Entrada destacada

ADORACIÓN EUCARÍSTICA ONLINE 24 HORAS

Aquí tienes al Señor expuesto las 24 horas del día en vivo. Si estás enfermo y no puedes desplazarte a una parroquia en la que se exponga el...

sábado, 31 de mayo de 2014

LA IGLESIA DE CRISTO
 
25.1) Cristo, fundamento y Fundador de la Iglesia
25.2) Reino de Dios e Iglesia en la predicación de Jesús
25.3) Aspectos del misterio de la Iglesia
25.4) Notas de la Iglesia
25.5) La Iglesia, Pueblo de Dios y Cuerpo Místico de Cristo
25.6) Misión de la Iglesia
 
25.1 Cristo, Fundamento y Fundador de la Iglesia
La Iglesia es una obra ad extra de la trinidad. Su primer origen está en el libérrimo y arcano decreto del Padre eterno que decide elevar a los hombres a la participación de su vida divina (LG, 2). Así, Cristo junto con el Padre, envió el Espíritu Santo para que santificara a su Iglesia, la impulsara a su propia expansión (AG, 4). De este modo la iglesia aparece como un pueblo reunido en virtud de la unidad del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Cristo, enviado en cumplimiento de la unidad del Padre, inauguró en la tierra el Reino de Dios o la Iglesia (LG, 3). El origen de la Iglesia es Cristo, funda la Iglesia a lo largo de toda su vida pública. No hay una declaración explícita en los evangelios pero nos interesan los actos fundacionales por que la Iglesia tiene su fundamento en el misterio de Cristo y los actos fundacionales forman parte de su misterio. Cristo no sólo es el fundador sino el fundamento -la Iglesia parte de su costado abierto- y es el fundamento constante de su Iglesia. Por tanto, veamos los actos fundacionales dividiéndolos en: actos preparativos, anticipativos y actos de Cristo resucitado. 
Actos preparativos:
1.) Comunidad. Predica el Reino pero además va creando una comunidad de discípulos como estaba profetizado -el resto de Israel (Is)- y lo entiende no como una secta sino como el fermento de la conversión de todo Israel.
2.) De ellos elige a 12, a quienes revela el misterio del Mesías, de las parábolas, de la última cena etc. Lo entienden como número totalmente lógico ya que se reflejan las doce tribus de Israel sobre las cuales nacerá el pueblo de Dios y por eso los envía (apóstol) pero, y esto es importante, los envía como si fuera él mismo.
3.) Voluntad explícita de que entre ellos haya uno que sea la Roca que dé consistencia (en los Evangelios Pedro siempre aparece en primer lugar) y que debe confirmar a sus hermanos. Tras la confesión de Pedro aparece la promesa de que Cristo edificará su Iglesia sobre la persona de Pedro y también sobre la Fe en que él es el Mesías.
Actos anticipatorios:
1.) La Ultima Cena es el acto fundacional que da sentido a los otros porque la Nueva Iglesia surge por la entrega de Cristo y la participación de los creyentes en ese tomar el cuerpo que es anticipada en la Ultima Cena. Se presenta al pueblo como la Nueva Alianza con el encargo de hacerlo en su conmemoración.
2.) Quedan los rasgos de lo que se está preparando: la estructura jerárquica y germen del Nuevo Israel con el encargo de perpetuar el sacrificio. La Iglesia entera está representada por los apóstoles en este momento como comunidad y como misterio.
Actos de Cristo resucitado:
1.) ahora con todo el poder del Cielo. Manda perdonar los pecados como fruto de la Cruz.
2.) Pedro es el signo de la potestad de Cristo sobre su Iglesia, cuando le dice que debe apacentar sus ovejas.
3.) Elementos de misión y potestad. No es una potestad delegada sino la misma potestad de Cristo hecha presente porque representa a Cristo como pastor. Son representantes y lo harán a partir de un acto sacramental. Luego también, una vez resucitado les da la misión universal de predicar, santificar y gobernar. Todo esto cuando les manda perdonar los pecados atar y desatar y predicar su evangelio por todo el mundo.
