdonar los
pecados atar y desatar y predicar su evangelio por todo el mundo.
25.2 Reino de Dios e Iglesia en la predicación
de Jesús
Cristo predicó el Reino y lo que surgió fue la
Iglesia. Esta doctrina modernista que negaba la relación entre el Reino
de Dios y la Iglesia aparece por la influencia del protestantismo liberal en la
Teología católica. De ella aparece la escuela escatologista que
predicaba una existencia del Reino de Dios únicamente anunciado para el final
de los tiempos sin haber lugar para él en esta tierra. Era una consecuencia de
la negación: de la conciencia divina de Jesús quien se equivocó en su
predicación del fin del mundo. La escuela ilustrada protestante la reducían
a una realidad puramente espiritual e interna que desembocaba en una ética.
Estas doctrinas son condenadas en Lamentabili y
Pascendi de S. Pío X porque la Sagrada Escritura no permite plantear la
alternativa entre el Reino de Dios y la Iglesia, sino que da testimonio de ambos
a la vez. Y termina por aclararse en el CV II, según el cual el misterio de la
Sta Iglesia se manifiesta en su fundación; porque Cristo dió comienzo a la
Iglesia predicando la Buena Nueva, es decir, la llegada del Reino de Dios
prometido en la Sagrada Escritura (LG, 5). En efecto, en el AT se dice que .serían
un reino de sacerdotes y nación consagrada (Ex 15). Se prolonga la idea en
Israel de pueblo de Dios, no de reinado cósmico, la realeza se dará al hijo
del hombre y al pueblo que formará. Así, de este modo, en la época de Jesús
había una expectativa de ese reino.
Cuando llega Cristo este reino brilla ante los
hombres en la palabra, en las obras y en la presencia de Cristo (LG, 3). Predica
el Reino de Dios y el Reino de los cielos y ambos son el eje de la vida pública.
Se hace presente en la palabra compara a una semilla que va germinando
hasta la siega. Los milagros confirman que ha llegado, pero se manifiesta
sobre todo en la misma venida de Xto (LG, 3), que sólo Dios puede dar a conocer
y lo da a los humildes ( humildad como actitud interior).
Por tanto las características del Reino predicado
por Jesús son: 1) Es escatológico (la presencia total ser al final); 2)
Destinado a crecer (habrá por tanto un espacio); 3) Es religioso, no político
(no es de este mundo); 4) Universal (vendrán de oriente y occidente); 5)
Misericordioso con los pecadores; 6) Se accede por la conversión (aceptación
total del Reino de Xto).
Pero como Xto resucitó y derramó sobre los apóstoles
el Espíritu, por eso la Iglesia recibe la misión de anunciarlo e instaurarlo.
La Iglesia en la tierra es constituida como el germen y el principio de ese
reino (LG, 5). Por tanto la relación entre la I. y el Reino es que la I. es: a)
el agente al servicio del Reino, b)es la presencia germinal en tensión. La I
y Reino se identifican y se definen porque la I. no es el Reino, pero es el
agente del Reino. El Reino está presente desde la llegada del Mesías y
desde el inicio de la Iglesia, pero no está consumado, hablamos del ya pero en
el todavía no. Y como también es futuro ahora es tiempo de crecimiento y de
testimonio hasta que se cumpla ese estado último al cual la I. está orientada
como plenitud. Mientras tanto, es el tiempo de la I. , etapa terrena y presente,
de avances temporales cuyo valor al final será incluido en el Reino aunque sin
identificar el progreso terrenal con el progreso del RD en la tierra.
25.3 Aspectos del Misterio de la Iglesia
La Iglesia es a la vez un misterio de comunión y
una institución de salvación. De estos dos aspectos el primero es el aspecto
interior, la base del aspecto institucional y es el primero en la SE y Tradición.
El segundo refleja el carácter visible e
institucional y el de su crecimiento en la tierra. Este se fundamenta en el
estudio que se ha hecho del aspecto interior.
De este modo para poder comprender los aspectos del
misterio de la I., habrá que profundizar en el misterio en sí mismo y entonces
nos percataremos de que la I. es esencialmente el misterio de la comunión de
los hombres con Dios en Xto y de los hombres entre sí en Xto, misterio que se
ha ido expresando tradicionalmente en los términos de la I. como Pueblo de
Dios, esposa y cuerpo místico. Para luego entender cómo este misterio se
realiza ya en la tierra aunque no perfectamente hasta el cielo; nos referimos a
las tres estados (militante, purgante y triunfante).
Profundizando en el aspecto interior vemos que
debemos comenzar por el alcance eclesiológico del sacrificio redentor para ver
luego (en otro capítulo) cómo la I. es esencialmente una participación en Xto
de la vida divina: misterio éste que ha sido expresado tradicionalmente por las
tres grandes nociones de cuerpo, esposa y pueblo.
1) Como fuente del misterio pascual y del
misterio de la redención. La gracia capital que Xto poseía es la fuente y
causa (formal y eficiente pero no final) de la I. Nos referimos a la misma
gracia de Xto que santifica su humanidad que es la plenitud de gracia con que el
Padre ha colmado su alma humana para que pueda ser cabeza del cuerpo.
2) La I. es una participación en Xto de la vida
divina porque la I. es el misterio de comunión entre Dios y los hombres. Decir
que la I. es un misterio de comunión equivale a afirmar que es el don gratuito
de Dios a los hombres y a la vez la acogida libre por los hombres de ese don
(que se va realizando día a día gracias a la fe y a los sacramentos de la fe).
Es decir, la I. es la comunidad de vida resultante de la participación de los
hombres en la plenitud de la Gracia Capital de Cristo.
3) Esa participación se ha presentado
principalmente en que el misterio de la I. es el cuerpo místico cuya cabeza es
Xto (LG, 7), es pueblo de Dios ((LG, 8-17) y es esposa (que subraya ciertos
aspectos, amor mutuo, distinción, gratuidad y fecundidad de la I. ).
25.4 Notas de la Iglesia
Esta es la única I. de Xto, que en el Símbolo
confesamos como una, santa, católica y apostólica (LG, 8). Entendemos por
notas ciertas propiedades esenciales en la I. que la hacen exteriormente reconocible
y discernible. Constituyen a la I. en su ser, dimanan de la misma esencia de la
I. en el centro mismo de su misterio. Y, a la vez, la I. se manifiesta en ellas
porque ofrecen la mejor descripción de su realidad. Es decir, han de ser
propiedades esenciales y a la vez que resulta fácilmente discernible y
verificable (es por eso por lo que la peregnidad de la I. no puede ser nota ya
que a pesar de ser ésta una propiedad fundamental no es verificable aún). Una
I. que no pudiera hacerse reconocer en la tierra con certeza no sería la I. ,
porque al no poder ser el signo eficaz de Xto entre los hombres tampoco podría
llevar a cabo la misión recibida de él. Asi, las notas son consecuencias de su
naturaleza sacramental y condición sine qua non de su misión.
La I. que fundó cristo tiene que ser Una, Santa,
Católica y Apostólica.
Unidad. Puesto que la I. es
esencialmente el misterio de comunión de todos los hombres con Dios en Xto, es
lógico que la unidad se haga patente en toda su vida y en toda su actividad.
Misma fe, misma esperanza y misma caridad (vínculo formal de la unidad). Se ve
en la misma fe, en el misterio litúrgico, y en el poder de jurisdicción.
Es la nota que mejor se manifiesta al exterior. Pero
por ser I. terrenal, y por tanto de imperfección. La unidad visible constituye
un don de Dios (procedente de Dios y garantizada por el ES) y es tarea del
hombre (imperfecta, que aunque el hombre no será capaz de destruirla podrá
empañarla y disminuirla). Otro aspecto es la unicidad: sólo puede haber
una I. verdadera. Cristo funda una sóla I. , no puede haber más
Santidad. Toda religión se dice santa. La
de Cristo lo es. Lo es por su origen divino y por su pertenencia a lo divino.
Los medios son santos (la palabra, los sacramentos) y sus miembros lo son por
participación de Dios.
Catolicidad. Universal. Puede llegar a todos
los pueblos y a todos los hombres para ofrecerles la salvación. Esto parte de
la catolicidad interna en la I. , es decir, que la I. tiene la plenitud de la
verdad revelada y de los bienes de salvación. El fundamento está en Xto por
cuya redención en la cruz hizo que la I. está ligada a una riqueza y fin
universal. Debe poder acoger a toda la humanidad.