25.2 Reino de Dios e Iglesia en la predicación de Jesús
Cristo predicó el Reino y lo que surgió fue la Iglesia. Esta doctrina modernista que negaba la relación entre el Reino de Dios y la Iglesia aparece por la influencia del protestantismo liberal en la Teología católica. De ella aparece la escuela escatologista que predicaba una existencia del Reino de Dios únicamente anunciado para el final de los tiempos sin haber lugar para él en esta tierra. Era una consecuencia de la negación: de la conciencia divina de Jesús quien se equivocó en su predicación del fin del mundo. La escuela ilustrada protestante la reducían a una realidad puramente espiritual e interna que desembocaba en una ética.
Estas doctrinas son condenadas en Lamentabili y Pascendi de S. Pío X porque la Sagrada Escritura no permite plantear la alternativa entre el Reino de Dios y la Iglesia, sino que da testimonio de ambos a la vez. Y termina por aclararse en el CV II, según el cual el misterio de la Sta Iglesia se manifiesta en su fundación; porque Cristo dió comienzo a la Iglesia predicando la Buena Nueva, es decir, la llegada del Reino de Dios prometido en la Sagrada Escritura (LG, 5). En efecto, en el AT se dice que .serían un reino de sacerdotes y nación consagrada (Ex 15). Se prolonga la idea en Israel de pueblo de Dios, no de reinado cósmico, la realeza se dará al hijo del hombre y al pueblo que formará. Así, de este modo, en la época de Jesús había una expectativa de ese reino.
Cuando llega Cristo este reino brilla ante los hombres en la palabra, en las obras y en la presencia de Cristo (LG, 3). Predica el Reino de Dios y el Reino de los cielos y ambos son el eje de la vida pública. Se hace presente en la palabra compara a una semilla que va germinando hasta la siega. Los milagros confirman que ha llegado, pero se manifiesta sobre todo en la misma venida de Xto (LG, 3), que sólo Dios puede dar a conocer y lo da a los humildes ( humildad como actitud interior).
Por tanto las características del Reino predicado por Jesús son: 1) Es escatológico (la presencia total ser al final); 2) Destinado a crecer (habrá por tanto un espacio); 3) Es religioso, no político (no es de este mundo); 4) Universal (vendrán de oriente y occidente); 5) Misericordioso con los pecadores; 6) Se accede por la conversión (aceptación total del Reino de Xto).
Pero como Xto resucitó y derramó sobre los apóstoles el Espíritu, por eso la Iglesia recibe la misión de anunciarlo e instaurarlo. La Iglesia en la tierra es constituida como el germen y el principio de ese reino (LG, 5). Por tanto la relación entre la I. y el Reino es que la I. es: a) el agente al servicio del Reino, b)es la presencia germinal en tensión. La I y Reino se identifican y se definen porque la I. no es el Reino, pero es el agente del Reino. El Reino está presente desde la llegada del Mesías y desde el inicio de la Iglesia, pero no está consumado, hablamos del ya pero en el todavía no. Y como también es futuro ahora es tiempo de crecimiento y de testimonio hasta que se cumpla ese estado último al cual la I. está orientada como plenitud. Mientras tanto, es el tiempo de la I. , etapa terrena y presente, de avances temporales cuyo valor al final será incluido en el Reino aunque sin identificar el progreso terrenal con el progreso del RD en la tierra.
25.3 Aspectos del Misterio de la Iglesia
La Iglesia es a la vez un misterio de comunión y una institución de salvación. De estos dos aspectos el primero es el aspecto interior, la base del aspecto institucional y es el primero en la SE y Tradición.
El segundo refleja el carácter visible e institucional y el de su crecimiento en la tierra. Este se fundamenta en el estudio que se ha hecho del aspecto interior.
De este modo para poder comprender los aspectos del misterio de la I., habrá que profundizar en el misterio en sí mismo y entonces nos percataremos de que la I. es esencialmente el misterio de la comunión de los hombres con Dios en Xto y de los hombres entre sí en Xto, misterio que se ha ido expresando tradicionalmente en los términos de la I. como Pueblo de Dios, esposa y cuerpo místico. Para luego entender cómo este misterio se realiza ya en la tierra aunque no perfectamente hasta el cielo; nos referimos a las tres estados (militante, purgante y triunfante).