Apostolicidad. Se refiere esta nota a su
presencia y continuidad a través de todos los siglos. Lo es en el sentido de
que todos los elementos esenciales provienen de Xto a través de los apóstoles
por sucesión ininterrumpida. Es decir, siendo así que, como esta misión
continúa a desarrollar a lo largo de la historia la propia misión de Xto.
(...) la Iglesia debe caminar por el mismo sendero de Xto por impulso del ES (AG,
5).La Iglesia que demuestre su apostolicidad se puede considerar como la
verdadera.
25.5 La Iglesia, Pueblo de Dios y Cuerpo Místico
de Cristo
Ninguna imagen tratada aisladamente abarca
totalmente el misterio de la I. Pero hay imágenes más abarcantes que otras, de
entre ellas la I. como Cuerpo Místico y como Nuevo Pueblo de Dios son las
fundamentales. Místici Corporis y LG desarrollan amplia mente esta cuestión y
enseñan la mutua coherencia que hay entre ellas.
a) La I. como Cuerpo Místico de Cristo refleja unas
características que iluminan enormemente este misterio que es la I. " no
se puede decir algo más noble y excelente que cuerpo de Cristo" (Pio XII).
1.
Indica primeramente esa unión indisoluble que hay entre la I. y Cristo;
el cuerpo y la cabeza. Por esto la Eclesiología depende tanto de una buena
Cristología.
2.
Señala que es una unión vital, depende de Cristo, elaborado como Gracia
Capital de Cristo; se está re-creando por la acción de Cristo, refundando.
3.
Misterio de Gracia y amor
4.
Muestra la estrecha relación entre los sacramentos y esa comunión de
gracia. " comiendo el mismo pan los muchos se hacen uno".
5.
Refleja claramente que hay miembros distintos de algo común, la unidad en la diversidad
6.
Se hace necesario el E.S. como alma de la I. , principio de unidad, su
principio vital.
b)
En cambio Pueblo de Dios refeja otras características también muy importantes:
1.
Une el AT con el NT, de modo que el Nuevo Pueblo de Dios se entenderá como la
continuación del Kahal Yahveh. Se refleja, por tanto, el concepto de vocación:
convocados por Dios sumado a la respuesta del hombre. A su vez esto refleja el
sentido históricode la I. , que tiene verdadera santidad aunque imperfecta.
2.
Indica muy bien el sentido de misión de la I. , portador de la Alianza y
sacramento de salvación.
3.
Muy útil para entender el estatuto de la I., para entender la dignidad
cristiana ya que se muestra que lo fundamental es el ser cristiano ( bautizado y
confirmado) Luego vendrá la distinción jerárquica como una congregación
dentro de la congregación, que está para el servicio de ella. La I. vendrá
exigida por la comunidad orgánica mientras actúa en la tierra.
Así pues, vemos que cada imágen remarca más unos
aspectos que otros de modo que sólo las dos imágenes juntas reflejan el
misterio de la Iglesia:
1. Según esto observamos que la imagen de Cuerpo Místico
refleja el carácter gratuito ( nadie elige su cuerpo) mientras que P. De D.
subraya el concepto de vocación ( llamada- respuesta).
2.Con Cuerpo M. no se considera la existencia del
estado de viador, mientras que Pueblo alude a una congregación que camina hacia
la Jerusalén celestial.
3.) Sin embargo, se ve muy bien la existencia de una
diversidad entre los miembros que están unidos por una igualdad radical
formando un único cuerpo; mientras que en el pueblo se ven como diversidad de
funciones dentro del mismo pueblo.
4.) Pero vemos que la idea de pueblo no resalta la
novedad de ese nuevo Pueblo, no da relieve de manera inmediata a la filiación
divina la cual, por el contrario, muestra perfectamente que somos miembros del
cuerpo de Xto quien es el Hijo de Dios vivo.
5.) Una eclesiología que sólo vea Pueblo de Dios
lo puede reducir al concepto sociológico de pueblo, o convertirse en una teología
de expectativa a la vuelta de Xto sin tener en cuenta la realidad de gracia que
ya existen, se quedaría sin comprender la novedad de gracia.
Hay que unirlos y relacionarlos.
En el AT se veía Pueblo de Dios; ahora hay una novedad, es Pueblo de Dios por
ser cuerpo de Xto. La I. es el PD que tiene su consistencia como cuerpo de Xto.
25.6 La Misión de la Iglesia
La I. es instituida por Xto y enviada para hacer a
todos los hombres partícipes de su pascua. La I. debe realizar efectivamente
esta tarea: la reunión de todos los hombres en Xto, éste es el único objetivo
de las estructuras externas con las que Xto ha dotado su I. Así, la misión de
la I. no finalizará hasta el momento de la tierra nueva, hasta ese momento la I.
será necesariamente en el mundo una I. en estado de misión y su misión no
es otra que la misión misma de Xto que prosigue y se culmina.
El objetivo que persiguió Xto al fundar la I. fue
transmitir a la I., para continuarlas, la misma misión y el mismo mandato que
él había recibido de su Padre.
Las principales características de la misión de la
I. son cuatro:
1.) La misión de la I. es don de Dios y tarea
del hombre. Xto al morir en la cruz no sólo comunica a su esposa inmaculada
la obra de santificación de las almas, sino que quiere que de alguna manera
provenga del propio trabajo de ella (Mystici Corporis). Es decir, es
principalmente don de Dios, pero también es una tarea para el hombre que debe
colaborar con Dios.
2.) Es una misión visible e invisible a su
vez. Xto nace, entrega a los hombres de un doble don: les confiere su propio Espíritu,
pero les deja al mismo tiempo el conjunto de estructuras visibles. A la vez es
una misión interior y exterior porque es acción de la gracia santificante en
las almas y es actividad visible de todo el cuerpo bajo la autoridad de la
jerarquía y por el don del ES.
No hay misión que no sea la de una I. sacramental y
no hay I. sacramental como no sea para su misión. Negar esta dualidad de
aspectos equivaldría a rechazar el sentido mismo de la I. peregrina en el
tiempo. Así, mientras la I. está en crecimiento, ambos aspectos serán
necesarios a su triple ministerio (palabra, santificación, gobierno)
3.) El objeto de esta misión: la totalidad
de la creación, asumirlo todo:
a) La totalidad de los hombres. "Todos
los hombres están llamados a formar parte del nuevo Pueblo de Dios" (LG,
13). Debe realizar un papel de mediadora universal ofreciendo a todos los
hombres la salvación y los medios y ayudándoles materialmente a adherirse a
esa salvación.
b) La totalidad del hombre. No se trata únicamente
de cristianizar el mayor número sino de cristianizarlos enteramente en la
totalidad de su ser.
c) Todo el universo. La I. debe acoger lo que
constituye un valor humano auténtico y respetar la variedad y la diversidad de
todas estas riquezas.
4.) El objetivo. La actividad de la I. tiene
un único objetivo: no sólo no dejar que se pierda ni una sola riqueza auténtica,
sino lograr que todas ellas "se purifiquen, se eleven y perfeccionen para
gloria de Dios, confusión del demonio y felicidad del hombre" (LG, 17).
Debe salvarlas, reconciliarlas y recapitularlas todos en Xto. Por eso la palabra
"católica" es tan propia de la I. ( katholou + olos = de conjunto +
un todo) sugiere el paso de la totalidad a la unidad de Xto, lo que constituye
todo el sentido y todo el objetivo de la misión de la I. en el mundo.
La misión que acabamos de analizar ha sido confiada
por Xto a la totalidad de la I., bajo la autoridad del cuerpo episcopal y
de su cabeza, el Romano Pontífice (LG 18, 20, 21, 32). "Los pastores no
han sido constituidos por Xto para asumir por sí solo toda la misión salvifica
de la I. en el mundo, sino que su función consiste en apacentar a los fieles y
reconocer sus servicios y carismas de tal suerte que todos a su modo cooperen unánimemente
en la obra común" (LG, 30).
Es decir, los responsables de esta misión son la
jerarquía y luego el resto de los fieles. En el tema 26 se verá cómo la
jerarquía puede desempeñar la misión que Xto ha dado a su I. Las tres
funciones de la misión son: enseñar, gobernar y santificar.
Por último, debemos considerar las dos etapas
fundamentales en la actividad misionera de la I.:
1 - estar presente en todas partes
2 - es necesario que ahí donde está presente lleve
a cabo la tarea pastoral. Esta tarea alcanza su punto culminante en la
celebración eucarística: objetivo y expresión máxima de la vida
eclesial terrena, hacia ella se orientan las restantes actividades de la I.
No hay comentarios:
Publicar un comentario