Profundizando en el aspecto interior vemos que debemos comenzar por el alcance eclesiológico del sacrificio redentor para ver luego (en otro capítulo) cómo la I. es esencialmente una participación en Xto de la vida divina: misterio éste que ha sido expresado tradicionalmente por las tres grandes nociones de cuerpo, esposa y pueblo.
1) Como fuente del misterio pascual y del misterio de la redención. La gracia capital que Xto poseía es la fuente y causa (formal y eficiente pero no final) de la I. Nos referimos a la misma gracia de Xto que santifica su humanidad que es la plenitud de gracia con que el Padre ha colmado su alma humana para que pueda ser cabeza del cuerpo.
2) La I. es una participación en Xto de la vida divina porque la I. es el misterio de comunión entre Dios y los hombres. Decir que la I. es un misterio de comunión equivale a afirmar que es el don gratuito de Dios a los hombres y a la vez la acogida libre por los hombres de ese don (que se va realizando día a día gracias a la fe y a los sacramentos de la fe). Es decir, la I. es la comunidad de vida resultante de la participación de los hombres en la plenitud de la Gracia Capital de Cristo.
3) Esa participación se ha presentado principalmente en que el misterio de la I. es el cuerpo místico cuya cabeza es Xto (LG, 7), es pueblo de Dios ((LG, 8-17) y es esposa (que subraya ciertos aspectos, amor mutuo, distinción, gratuidad y fecundidad de la I. ).
25.4 Notas de la Iglesia
Esta es la única I. de Xto, que en el Símbolo confesamos como una, santa, católica y apostólica (LG, 8). Entendemos por notas ciertas propiedades esenciales en la I. que la hacen exteriormente reconocible y discernible. Constituyen a la I. en su ser, dimanan de la misma esencia de la I. en el centro mismo de su misterio. Y, a la vez, la I. se manifiesta en ellas porque ofrecen la mejor descripción de su realidad. Es decir, han de ser propiedades esenciales y a la vez que resulta fácilmente discernible y verificable (es por eso por lo que la peregnidad de la I. no puede ser nota ya que a pesar de ser ésta una propiedad fundamental no es verificable aún). Una I. que no pudiera hacerse reconocer en la tierra con certeza no sería la I. , porque al no poder ser el signo eficaz de Xto entre los hombres tampoco podría llevar a cabo la misión recibida de él. Asi, las notas son consecuencias de su naturaleza sacramental y condición sine qua non de su misión.
La I. que fundó cristo tiene que ser Una, Santa, Católica y Apostólica.
Unidad. Puesto que la I. es esencialmente el misterio de comunión de todos los hombres con Dios en Xto, es lógico que la unidad se haga patente en toda su vida y en toda su actividad. Misma fe, misma esperanza y misma caridad (vínculo formal de la unidad). Se ve en la misma fe, en el misterio litúrgico, y en el poder de jurisdicción.
Es la nota que mejor se manifiesta al exterior. Pero por ser I. terrenal, y por tanto de imperfección. La unidad visible constituye un don de Dios (procedente de Dios y garantizada por el ES) y es tarea del hombre (imperfecta, que aunque el hombre no será capaz de destruirla podrá empañarla y disminuirla). Otro aspecto es la unicidad: sólo puede haber una I. verdadera. Cristo funda una sóla I. , no puede haber más
Santidad. Toda religión se dice santa. La de Cristo lo es. Lo es por su origen divino y por su pertenencia a lo divino. Los medios son santos (la palabra, los sacramentos) y sus miembros lo son por participación de Dios.
Catolicidad. Universal. Puede llegar a todos los pueblos y a todos los hombres para ofrecerles la salvación. Esto parte de la catolicidad interna en la I. , es decir, que la I. tiene la plenitud de la verdad revelada y de los bienes de salvación. El fundamento está en Xto por cuya redención en la cruz hizo que la I. está ligada a una riqueza y fin universal. Debe poder acoger a toda la humanidad.
Apostolicidad. Se refiere esta nota a su presencia y continuidad a través de todos los siglos. Lo es en el sentido de que todos los elementos esenciales provienen de Xto a través de los apóstoles por sucesión ininterrumpida. Es decir, siendo así que, como esta misión continúa a desarrollar a lo largo de la historia la propia misión de Xto. (...) la Iglesia debe caminar por el mismo sendero de Xto por impulso del ES (AG, 5).La Iglesia que demuestre su apostolicidad se puede considerar como la verdadera.
25.5 La Iglesia, Pueblo de Dios y Cuerpo Místico de Cristo
Ninguna imagen tratada aisladamente abarca totalmente el misterio de la I. Pero hay imágenes más abarcantes que otras, de entre ellas la I. como Cuerpo Místico y como Nuevo Pueblo de Dios son las fundamentales. Místici Corporis y LG desarrollan amplia mente esta cuestión y enseñan la mutua coherencia que hay entre ellas.
a) La I. como Cuerpo Místico de Cristo refleja unas características que iluminan enormemente este misterio que es la I. " no se puede decir algo más noble y excelente que cuerpo de Cristo" (Pio XII).
1. Indica primeramente esa unión indisoluble que hay entre la I. y Cristo; el cuerpo y la cabeza. Por esto la Eclesiología depende tanto de una buena Cristología.
2. Señala que es una unión vital, depende de Cristo, elaborado como Gracia Capital de Cristo; se está re-creando por la acción de Cristo, refundando.
3. Misterio de Gracia y amor
4. Muestra la estrecha relación entre los sacramentos y esa comunión de gracia. " comiendo el mismo pan los muchos se hacen uno".
5. Refleja claramente que hay miembros distintos de algo común, la unidad en la diversidad
6. Se hace necesario el E.S. como alma de la I. , principio de unidad, su principio vital.
b) En cambio Pueblo de Dios refeja otras características también muy importantes:
1. Une el AT con el NT, de modo que el Nuevo Pueblo de Dios se entenderá como la continuación del Kahal Yahveh. Se refleja, por tanto, el concepto de vocación: convocados por Dios sumado a la respuesta del hombre. A su vez esto refleja el sentido históricode la I. , que tiene verdadera santidad aunque imperfecta.
2. Indica muy bien el sentido de misión de la I. , portador de la Alianza y sacramento de salvación.
3. Muy útil para entender el estatuto de la I., para entender la dignidad cristiana ya que se muestra que lo fundamental es el ser cristiano ( bautizado y confirmado) Luego vendrá la distinción jerárquica como una congregación dentro de la congregación, que está para el servicio de ella. La I. vendrá exigida por la comunidad orgánica mientras actúa en la tierra.
Así pues, vemos que cada imágen remarca más unos aspectos que otros de modo que sólo las dos imágenes juntas reflejan el misterio de la Iglesia:
1. Según esto observamos que la imagen de Cuerpo Místico refleja el carácter gratuito ( nadie elige su cuerpo) mientras que P. De D. subraya el concepto de vocación ( llamada- respuesta).
2.Con Cuerpo M. no se considera la existencia del estado de viador, mientras que Pueblo alude a una congregación que camina hacia la Jerusalén celestial.
3.) Sin embargo, se ve muy bien la existencia de una diversidad entre los miembros que están unidos por una igualdad radical formando un único cuerpo; mientras que en el pueblo se ven como diversidad de funciones dentro del mismo pueblo.
4.) Pero vemos que la idea de pueblo no resalta la novedad de ese nuevo Pueblo, no da relieve de manera inmediata a la filiación divina la cual, por el contrario, muestra perfectamente que somos miembros del cuerpo de Xto quien es el Hijo de Dios vivo.
5.) Una eclesiología que sólo vea Pueblo de Dios lo puede reducir al concepto sociológico de pueblo, o convertirse en una teología de expectativa a la vuelta de Xto sin tener en cuenta la realidad de gracia que ya existen, se quedaría sin comprender la novedad de gracia.
Hay que unirlos y relacionarlos. En el AT se veía Pueblo de Dios; ahora hay una novedad, es Pueblo de Dios por ser cuerpo de Xto. La I. es el PD que tiene su consistencia como cuerpo de Xto.
25.6 La Misión de la Iglesia
La I. es instituida por Xto y enviada para hacer a todos los hombres partícipes de su pascua. La I. debe realizar efectivamente esta tarea: la reunión de todos los hombres en Xto, éste es el único objetivo de las estructuras externas con las que Xto ha dotado su I. Así, la misión de la I. no finalizará hasta el momento de la tierra nueva, hasta ese momento la I. será necesariamente en el mundo una I. en estado de misión y su misión no es otra que la misión misma de Xto que prosigue y se culmina.
El objetivo que persiguió Xto al fundar la I. fue transmitir a la I., para continuarlas, la misma misión y el mismo mandato que él había recibido de su Padre.
Las principales características de la misión de la I. son cuatro:
1.) La misión de la I. es don de Dios y tarea del hombre. Xto al morir en la cruz no sólo comunica a su esposa inmaculada la obra de santificación de las almas, sino que quiere que de alguna manera provenga del propio trabajo de ella (Mystici Corporis). Es decir, es principalmente don de Dios, pero también es una tarea para el hombre que debe colaborar con Dios.
2.) Es una misión visible e invisible a su vez. Xto nace, entrega a los hombres de un doble don: les confiere su propio Espíritu, pero les deja al mismo tiempo el conjunto de estructuras visibles. A la vez es una misión interior y exterior porque es acción de la gracia santificante en las almas y es actividad visible de todo el cuerpo bajo la autoridad de la jerarquía y por el don del ES.
No hay misión que no sea la de una I. sacramental y no hay I. sacramental como no sea para su misión. Negar esta dualidad de aspectos equivaldría a rechazar el sentido mismo de la I. peregrina en el tiempo. Así, mientras la I. está en crecimiento, ambos aspectos serán necesarios a su triple ministerio (palabra, santificación, gobierno)
3.) El objeto de esta misión: la totalidad de la creación, asumirlo todo:
a) La totalidad de los hombres. "Todos los hombres están llamados a formar parte del nuevo Pueblo de Dios" (LG, 13). Debe realizar un papel de mediadora universal ofreciendo a todos los hombres la salvación y los medios y ayudándoles materialmente a adherirse a esa salvación.
b) La totalidad del hombre. No se trata únicamente de cristianizar el mayor número sino de cristianizarlos enteramente en la totalidad de su ser.
c) Todo el universo. La I. debe acoger lo que constituye un valor humano auténtico y respetar la variedad y la diversidad de todas estas riquezas.
4.) El objetivo. La actividad de la I. tiene un único objetivo: no sólo no dejar que se pierda ni una sola riqueza auténtica, sino lograr que todas ellas "se purifiquen, se eleven y perfeccionen para gloria de Dios, confusión del demonio y felicidad del hombre" (LG, 17). Debe salvarlas, reconciliarlas y recapitularlas todos en Xto. Por eso la palabra "católica" es tan propia de la I. ( katholou + olos = de conjunto + un todo) sugiere el paso de la totalidad a la unidad de Xto, lo que constituye todo el sentido y todo el objetivo de la misión de la I. en el mundo.
La misión que acabamos de analizar ha sido confiada por Xto a la totalidad de la I., bajo la autoridad del cuerpo episcopal y de su cabeza, el Romano Pontífice (LG 18, 20, 21, 32). "Los pastores no han sido constituidos por Xto para asumir por sí solo toda la misión salvifica de la I. en el mundo, sino que su función consiste en apacentar a los fieles y reconocer sus servicios y carismas de tal suerte que todos a su modo cooperen unánimemente en la obra común" (LG, 30).
Es decir, los responsables de esta misión son la jerarquía y luego el resto de los fieles. En el tema 26 se verá cómo la jerarquía puede desempeñar la misión que Xto ha dado a su I. Las tres funciones de la misión son: enseñar, gobernar y santificar.
Por último, debemos considerar las dos etapas fundamentales en la actividad misionera de la I.:
1 - estar presente en todas partes
2 - es necesario que ahí donde está presente lleve a cabo la tarea pastoral. Esta tarea alcanza su punto culminante en la celebración eucarística: objetivo y expresión máxima de la vida eclesial terrena, hacia ella se orientan las restantes actividades de la I.

No hay comentarios:

Publicar un comentario